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Matías Lozano, durante la entrevista

Fue Don Miguel de Unamuno quien inventó el vocablo de la intrahistoria para definir la “letra pequeña” de la Historia, aquello que no parece necesario (ni tal vez conveniente) darle excesivo relieve, para que no empañe el brillo del relato de los hechos que hacen los sesudos, doctos y (en ocasiones) presuntuosos historiadores.

Hace muy pocos días (el 30 de Junio) se han cumplido 44 años desde que España entregó Ifni a Marruecos. Conocemos el relato oficial, muy escueto y escasamente documentado gráficamente (los medios de comunicación españoles casi no tocaron el tema; todo lo contrario que hizo el Reino Alauita), y nos parece que puede ser interesante (no nos atrevemos a decir importante) dar a conocer el relato de un testigo presencial de aquel transcendental hecho, así como de los meses previos a la consumación de la “retrotraición” cometida por el gobierno del General Franco.

Veamos pues lo que nos cuenta MATÍAS LOZANO DIAZ DEL CAMPO, ex policía de Ifni, que durante trece meses presenció el desmantelamiento de la provincia nº 51 de España.

En esta residencia para mayores está desde hace 15 años el compañero Anastasio.

La Asociaciones de Veteranos del Levante Español (AVILE) quiere traer a estas páginas y/o foros, la vida truncada de uno de sus socios, ANASTASIO OROZCO MAINEZ, Caballero Mutilado por la Patria, como consecuencia de las heridas que sufrió durante la prestación del servicio militar obligatorio, en el III Tabor, 11ª Compañía, del Grupo de Tiradores de Ifni nº 1, en la defensa del puesto de Tiugsa-Tagraga, el 27 de Noviembre y el 3 de Diciembre de 1.957, agredido alevosamente por Marruecos que ocultó su cobardía amparándose en unas pretendidas “bandas incontroladas” del ejército de liberación nacional.

ANASTASIO OROZCO MAINEZ nació el 15 de Abril de 1.935 en La Alberca de Záncara (Cuenca) en cuyo pueblo vivió su primera niñez, en compañía de sus padres y cuatro hermanos, mientras España se desangraba en una “incivil” guerra en la que las potencias extranjeras, apoyando a uno u otro banco contendiente, velaban sus armas ante la inminencia de la guerra mundial que estalló el 3 de Septiembre de 1.939. 

La huella española sigue presente en los edificios de la ciudad, -muchos abandonados, algunos recuperados-, en los nombres de muchas calles y en lugares de ocio como el Hotel Suerte Loca 

España sigue presente en los edificios de la ciudad.

Blanco y azul celeste es el color de las casas, edificios y plazas de Sidi Ifni, como si la ciudad del sudoeste de Marruecos, -capital del antiguo territorio español de Ifni- tratase de rendir homenaje a dos de sus símbolos más conocidos: la blanca -aunque desgastada por la marisma- “barandilla” (siguen llamándola así) de su paseo marítimo y el imponente azul que se divisa desde su balcón al Atlántico.

Sidi Ifni, antigua Santa Cruz de la Marpequeña, conserva aún muchos recuerdos de su etapa española. Caminando por sus amplias aceras, es fácil escuchar, desde la puerta de alguno de sus cafés, la televisión sonando en español, o toparse con edificios que conservan los carteles con sus nombres originales, como el Club Twist o el Cine Avenida. Son ejemplos también de esta huella española la Plaza de Hassán II (antes, plaza de España) con una fuente central y azulejos de estilo andaluz, el Consulado español (hoy cerrado), la iglesia de Santa Cruz (ahora Palacio de Justicia), el faro y el Palacio Real (antiguo Gobierno General). Además de estos edificios, también calles aledañas al paseo marítimo conservan aún los letreros con sus nombres originales como la calle del suboficial Zabala, la del Teniente Carlier o la del Teniente Coronel Portillo. Pero no sólo los lugares oficiales conservan su memoria, los comercios y restaurantes de la zona también evocan el pasado español como el restaurante Marpequeña, situado al final del paseo marítimo, o el acogedor Hotel Suerte Loca regentado por una encantadora y grácil anfitriona que también habla español.

Aun escucho con un cierto énfasis de orgullo aquello de “Estuve en Ifni defendiendo un trozo de España como la 51 provincia”. Como fueron engañados, y digo fueron porque el decreto Ley lo fue el 10 de enero de 1958, y nosotros, yo y otros, estábamos luchando desde el 23 de noviembre de 1957 y nadie vino a comunicarlo a la montaña, ni siquiera “radio macuto”. De la historia de Ifni y Sáhara, lo poco que se ha escrito, lo es con muchas lagunas, libros escritos por algún que otro militar, ensalzando, eso sí, el amor patrio (espíritu sacrosanto del deber de la patria y del honor) de aquellos que luchamos en los territorios de Ifni y Sáhara, en realidad AOE, que no dejo de ser hasta la entrega a Marruecos del Sáhara en 1975 (al que según el Alto Tribunal de la Haya no le correspondía por su historia)

“Tiene coña” nuestra historia de Ifni y Sáhara: la primera porque Ifni no era Santa Cruz de la Mar Pequeña, y la segunda porque se le cedió a Marruecos sin corresponderle, hubieron 15.000.000.000 de Pts que pudieron servir para “ablandar sentimientos” en cuanto que al pueblo saharaui se le abandono a su suerte.