Fuente: El Faro de Ceuta
Resulta triste que la figura de este héroe José Álvarez-Chas de
Berbén sea un desconocido que tan solo consta que desapareció en el
accidente del avión “Heinkel” sobre las aguas del Atlántico cuando
regresaban de una acción de guerra.
Si importantes fueron las
misiones de otro comandante en entrevistarse con altos mandos franceses
para las operaciones conjuntas, para mí mucho más importante como con su
habilidad al hablar el francés y el árabe, consiguió que los altos
mandos del Ejército de Liberación se sometiesen a lo que el comandante
Álvarez-Chas les pedía.
Un héroe de dos guerras
José
Álvarez-Chas de Berbén había nacido en la bella ciudad gallega de
Pontevedra, cuyos habitantes son escaparate de los valores de esa
tierra, laboriosos, aventureros y aficionados a la música, con hijos
ilustres como Casto Méndez Núñez un heroico marino, Eduardo Gasset, Luis
Taboada y Calvo Sotelo entre otros.
Izquierda: Comandante de infantería. José Álvarez-Chas de Berbén, jefe del Grupo de Policía de Ifni y delegado gubernativo.
Derecha: Ben Hammú, jefe de las bandas rebeldes del Ejército de Liberación marroquí.
El comandante
Álvarez-Chas como hijo de militar, su padre, José Álvarez-Chas coronel
de infantería (retirado), el hijo vio en su padre el espíritu militar. Y
pronto su hijo abrigaba la noble carrera de las armas.
En
julio de 1936 se incorpora como alférez al Tercio de Requetés de
Segovia, donde en la columna del coronel Rada interviene en las
operaciones de Navalperal, Hoyos de Pinares y Robledo de Chavela. En el
Boletín Oficial nº 153 es promovido a alférez efectivo, siendo destinado
al regimiento “La Victoria” 28, y posteriormente el 12 de mayo de 1937,
es destinado al Grupo de Regulares de “Ceuta” nº 3, siendo condecorado
con la Medalla Militar Colectiva por los distintos hechos de armas.
En
uno de los combates resulta herido por metralla en la cabeza, negándose
a ser evacuado, continuando en su puesto defendiendo heroicamente la
posición. En otro combate resulta herido por metralla en la pierna
izquierda de carácter grave, siendo evacuado al Hospital Militar de
Segovia.
Por orden de 15 de enero de 1938, publicado en el
Boletín Oficial nº 453 es promovido a teniente de infantería. De nuevo,
en el frente de Teruel resulta herido menos grave, negándose a ser
evacuado. Finalmente, es evacuado al Hospital de Daroca (Zaragoza),
siendo citado como “distinguido” en las operaciones de Teruel.
El
valor más que acreditado le consta en su hoja de servicios en acción de
guerra, ya que fue herido cinco veces en combate (citado como
distinguido), condecorado con dos cruces al mérito militar de 2ª clase y
una de 1ª. Posteriormente, en la II Guerra Mundial en las filas de la
División Española de Voluntarios fue condecorado con Cruces de Hierro y
citado como “distinguido” por varios hechos de armas.
Respetado y apreciado por los jefes de las bandas rebeldes
El
comandante Álvarez-Chas era un hombre dotado de una extensa cultura,
traducía el francés, aprobó el ingreso en la Escuela de Estado Mayor,
aprobó dos cursos en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, publicó
varios artículos en algunas revistas sobre los territorios del Golfo de
Guinea y autor de un libro cuyo título es “Instructor para
suboficiales”. También le consta una felicitación del ministro del
Ejército por la admirable labor en la organización y estado de tropa y
otra felicitación del general-gobernador del África Occidental Española
con motivo de la independencia de Marruecos.
El comandante
Álvarez-Chas era la estampa viva de un diplomático, que es “el que dice
ni sí, ni no, sino todo lo contrario”, y si su muerte en el accidente
aéreo no hubiese sucedido pudiese haber sido que en la que fue la Guerra
de Ifni no hubiese llegado a lo que llegó o al menos no hubiese
llegado. Y a los hechos me remito que supo ganarse con diplomacia a los
jefes de las bandas rebeldes, ya que con la ventaja de sus varios años
destinado en Marruecos conocía la idiosincrasia del árabe y lo hablaba
perfectamente.
Texto de un documento sobre una entrevista del comandante Álvarez-Chas y dos jefes del Ejército de liberación marroquí.
En septiembre de 1956, según el documento nº
1151 del Gobierno General el comandante Álvarez-Chas se entrevista en
marruecos con Ben Hammú y Ben Aacher, ambos jefes del Ejército de
Liberación Marroquí, los cuales solicitan atravesar territorio español, y
con auténtica diplomacia se les indica que no es posible. El 22 de
junio de 1956, según el documento nº 662 el comandante Álvarez-Chas se
entrevista en Agadir con un jefe del “istiqlal”, los cuales pretendían
introducirse en territorio español para realizar actos de sabotaje
contra los franceses, y de nuevo con diplomacia, el comandante
Álvarez-Chas les indicaba que no era conveniente.
De nuevo se
entrevista en Agadir con Budechin (Chibeta), Tailuga y Brahim Profesos
en Agadir, todos saharauis de la familia de los Ma el Ainin. Al igual
que los anteriores, les escuchaba pero no les daba opción a sus
pretensiones de lo que ellos querían. Finalmente, el comandante
Álvarez-Chas se entrevista en Agadir con el gobernador en su residencia y
le transmitía que no era conveniente realizar actos de propaganda en el
África Occidental Española, que el nómada de espíritu guerrero es
indómito por excelencia y además existía la posibilidad de represalias
por parte francesa, explicándole al gobernador que el saharaui por su
peculiar forma solo admite con el marroquí la religión.
El
nómada no comprende los principios revolucionarios del Istiqlal, y están
tan en contra de esos principios que le diré que aceptan todavía la
esclavitud. El 11 de agosto de 1956 cuando el avión “Heinkel” del
Ejército del Aire regresaba con dicho comandante de una acción de
guerra, desapareció con toda la tripulación en el mar con la pérdida de
un gran soldado, el comandante José Álvarez-Chas de Berbén
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