Fuente: El Faro de Ceuta
Sin lugar a duda alguna que la Campaña de Ifni/Sahara sin los
acuerdos del Gobierno de Ifni y el general alto comisario del África
Occidental francesa, nunca se hubiera podido dar fin a la eliminación de
las bandas rebeldes del Ejército de Liberación marroquí, y que meses
atrás de 1957 campaban a sus anchas por todo el territorio.
Dichas
bandas jugaban a su favor, porque lo principal es que conocían el
terreno como la palma de la mano y, a su vez, que ellos saben
camuflarse, y además contaban con la valiosa ayuda encubierta del
gobierno de Rabat, como lo fue la flota de unos 100 camiones y jeeps de
procedencia americana, y abundante armamento ligero y munición, para más
inri, de los parques de artillería de España, y también medios
motorizados, comestibles y dinero del comerciante, Ali Ben Boaida.
Los asistentes a las conversaciones.
El comandante, José Iglesias Ussel de Lizana
No
se le ha reconocido a este excelente soldado el importante papel que
desarrolló en el gobierno general de Ifni. Hombre de amplia cultura,
dominando el francés, el otro gran soldado, el general gobernador,
Mariano Gómez-Zamalloa, sumamente inteligente designó al entonces
comandante Iglesias para las conversaciones con los militares franceses.
Sin
ser diplomado de Estado Mayor, como lo que era, un verdadero experto
soldado, dicho general depositó toda su confianza para dichas
conversaciones, lo mismo con el Estado Mayor francés como con el propio
general alto comisario francés, Charles Bourgound, como con todo su
Estado Mayor. Pero como hombre fiel a su juramento, y totalmente leal
con sus superiores, jamás de su boca salió nada de lo que él mantuvo en
aquellas reuniones y conferencias.
El 25 de febrero de 1957 en
Port Ettiene, el entonces comandante Iglesias Ussel de Lizana, tiene
una entrevista con el general Charles Bourgound. En esta reunión se
sientan las bases de cooperación entre las fuerzas de España y Francia,
lo mismo con fuerzas de la Armada, Aire o Tierra, y en unas de las bases
se acuerda que en caso de combate, las Fuerzas Aéreas de Francia se
puedan internar en el territorio español del África Occidental española,
en un límite de 30 kilómetros. A su vez, el ministro Gaston Deferre, ha
dado orden al alto comisario Cuisin de perseguir a las bandas rebeldes,
en caso de ataque, sin tener en cuenta la frontera. Todo ello según
documentos de dicha reunión del archivo del fallecido general, Rafael
Casas de la Vega, que obra en mi poder. Posteriormente, a la anterior
reunión, el general Zamalloa y su Estado Mayor, con el comandante
Iglesias, se reunían en Villa Cisneros con el general Charles Bourgound y
su Estado Mayor, para tratar la colaboración con las fuerzas francesas.
Posteriormente, el 3 de julio de 1957, el general de la Zona Aérea de
Canarias, Francisco Mata Manzanedo, se reunía en Port Ettiene con el
general Charles Bourgound, el ministro plenipotenciario, Chaumárd y su
Estado Mayor con el coronel de Estado Mayor, Rcaboy. En dicha reunión se
venía a verificar lo que se había acordado con el general Zamalloa. Los
franceses insistían que en caso de combate se les permitiese adentrarse
en una profundidad de 30 kilómetros del territorio español, así como
establecer un código de radio entre Sidi Ifni y Fort Trinquet para
intercambio de información y entrega de documentación.
Operación Écouvillon y Teide
El
general Zamalloa como lo que era, un gran soldado, deposito toda su
confianza en el comandante Iglesias Ussel de Lizana, una vez autorizado
por el Estado Mayor central del Ejército y la Dirección General de
Plazas y Provincias Africanas, la reunión entre el general Zamalloa y el
general Charles Bourgound y su Estado Mayor en Villa Cisneros
Nota manuscrita del General Bourgound.
El viernes 20 de septiembre de 1957, se reunían en Villa Cisneros
ambas delegaciones, que estaban compuestas por parte de España, por el
citado general Zamalloa, el comandante Iglesias, los capitanes de Estado
Mayor, José Luis Prieta García, de la tercera Sección; Juan Antonio
Gómez-Zamalloa Menéndez, de la segunda Sección y el capitán, Hipólito
Fernández-Palacios Núñez, de cuarta. Por parte francesa, el general
Charles Bourgound, coronel Rocaboy, jefe de Estado Mayor, el teniente
coronel Maillote, segundo jefe de Estado Mayor, capitán Rigud, de la
segunda Sección de Estado Mayor; teniente coronel Dorin, jefe de la 3a
Sección de Estado Mayor; comandante Athiel de la tercera Sección de
Estado Mayor; teniente coronel Gatel, jefe sección Conjunat entre
ejércitos; capitán de la fragata Degoy, jefe de Estado Mayor de la
Marina de África Occidental francesa, teniente coronel Gentz, jefe del
Estado Mayor del Aire, coronel Bain, jefe de Transmisiones del África
Occidental francesa, era la representación francesa.
La
conferencia de Villa Cisneros, a propuesta del jefe de la delegación
española se expuso el calendario de las sesiones, que fue el siguiente:
viernes 23 de septiembre 1957, de 15:30 a 18:00 horas. Sábado, de 09:00 a
12:15. Lunes y sesión plenaria, a las 17:30 horas, firmando el
protocolo de dicha conferencia los generales Mariano Gómez-Zamalloa y el
general Charles Bourgound.
José Iglesias de Ussel y Lizana.
En dichas sesiones se acordaron
los temas de cooperación, tanto por las Fuerzas Aéreas como por el
Ejército de Tierra, facilitando por parte de Francia tanto aviones como
combustible, al mismo tiempo que apoyo sanitario, y lo más importante,
el poder perseguir en caso de ataque enemigo en 60 kilómetros por tierra
y por la aviación francesa en profundidad de 100 kilómetros. Ello
consta en los informes, en poder del que suscribe, de la reunión de
Villa Cisneros.
Ante la oleada de ataques enemigos, tanto en
Ifni como en el Sahara, el 14 de enero de 1958, en el hotel Santa
Catalina, de Las Palmas de Gran Canaria, se celebró una conferencia que
por parte de Francia se encontraba el general Charles Bourgound, con sus
jefes de Estado Mayor de la Marina y Aire, un representante del alto
comisario del África Occidental francesa, el agregado militar francés en
la embajada de Francia en Madrid, y por parte de España eran estos:
José María López Valencia, capitán general de Canarias y África
Occidental española; Pedro Nieto Antúnez, almirante-jefe de la Flota;
Pascual Cervera, vicealmirante de la Base Naval de Canarias; el general
Francisco Mata Manzanedo, general jefe de la Zona Aérea de Canarias; los
generales Mariano Gómez-Zamalloa y Quirce, gobernador de Ifni y el
general José Héctor Vázquez, gobernador del Sahara; los respectivos
jefes de Estado Mayor de Canarias y dos jefes de Estado Mayor central
del Ejército.
De esta importante reunión, celebrada en Las Palmas de Gran Canaria,
vio la luz la importante operación denominada por parte de España Teide y
por parte de Francia Écouvillon, vulgarmente, escoba. Lo que ellos
sabían que era barrer al enemigo de todo el Sahara. Fruto de ello fue la
total eliminación de las bandas rebeldes del Ejército de Liberación
marroquí, y más tarde, en mayo de 1958, sería cuando se firmó el alto el
fuego con el triste balance por parte de España de 188 muertos, 500
heridos y 40 desaparecidos. Por parte francesa las bajas en dichas
operaciones fueron: 7 muertos y 32 heridos.
Un episodio poco
conocido de la colaboración entre Francia y España que tan buenos
resultados dio a las fuerzas españolas, y que indudablemente sin esta
colaboración, además de difícil para erradicar a dichas bandas, hubiese
costado a España mucha sangre de nuestros soldados.
|