Fuente: La Vanguardia
Banderas españolas han vuelto a aparecer en manifestaciones de
protesta de carácter social o político en zonas de Marruecos que el
siglo pasado estuvieron colonizadas por España, tanto en el norte como
en el sur del país.
Ayer lunes, dos banderas rojigualdas fueron enarboladas por
manifestantes rifeños en Alhucemas en el tercer día de protestas por la
muerte de un vendedor ilegal de pescado, que terminó aplastado por la
prensa de un camión de basura donde las autoridades habían arrojado 500
kilos de pescado que le habían decomisado.
Los jóvenes del 'Grupo Ifni 25 de julio' durante su protesta pacífica en el año 2016.
La muerte en la noche del viernes de Mohcin Fikri, que ya se ha
traducido en la detención e imputación de once personas por "falsedad
documental" u "homicidio involuntario", ha desatado una oleada de
protestas sin precedentes.
Ayer por la noche, y según relató el sitio web hespress.com con
varias fotografías, dos grupos de manifestantes rifeños de Alhucemas
sacaron sendas banderas españolas que hicieron ondear junto a las
bereberes y a la de la República del Rif que existió entre 1921 y 1926;
en la manifestación, por cierto, no había ni una sola bandera marroquí.
Según relató el sitio web, los demás manifestantes pidieron a los dos
jóvenes que retirasen sus banderas españolas, y los organizadores de la
marcha dijeron a través de los altavoces que esas banderas habían
aparecido en la marcha "por iniciativa individual", antes de añadir que
los rifeños no se identifican con "la negra España de la colonización
histórica".
La ambivalente memoria que guardan los rifeños de aquel periodo
colonial español que duró entre 1912 y 1956 (fecha de la independencia
marroquí) apareció de forma similar en Sidi Ifni, otro lugar de
Marruecos colonizado por España entre 1934 y 1969.
El pasado 15 de agosto un grupo de jóvenes manifestantes ifneños, en
su mayoría activistas de izquierda, tomó la sede del antiguo consulado
español de la ciudad (un edificio que sigue siendo propiedad del Estado
español) y enarbolaron varias banderas rojas y amarillas.
En su caso, reclamaban la nacionalidad española a la que dicen tener
derecho por ser descendientes de ciudadanos españoles, pero su protesta
terminó con ellos en un tribunal.
Los siete detenidos han sido condenados a penas de entre ocho meses y
un año de cárcel por los delitos de desobediencia, insulto a agentes en
el ejercicio de su función, violencia contra las fuerzas del orden,
irrupción en edificio ajeno y deterioro de edificios públicos.
En aquel caso de Ifni, los jóvenes que escalaron al antiguo consulado
habían formado parte en su mayoría de movimientos sociales que reclaman
mejoras para los ciudadanos de una región que se siente relegada en los
planes de desarrollo en Marruecos.
Es muy similar al sentimiento prevalente en el Rif, donde décadas de
marginación y abandono desde la independencia de Marruecos no han sido
todavía borradas pese a los progresos realizados durante el reinado de
Mohamed VI.
En un país muy centralista como Marruecos, donde los partidos
independentistas están prohibidos pero existen al mismo tiempo unas
regiones con una identidad muy marcada (especialmente las bereberes como
Alhucemas y las saharauis como Ifni), los manifestantes recurren así a
una bandera extranjera para expresar su sensación de hartazgo.
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