Fuente: ABC.es
Los cien jóvenes de la
expedición Madrid Rumbo al Sur se han convertido en improvisados
"reyes magos" en la última jornada de su viaje por Marruecos, donde
han repartido parte de los miles de regalos que ha conseguido Radio
Nacional de España a través de una campaña solidaria.
Los expedicionarios ha entregado regalos a centenares de niños
que viven y frecuentan el centro que tiene la ONG Pandeia en el
barrio tangerino de Bendibane, unos de los más desfavorecidos de la
ciudad.
El centro ha vivido una jornada festiva en la que han estado
presentes los vecinos del suburbio e incluso miembros de la
diplomacia, como el cónsul de España en Marruecos, José Carvajal.
Pero sin duda, los auténticos protagonistas de la celebración han
sido los más pequeños, que al comienzo del encuentro han subido al
escenario para deleitar al público con diversas representaciones
teatrales, donde han alternado la música marroquí y la española.
Los expedicionarios, por su parte, ha respondido a este gesto
haciendo entrega de los "ansiados" juguetes entre los que había
muñecas, peluches y pequeños camiones, financiados por la campaña
impulsada por RNE y la Fundación Crecer Jugando, a través de la
venta de los llamados "bolis-solidarios".
La fiesta ha servido además para que los jóvenes de Madrid Rumbo
al Sur conozcan la labor que desarrolla esta asociación, que además
de acoger a 34 niños en situación de abandono, desarrolla diversos
programas educativos para luchar contra la alta tasa de
analfabetismo de esta zona tangerina.
La visita a este centro, con el que colabora la Comunidad de
Madrid, ha concluido con la ruptura del ayuno del Ramadán, que ha
congregado a niños y aventureros alrededor de una misma mesa.
Esta última visita ha puesto el broche final a la cuarta edición
de Madrid Rumbo al Sur, que ha permitido a cien jóvenes madrileños
recorrer 7.000 kilómetros de la geografía marroquí de la mano del
expedicionario Telmo Aldaz de la Quadra-Salcedo con un objetivo:
conocer la cooperación que lleva a cabo el Gobierno regional.
La gira por Marruecos, según Patricia, una de las chicas, les ha
permitido conocer de primera mano la crudeza de la inmigración,
sobre todo los últimos días en Tánger, cuando han visto cómo los
niños marroquíes se introducían en los autobuses de la expedición
buscando cruzar el Estrecho.
También, como ella misma reconoce, ha cambiado el concepto que
tenía de los marroquíes, a los que antes tachaba de "cerrados" y a
los que ahora define como "nerviosos, solidarios y generosos".
A Ventura, uno de los chicos, le ha servido para "valorar las
cosas, después de ver que hay gente que no tiene nada".
O como en el caso de Carmen, que ha vivido con entusiasmo la
expedición, para ver superados sus límites y darse cuenta de que
"soy capaz de muchas más cosas".
Satisfecho también "por cómo ha salido todo a pesar de algunas
dificultades" se muestra el director de la expedición, Telmo Aldaz
de la Quadra-Salcedo, que ya piensa en una quinta edición de Madrid
Rumbo al Sur, "quizás en Tanzania, Malawi o Mozambique".
En los cuadernos de viajes que han escrito los jóvenes se pueden
leer anotaciones sobre los 17 proyectos de cooperación madrileños
que han visitado, o las jornadas que vivió la expedición al recorrer
el Medio Atlas y al pasar por Alhucemas, Sidi Ifni, Marrakech y Fez
entre otros.
En total, 7.000 kilómetros que han recorrido los muchachos,
acompañados en todo momento por un equipo integrado por monitores,
bomberos, sanitarios y profesores de diversas materias como
historia, arqueología o astronomía.
|