Fuente: Magharebia (en inglés)
Traducido con Google Traslator y otros
Después de una serie de operaciones llevadas a cabo contra los medios de comunicación por el Gobierno, Marruecos se ha colocado en el puesto 127 en el ranking de libertad de prensa según el informe de 2009 de RSF (Reporteros Sin Fronteras).
La mala clasificación de Marruecos en la lista que Reporteros Sin Fronteras (RSF) acaba de publicar, suscita un acalorado debate entre los responsables políticos y los periodistas del país.
En el índice de 2009 de libertad de prensa, publicado el martes, 20 de octubre, por el organismo internacional, Marruecos ocupa el puesto 127 de 175 países, una caída de cinco puestos desde la edición del año pasado.
Marruecos ha experimentado restricciones a la libertad de prensa en los últimos tres años, concluye el estudio, debido a las "líneas rojas" impuestas por el Rey Mohammed VI y a las fuertes multas impuestas a los periódicos que las trasgreden.
El ministro de Comunicaciones, Khalid Naciri, puso en tela de juicio
los resultados de este estudio. "Hemos hecho grandes progresos en el
campo de las libertades de prensa, y cada uno debería tomar nota de las
libertades actualmente vigentes", declaró.
"Marruecos es consciente de este asunto, y lo tomamos como uno de los principales pilares de progreso político", agregó.
La publicación de este índice se produce en un
contexto de gran debate sobre la libertad de prensa en el reino,
especialmente después de la acción del Gobierno contra varios
periódicos.
"Si
bien las autoridades marroquíes se jactan de no tener periodistas
en la cárcel, hay varios juicios pendientes contra periodistas, que a
menudo terminan con una sentencia de prisión", dice el informe de RSF. "Estamos muy preocupados por el juicio que se celebrará este mes."
Las reacciones a este nuevo índice de personas fuera del gobierno son variadas.
Para Muhamad Serraj, Secretario General de la Unión Nacional de la
prensa marroquí (SNPM), tanto las autoridades como la prensa libre son
responsables de la situación actual. "El estado impone un rigor
exagerado a los periodistas independientes. Pero estos últimos deben
por su parte atenerse a las normas éticas de la profesión, porque todos
estos pleitos se deben a [sus] violaciones de las normas
deontológicas", dijo a Magharebia.
"El problema de la libertad de prensa no se debe generalizar, ya que
sólo afecta a algunos periódicos que son procesados", agregó. "Los
periodistas deben respetar la privacidad de las personas y las cosas
que venera la nación".
Por otra parte, dice que, los juicios contra los
medios de comunicación que no muestran ese respeto no sugiere una
disminución de la libertad de prensa en Marruecos.
Brahim Sab'alil, jefe de la oficina del Centro
Marroquí de Derechos Humanos en Sidi Ifni, no comparte el análisis de
Serraj. "En efecto, existe una pérdida de la libertad de prensa en este
país", dijo a Magharebia, añadiendo que Marruecos "debería reconsiderar
su política hacia la prensa independiente".
Sab'alil, que había sido procesado por supuestamente
publicar información falsa acerca de la violencia en la ciudad de Sidi
Ifni en 2008, subraya que "la finalidad del periodismo es abordar todos
los temas, incluyendo aquellos que se mantienen velados.
"No podemos esperar alcanzar ningún progreso si
mantenemos las llamadas líneas rojas", dice él. Una serie de casos
similares perturban también a las asociaciones que defienden la
libertad de la prensa.
El 15 de octubre, Driss Chahtane, redactor del
semanario en lengua árabe al-Mishaal, fue condenado a un año de prisión
y una multa de 10.000 dirhams por la presentación de "información
falsa" sobre la salud del Rey Mohammed VI.
"Teníamos la impresión que la libertad de prensa
había hecho algunos progresos", explicó Chahtane. "El artículo que
provocó esta demanda no se había publicado con malas intenciones ...
nos esperabamos un proceso cruel, pero no hasta este punto. El tribunal
no ha respetado los derechos de la defensa".
La cobertura de las mismas preguntas sobre la salud
del monarca por el diario independiente Al Jarida Al Aoula, ha dado
lugar a acusaciones idénticas contra el columnista y periodista Ali
Anouzla Bouchra Eddou. El tribunal de Rabat debe dictar su veredicto de
26 de octubre.
En otro caso de la libertad de prensa, el editor de
Akhbar Al-Youm Taoufik Bouachrine y el caricaturista Gueddar están
siendo juzgados por la publicación de un dibujo que "insultó" al
Príncipe Moulay Ismail y a la bandera marroquí.
Sin embargo, el Ministro de Comunicaciones Naciri,
afirmó que los periodistas eran "invitados a proteger los logros de la
democracia y a su fortalecimiento, sin dejar de respetar la ley".
|