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Veteranos de Ifni reunidos en Alicante.
Pepe Colomer y Miguel Ángel Pérez Oca nos lanzaron un llamamiento a los amantes de Ifni y principalmente a los ex-soldados que habíamos cumplido nuestro servicio militar en el Territorio para intentar poner la primera piedra de una futura Asociación de Veteranos de la Región Levantina, llegando el sonido de la corneta a las tierras de Valencia, Albacete Murcia, Alicante, Burgos y Asturias.
Con puntualidad cuartelera -¿miedo a un arresto?- a las once de la mañana del día diecinueve de Noviembre de este año del señor de 2.009, siglo XXI, nos concentramos a la puerta del Museo Arqueológico de Alicante un heterogéneo grupo merecedores de figurar en las vitrinas interiores de la colección de antigüedades.
Museo Arqueológico de Alicante.
Bastantes cabezas canas, muchas calvas, alguna que otra peluca,
compañeros con muletas, otros con pierna ortopédica, pero muchas
sonrisas, gran alegría, abrazos, gritos, reencuentros tras más de
cuarenta años… A destacar los tarbuch que lucían con orgullo Ángel Ruiz
García, ex-combatiente de la guerra, 8ª compañía, II Tabor de
Tiradores, y Juan Sánchez Rodríguez, policía de 1.964 que se pasó a los
“rivales”. Y para paliar el desaliñado rebaño masculino unas pocas y
guapas damas esposas de alguno de los asistentes, que fueron agasajadas
como se merecían.
En la plaza. El de la barba es M. A. Pérez Oca.
En la puerta del Museo se corría el peligro de que sus empleados nos metieran dentro –los grupos de niños que entraban a visitarlo creían que allí empezaban las estatuas de hombres primitivos– pasamos al paseo central de la plaza del Doctor Gómez Ulla, dotado de jardines y bancos para sentarse –muy bien recibido–. Si el famoso médico militar a quien está dedicada la plaza hubiera podido aparecerse en aquellos momentos no le faltaría trabajo ya que las conversaciones pasaban –brincando– desde la mili a la tensión arterial, el colesterol o el azúcar en sangre.
Juan Sánchez Rodríguez mostrando su álbum de fotos.
Como chiquillos que intercambian o muestran cromos en el patio del colegio, a la hora del recreo, empezaron a salir fotografías a las que la patina de los años les han conferido la autoridad de “cosa juzgada”, inapelable e imprescriptible: Es la Historia (con mayúsculas) pura y dura de tantos y tantos jóvenes, con sus uniformes, sus compañeros, sus mandos y la amada tierra de Sidi Ifni.
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