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Antecedentes históricos
Sus antecedentes históricos están en las fortalezas y pesquerías que,
españoles y portugueses establecieron a lo largo de la costa atlántica
africana.
Ya, a finales del siglo XV, el rey de
Castilla, Juan II, otorgó al Duque de Medina Sidonia el derecho de
conquista sobre la costa africana desde el cabo Agüer hasta Cabo
Bojador; costa a la que se venían desplazando pescadores desde Canarias y
Andalucía, mucho tiempo antes. El Tratado de Tordesillas (1494), regulo
la expansión de los dos pueblos y fijó el meridiano que delimitó, entre
Portugal y España, los territorios a descubrir y ocupar, aunque no es
hasta el Tratado de Cintra (1509) cuando se fijan, en la costa de
África, las zonas que se asignan a las dos naciones, correspondiendo a
Portugal la costa atlántica, con la sola excepción de Santa Cruz de Mar
Pequeña que se adjudica a España, dice la historia, que por las lágrimas
de la Reina de Portugal e Infanta de Castilla, hija de los Reyes
Católicos, Doña María.
Los Reyes Católicos concedieron al Capitán, don Diego García de Herrera,
el asentamiento y construcción de la fortaleza de Santa Cruz de Mar
Pequeña, que se realizó en 1476, siendo reiteradamente destruida y
reconquistada hasta su total abandono en 1524.
Estos antecedentes sirvieron para acreditar los intereses españoles de
una pesquería en Santa Cruz de Mar Pequeña, aunque no es hasta 1860, a
partir del Tratado de Paz y Amistad con Marruecos (Tratado de Tetuán),
cuando el Sultán reconoce unos derechos de España sobre un territorio
sin determinar en ese momento. A partir de 1877 se designan una serie de
comisiones para cumplir lo dispuesto en el artículo 8º del Tratado y
fijar su ubicación. Hay que tener en cuenta que se desconocía, y se
sigue desconociendo, la concreta localización del citado fuerte de Santa
Cruz de Mar Pequeña, que, dependiendo del autor, lo sitúa en Puerto
Cansado o Guidez Erredchila, en la desembocadura del río Chebeica o
Chívica, en Cabo Nun-Uad Draa o, en las proximidades de Cabo Guir o
Agadir, todos ellos en el sur de Marruecos, y en este país sostienen que
pudo estar en Tifnite, pe-queño pueblo en la costa y cerca de Agadir.
La principal dificultad para determinar su exacta situación estaría en
las cartas marítimas y documentos de los siglos XIV al XVI, que por sus
exageraciones, inexactitudes y frecuentes equivocaciones en la
denominación de los puntos geográficos, llevan a error a los
investigadores, además de no existir documentación escrita que lo
acredite sin género de dudas.
De Ifni solo se sabe de la existencia de un castillo, que los naturales
denominaban Borx Er Rumi (fortaleza del cristiano) cerca de la
desembocadura del río que le da nombre; y por la escritura notarial de
Gonzalo de Burgos de 1499, así como de otro fuerte en la desembocadura
del río Asaka (San Miguel de Saca), atribuido a Alonso de Lugo, ambas de
origen castellano; y de una torre portuguesa en la localidad de
Tamucha, en el interior del territorio, cuyas ruinas todavía se pueden
ver. En la costa de Marruecos-Sáhara son frecuentes las torres o fuertes
de portugueses y españoles. Existe una asociación, el Foro Ibérico de
Ciudades Amuralladas (FICAM) que acepta como miembros a todas las
ciudades de cualquier país con presencia ibérica, es decir, de origen
español o portugués, a través de la cual se podrían estudiar estos
asentamientos, cuya exacta localización se desconoce en su mayoría; pero
el alta en la misma es de competencia municipal.
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