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Antecedentes lejanos
El África Occidental Española (AOE), territorio que tomó
forma definitiva en los años 30 del pasado siglo, tras cientos de años
de intermitente presencia española tras la Reconquista, siempre ha
estado conexo con nuestra patria, y Portugal, incluso teniendo en cuenta
las previas invasiones almorávides del siglo XI.
Los ingleses siempre ambicionaron las Canarias y su entorno,
estableciendo incluso puestos y fuertes en la costa africana, tanto en
lo que
los españoles llamábamos Santa Cruz de Mar Pequeña (Ifni; Geroge Glass,
1746)
como en Tarfaya (Mac Kencie, 1846). La imposición anglofrancesa de los
límites
de influencia concedidos a España (tratados hispano franceses de 1900 y
1902,
Conferencia de Algeciras de 1906, y tratado francoespañol de 1912),
redujeron
nuestra presencia a la limitadísima Zona Norte del Protectorado de
Marruecos,
la Zona Tarfaya o Cabo Juby, al Norte del Sahara y lindante con él (Zona
Sur
del Protectorado), el propio Sahara (Territorios de Saguia El Hamra al
Norte y
Río de Oro, al Sur) e Ifni (Tratado de 1860) . Los tres últimos formaban
el
AOE.
Durante la Segunda Guerra Mundial la importancia de Canarias quedó fuera
de toda duda y se realzó la del Sahara, especialmente como punto de
apoyo alternativo a los aviones que cruzaban el Atlántico. Es poco
conocido, aunque no menos cierto, que Estados Unidos firmó un acuerdo
secreto con España, en los últimos años de la contienda, para que se le
permitiera establecer una especie de base aérea en Villa Bens (Tan Tan o
Cabo Juby); en este mismo enclave la administración norteamericana
instalará sesenta años después una gran base para el “Africom”, el 6º
Mando Militar Regional de EEUU, situado provisionalmente en Stuttgart
(Alemania).
El 18 de noviembre de 1955, año del ingreso de España en las Naciones, Unidas los franceses terminaron con el destierro que habían impuesto al rey de Marruecos, Mohamed V, lo cual aceleró los movimientos independentistas, incluso en la Zona Española. Los territorios saharauis [1] al Sur del río Draa (Zona Sur del Protectorado) históricamente nunca habían formado parte de Marruecos, dándose el caso de que ese reino nunca llevó sus reclamaciones sobre Tarfaya al Tribunal Internacional de Justicia de la Haya.
El 17 diciembre de 1957, Foster Dulles, Secretario de Estado de Estados Unidos, reiteró a Franco que su nación quería que cediera ante Marruecos y que el armamento cedido por los Tratados de 1953 no podía usarse en la guerra “colonial” que acababa de estallar. Aquello trajo como consecuencia que el 10 de enero se declararan provincias españolas los territorios de Ifni y Sahara. Los nativos de aquellas provincias serían a partir de entonces españoles de pleno derecho; muchos de ellos aun conservan el DNI español (documento nacional de identidad).
Aquella guerra tuvo importantes combates en el Sahara. Como consecuencia de la misma, España, en un gesto difícilmente explicable salvo por presiones externas, entregó Cabo Juby, perdiendo, de hecho el control de gran parte del territorio de Ifni (poco después también cedido), creando un peligroso precedente de cesión ante los golpes de fuerza.
El 22 de julio de 1969 Juan Carlos fue designado sucesor a título de rey, con el provisional de príncipe de España; al día siguiente se ratifica el nombramiento ante las Cortes con su solemne juramento de guardar y hacer guardar las Leyes Fundamentales del Reino y los Principios del Movimiento Nacional (el 22 de noviembre de 1975 volvería a hacer un juramento similar). En enero de 1971 Juan Carlos visitó los EE.UU., siendo recibido con honores de jefe de estado; la visita la había propiciado Lord Mountbatten, masón reconocido, cerca del Secretario de Estado, William Rogers, y el Presidente Richard Nixon [2] .
Con esta rápida visión de conjunto se han presentado los actores del drama saharaui, haciendo hincapié en los intereses sajones y franceses, presentes desde antiguo.
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