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Los intereses en la zona
Ya se ha comentado la creación de una grandiosa base norteamericana al Norte del Sahara, frente a Fuerteventura, como sede del Africom. Pero Estados Unidos tiene muchísimos más intereses, empezando por los de toda África que ese mando militar tiene que cuidar y terminando por los específicos de Marruecos, covigilante, con Gibraltar, del estrecho de más tráfico del mundo, y estado “occidental” dentro del inestable Magreb amenazado por el integrismo islamista. Las multinacionales petroleras Total, Fina, Elf y un consorcio de empresas norteamericanas están haciendo prospecciones en aguas saharauis e instalando plataformas para la extracción del crudo. Y muchas de las riquezas del subsuelo saharaui (fosfatos, uranio, etc) revierten en manos americanas.
Hemos de recordar que el Sahara occidental es rico en importantes yacimientos de petróleo, gas, uranio, vanadio, zinc, magnetita, oro, plomo, hierro (se estima que hay un yacimiento con 70 millones de toneladas)... y los mayores del mundo en fosfatos, con unas reservas estimadas en más de 1.100 millones de metros cúbicos de roca fosfática; sólo de la explotación a cielo abierto de Bucraa (268 km. cuadrados; unas 10.000 toneladas según ciertas fuentes) se extraen anualmente tres millones de toneladas de roca fosfática, a pesar de lo cual, en diciembre de 2002 la SEPI renunció a formar parte del accionariado de la compañía FosBucraa.
A todo ello, además, hay que unir el importantísimo recurso de la pesca (incluso la URSS reconoció la autoridad “ de facto” de Marruecos sobre las aguas saharauis. Y, en el futuro, de la agricultura, pues hay grandes reservas de agua en el subsuelo.
Con relación a los fosfatos, el famoso miembro de la CIA Luis Manuel González-Mata, hizo un profundo estudio de la incidencia de ellos en el mundo [19] , dando por sentado que el “arma del hambre” existe. A este respecto, Kissinger hizo en 1970 un comentario escalofriante: “Controla el petróleo y controlarás las naciones; controla los alimentos y controlarás a los pueblos” (National Security Study Memorandum 200 -NSSM- 200, un proyecto secreto de 1974) [20]. Poniéndonos a finales de los años setenta del siglo pasado, las explotaciones agrícolas mundiales retiraban de las tierras cultivadas 450 millones de toneladas de fosfatos al año, mientras que solo se restituían 23 mediante fertilizantes; en 1975, un país desarrollado utilizaba una media de 60 kilos de abono por habitante, media que ser reducía a 7 en los países del tercer mundo; Estados Unidos ya controlaban por entonces, gracias a la empresa Phosrok y su filial Phoschem un tercio de la producción mundial de abonos fosfatados, lo que les permitió, entre 1974 y 1975, subir el precio de la tonelada de 12 a 68 dólares.
Por otra parte está Francia. Esto es tan obvio que, prácticamente, con citar un titular de prensa se resume todo. “VILLEPIN LO CONFIESA: FRANCIA ES EL ABOGADO MÁS FERVOROSO DE MARRUECOS". El primer ministro francés, hechura de Jacques Chirac [21], reconoce en una entrevista que Francia es el mayor aliado de Marruecos en la Unión Europea. Lo que no dice, pero se sabe por experiencia, es que esa alianza se hace a costa de España” [22]. Es obligado mencionar que Chirac, como la mayoría de los dirigentes franceses, era masón, con lo que, de nuevo, vuelve a aparecer la masonería internacional en esta escena.
Pero, no solo hay intereses extranjeros en la zona, también el grupo de presión de los españoles que los tienen en Marruecos ha aumentado. Y los mismos son de muchos tipos. A todos ellos, periódicamente, el rey alauí les reconoce sus servicios [23].
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