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La evolución de la situación legal
En abril de 2007 saltó a la prensa el escándalo de que el Gobierno Español de Rodríguez Zapatero, en relación con la pesca, daba carta de naturaleza y aceptaba las pretensiones marroquíes de propiedad sobre las aguas saharauis [24]. Como en casi todo lo que hace, la diplomacia marroquí “no da puntada sin hilo”, por eso, en la mayoría de los casos, lo menos importante es el huevo y lo que se busca es el fuero. Aceptar el que Marruecos reparta licencias de pesca, o de prospecciones petrolíferas, es aceptar que el Reino Alauí tiene soberanía sobre esas aguas internacionales o sometidas a descolonización. Y lo mismo hay que decir con relación al reciente caso de Aminetu Haidar: detrás de los engaños y vergonzosas manipulaciones e imposiciones a nuestros gobernantes está el que Marruecos ha tratado, y conseguido, que España reconozca [25], y la Comunidad Internacional con ella, que en Marruecos impera únicamente la ley marroquí, dando carta de naturaleza, por vía de hechos consumados, a lo que meramente es una ocupación ilegal y en contra de los mandatos de la ONU.
Y todo ello sin olvidarnos de los numerosos “trágalas” a los que somete el rey de Marruecos a nuestros políticos: todos, “del rey abajo ninguno” sin falta, han de posar en las fotos oficiales delante de mapas de Marruecos que incluyen el Sahara y, en ocasiones, Canarias. Sin duda su fina sensibilidad soporta cosas peores.
Y con relación al Referendum, clave en el narcotizado proceso de descolonización, Marruecos, con la inestimable ayuda de Estados Unidos y Francia, sigue eludiéndolo.
El “Plan Baker II”, elaborado bajo la dirección de la ONU, era un documento aceptado por el reino alauí y el Frente Polisario en el que se preveía una autonomía transitoria para el Sahara bajo la ocupación marroquí, hasta la celebración del referendum de autodeterminación en el que el pueblo saharaui decidiría sobre su futuro político. Pero Rabat, de manera unilateral, ha hecho pública su intención de presentar ante la ONU su propio plan de anexión pura y dura, en el que no se contempla ninguna posibilidad para la independencia de los saharauis. Zapatero ha calificado esta iniciativa marroquí como una “buena oportunidad”, manifestando así su apoyo expreso.
Desgraciadamente, así están las cosas, pero, como cualquier mala situación, aun pueden empeorar, sobre todo si nuestros políticos y hombres de estado no hacen nada para evitarlo.
Y deben hacerlo, por justicia y por autodefensa.
José María Manrique
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