Una mirada al pasado sin perder de vista el futuro  

  Estas en: Portada arrow Colaboraciones arrow Recuerdos: la extraña Guerra de Ifni

Menú principal
Portada
Bienvenida
¿Dónde está IFNI?
¿Cómo llegar a IFNI?
Un poco de historia...
Acerca de...
Contenido
Noticias
Colaboraciones
Artículos digitales
Proyectos solidarios
Libros - Revistas
Documentos
Gastronomía
Vídeos en Youtube
Vídeo en Facebook
Recursos
Foro
Eventos
Fotos (en Facebook)
Enlaces de interés
Preguntas Frecuentes
Contactar
Búsqueda avanzada
Mapa del Sitio
Acceso
Teclee sus datos:





¿Recuperar clave?
Para obtener acceso, por favor, contacte con el Administrador.
¿Quién está en línea?
Hay 3 invitados en línea
Datos del Portal
Usuarios registrados: 435
Noticias y Artículos: 1560
Enlaces de interés: 103

Sindicación


  El Rincón de Sidi Ifni
Este sitio está diseñado
para verse mejor con una
resolución mínima de
1024x768


Creative Commons License

Recuerdos: la extraña Guerra de Ifni Imprimir E-Mail
Colaboraciones - Adolfo Cano Ruiz
martes, 08 de junio de 2010

La guerra de Ifni fue corta, dura y extraña.

Ya nos habíamos adaptado al clima, sufrido algún siroco o plaga de langostas (eran estas, como grandes saltamontes, rojos unos y amarillos otros, que cubrían todo). Puedo decir, que me sentía cómodo. Era una aventura africana. La rigidez militar no era extrema, convivir con otra cultura era interesante, pasear por la ciudad (Sidi Ifni) entrando al zoco, comiendo higos chumbos (un nativo solía apilarlos en un gran montón y por una Peseta te dejaba una navaja algo oxidada y comías los que quisieras), bebiendo el té con hierbabuena al son de una música diferente, ir de “chiquitos” con los amigos vascos al bar que apenas puedo recordar,… Sí. Me sentía cómodo, feliz. 

Había olvidado aquel momento algo penoso en el período de recluta. Fue que al llegar al territorio nos ponían una vacuna con una jeringuilla “enorme” y la reacción era muy desagradable: temperatura de hasta 40º y colitis que te hacía ir al servicio con mucha frecuencia. Los vascos llegaron cuando los valencianos habíamos pasado la “crisis”. Estábamos en una gran tienda de campaña y ya se había tocado silencio. El auxiliar (un veterano que se ocupaba de nosotros, los reclutas) había ordenado apagar las velas, pero José Gigante Vellón, (un vasco recién llegado) estaba pasando los efectos de la vacuna y cuando llegó del servicio estaba oscuro y no acertaba a colocarse en su colchoneta. Intente ayudarle encendiendo un mechero. El auxiliar me lo quitó de forma brusca, dándome un manotazo, yo lo cogí del cuello acordándome “de muchas cosas”, pero intervinieron los demás y se calmó. Yo creía que todo se había olvidado pero al día siguiente formaron a todo el IV Tabor en la explanada. El teniente comandante de mi compañía (teniente Atienza de la 23) estuvo un largo rato hablando de la blasfemia, para posteriormente pronunciar mi nombre “¡Adolfo Cano, un paso al frente! ¡A la cocina a pelar patatas para todo el servicio militar!”. De tener ya destino para la oficina, a pelar patatas, la verdad que no me supo muy bien, honestamente creo que al teniente Atienza tampoco, pues yo creo que me apreciaba.

Antes del conflicto me levantó el arresto, pero la oficina ya estaba cubierta. Aun recuerdo cuando formaban los analfabetos para ir a clase con el comandante cura (un gallego con algo de “mala leche”). Eran sobre setenta en mi compañía. ¡Qué tiempos aquellos!

Debió ser sobre el mes de agosto cuando me mandaron junto a otro compañero a hacer guardia desde las caballerizas a la playa. Vivíamos de una forma extraña. Durante el día todo era completamente normal, pero por la noche parecía como si hubiera un toque de queda encubierto, ya que teníamos que controlar todo movimiento por la zona. Hubo una gran explosión en la playa y después como una aurora boreal. Nos acercamos a la playa, la gente salía de sus casas asustada y nos encontramos que los bidones de combustible almacenados estaban ardiendo (después supimos que fueron cien mil litros de combustible los que ardieron en un sabotaje). La zona de playa estaba bajo el control de la policía.

Curiosamente los viejos mosquetones máuser, que para que saliese la bala había que disparar varias veces, nos los cambiaron por otros nuevos sobre el mes de septiembre u octubre. Algo estaba pasando a lo que nosotros estábamos ajenos, incluso creo, los oficiales, aunque no así el Estado Mayor en Madrid, pues habían muchas preguntas con respuestas ambiguas, ya que desde hacia meses había en los puestos avanzados hostigamientos e incluso muertos, que Franco consideraba eran pequeñas escaramuzas, confiando excesivamente en su amigo el “moro”.

23 de noviembre de 1957

Y ocurrió. El 23 de noviembre de 1957 sobre las dos de la madrugada, estaba de guardia el capitán Rosalini en el Grupo de Tiradores y fue él quien despertó a su compañía (la 23 del IV Tabor) en silencio. El cabo furriel nos iba dando la dotación completa y así formamos en el patio a la puerta de la compañía. Suponía que aquello era un simulacro, un movimiento de tropa para ensayar algún ataque. Me di cuenta de que iba de verdad cuando escuché al comandante decir a mi capitán “tiro, tío” y al capitán decirnos “al que fume le corto los huevos”. Fue desde ese momento que sucedieron los desagradables acontecimientos. Una guerra es lo más cruel que se puede imaginar. Cierto que desde la “noche de los tiempos” existen, pero es muy diferente leer, ver o escuchar, a ser uno mismo el que metido en la vorágine de un conflicto armado tiene que matar, tienes que ver morir al compañero, a sentir el verdadero miedo, donde el organismo y la mente se acomoda por la supervivencia.

Salimos en silencio y nos situamos en la primera montaña, lindante a Sidi ifni (desde la cumbre se dominaba la playa). Hubo al amanecer fuego enemigo, escuchamos los primeros “pacos” y algún que otro mortero, pero salvo aislados escarceos no fue lo que yo esperaba. Hubo desde un principio como el “yo estoy aquí” (la cota de enfrente) “si quieres ven”. Claro que tuvimos que ir.

Necesitábamos ensanchar el cinturón de defensa de una primera línea provisional que se había establecido en defensa de la ciudad. Aquí, sí que nos costó, sangre, sudor y lágrimas. Aquello sí fue la guerra, pero una guerra extraña, un ejército sin ninguna experiencia, en alpargatas, dentro de una “chilaba” y en la cabeza un gorro rojo (tarbush) que indicaba al enemigo donde te situabas (hablo de Tiradores de Ifni). Unos oficiales o suboficiales hacían lo que podían. Había que ocupar el montículo de enfrente y se ocupaba. Antes le daba un repaso la aviación o bombardeando el (Carlos V) Canarias(*), pero los primeros nunca o pocas veces acertaban en la cima y los segundos solían equivocarse de cota. (Demencial). 

Lo cierto que los “cuatro moros” cuando llegábamos a la ladera allí estaban y nos “freían”. Estaban defendiendo lo que ya consideraban propio. 

Cuando teníamos que ocupar una cota, (la orografía del territorio de Ifni son montículos y vaguadas sucesivas) se formaba una punta de lanza por Tiradores y los flancos apoyados por Paracaidistas y Legión. Dominada la cota, era Tiradores los que se quedaban defendiendo la posición. Alguna vez, llegados a la tarde noche, el sargento situaba los puestos por pelotones y en la oscuridad nos distribuía (por la dificultad de orientación en un terreno nuevo) unos delante y otros unos cincuenta metros detrás. En consecuencia, aunque parezca cómico, nos disparábamos entre nosotros, hasta que el teniente ponía orden. 

La guerra de Ifni fue extraña y la mayor chapuza del régimen. En tan solo algo más de tres meses, nos dejamos por nada, unos trescientos muertos y más de quinientos heridos. Algo más de tres meses fue el tiempo que se necesitó para liberar lo que se pudo, en columnas de rescate, donde se sufrió verdadero desgaste de tropa. Dinamitando los puestos al abandonarlos (eso me hizo ya pensar, que el territorio de Ifni se entregaba ya a Marruecos). Hubo cotas a recuperar, (duras por su poder estratégico) donde quedaron para siempre compañeros muertos y otros fueron heridos. Todo fue de una dureza extrema, hasta que los mandos superiores consideraron que el cinturón de defensa de la ciudad era el que habían establecido, planificándolo en los despachos.

Llegaron los zapadores y montaron una alambrada de defensa a Sidi Ifni de unos quince Km.? y campos de minas, que de vez en cuando explosionaban por algún jabalí o gacela con lo que nos quitaban el hambre, ya que en Sidi Ifni subsistíamos diez mil de tropa con el abastecimiento de dos mil quinientos. (Éramos la tropa que había antes y al inicio del conflicto. Los moros, unos ocho mil) Desde la puesta de la alambrada, aunque siguió la dureza de la montaña, sin refugios (se hicieron posteriormente) con poca comida y poco agua. La exposición al fuego enemigo fue muy esporádica, era diferente. Los moros extrañamente seguían estando en la cota de enfrente. De vez en cuando nos lo hacían saber con algún fuego de mortero o disparos y así quedaron enfrente hasta la entrega del territorio. 

Los Tiradores pasamos mucha hambre, fuimos los hermanos pobres de aquella extraña guerra, junto a los que vinieron a reforzarnos del servicio militar obligatorio. Entiéndase como se quiera. 

Ya no había que adelantar la línea, ni formar ninguna operación (Netol, Pañuelo, Diana…) nos replegamos en la “Operación Vergüenza”. Algo se había firmado con fecha de caducidad. El 30 de junio de 1969 a las 12:55h se entregaba a Marruecos Sidi Ifni.

Habíamos hecho parte de una farsa, habían muertos compañeros, heridos otros y la mayoría quedamos marcados con secuelas que aun hoy perduran, POR NADA.

(*): Correción solicitada por el autor del artículo.

 


Adolfo Cano Ruiz
Tirador de Ifni. IV Tabor, 23 CIA. 1957-58

Presidente de la Asociación de Veteranos de Ifni del Levante Español (AVILE)

 

Esta dirección de correo electrónico está protegida contra los robots de spam, necesita tener Javascript activado para poder verla

TEL. 965 63 37 98

 

Comentarios
Buscar
¡Sólo los usuarios registrados pueden escribir comentarios!
Temporalmente se han desactivado los comentarios anónimos por estar sufriendo un ataque de SPAM masivo (mensajes plublicitarios no deseados). En cuanto sea posible se activará esta función nuevamente.
No obstante, si desea dejar un comentario sin estar registrado, por favor, use el formulario de contacto disponible, indique el artículo al que desea hacer el comentario, el nombre o apodo que desea usar y el texto del mismo.
Nosotros nos encargaremos de publicarlo por usted.
Disculpen las molestias
Ramón  - re: re: RESPUESTA A COMENTARIO   |04-10-2010 11:16:10
Por casualidad he encontrado este comentario hecho sobre la campaña de Ifni- Sahara, estuve embarcado en el destructor Escaño que tomó parte en las operaciones maritimas que se desarrollaron durante todo el periodo que duró la contienda, y no conocia las operaciones que se desarrollaban en tierra, conozco lo que hizo el destructor Escaño y algo de lo que hizo el Canarias que era la de patrullar por toda la zona comprendida entre Cabo Blanco y Sidi Ifni, las navegaciones eran de siete u ocho dias tiempo que duraba el combustible y los viveres, al cabo de los cuales nos dirigiamos a Las Palmas para aprovisionar y volver a la costa de Africa. Tiempos muy duros , asi estuvimos durante toda la campaña hasta que terminó la contienda y volvimos anuestra base en Cartagena. Un saludo y mi admiración por todos aquellos que soportaron esas duras condiciones sin apenas percibir ningún premio. Ramón Vera
ADOLFO CANO RUIZ  - re: RESPUESTA A COMENTARIO   |19-06-2010 10:42:02
Hola Fernando. Efectivamente hay algo del Carlos V que no "encaja" en el relato. Me refería al bombardero Calos V (igual no existe) que después de 53 años, no se por qué, tenia en mente y no fue tal.

El que estuvo en Ifni bombardeando (según me dicen los que saben) fue el Canarias que alguna vez, aunque se aproximaba, no acertaba en la cota.

Gracias por tu enhorabuena sobre mi relato.

Saludos. Adolfo
roberto  - manuel   |18-06-2010 09:49:20
mi padre se llama manuel benitez garcia,es de la 8º curso, 10ª compañia, y me gustaria saber de compañeros para contactar...gracias
Fernando Ojeda  - A qué le llamaban Carlos V?   |15-06-2010 19:22:01
"...Antes le daba un repaso la aviación o bombardeando el Carlos V, pero los primeros nunca o pocas veces acertaban en la cima y los segundos solían equivocarse de cota. (Demencial). ..."

Que quiere decir con el Carlos V
Muy buen relato, enhorabuena
saludos de Fernando Ojeda
pablo  - Foros   |15-06-2010 10:23:50
Hola José M. y Juan Manuel,

Os recomiendo que escribais también en el Foro, en la categoría Reencuentros, quizás alli sea mas visible vuestro mensaje y haya alguien que pueda deciros algo.

Un abrazo.
Juan Manuel Miranda  - JUAN MIRANDA, SOLDADO EN IFNI   |15-06-2010 10:03:10
Mi padre se llamaba Juan Miranda García, Caballero Mutilado de Guerra por la campaña de Ifni. Desgraciadamente murió en el año 1991 pero entre las muchas historias que me contaba de sus penurias en esa guerra olvidada, hay una que siempre me ha llamado la atención.
Recuerdo que me explicaba que la tarde de antes de que cayera la XIII bandera de la Legión él, que no era legionario, estuvo de visita para ver a unos paisanos en la posición donde se encontraba dicha compañía. Se libró por poco aunque días más tarde pagó su precio.
Quisiera saber si alguien dispone de más información o de contactos donde pueda averiguar más cosas de esa contienda y de lo que mi padre pudo pasar en aquellos días o si alguien lo conoció.
Posteriormente a él lo evacuaron a Gran Canaria, al Hospital Militar porque fue herido y cayó enfermo.
Gracias avanzadas.
Jose M. Basadre   |13-06-2010 09:11:08
Hola:
Mi padre, Juan Basadre Rodriguez, estuvo destinado como Sargento Electricista, en el Cañonero Canovas del Castillo, de la Marina de Guerra Española allí, en Guinea, Ifni y Rio Muni, por los años 1950 0 1952, y me gustaría saber algo de aquella época. Fotos, comentarios, etc., algo que agradeceria mucho.
Muy agradecido.
Atte.
Jose M. Basadre

3.26 Copyright (C) 2008 Compojoom.com / Copyright (C) 2007 Alain Georgette / Copyright (C) 2006 Frantisek Hliva. All rights reserved."

 
< Artículo anterior   Artículo siguiente >
PortadaAcerca de...Contactar
Este portal es un PROYECTO PERSONAL y NO está vinculado a ninguna asociación o grupo.
Los artículos de colaboración y las opiniones y comentarios de los usuarios son de su entera propiedad y responsabilidad,
expresados con total libertad y sin ningún tipo de censura por parte del Administrador o sus colaboradores.
El Rincón de Sidi Ifni, 2009-2024