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50 aniversario del conflicto Ifni-Sáhara Imprimir E-Mail
Escrito por Ricardo Álvarez-Maldonado Muela (Almirante)   
miércoles, 01 de septiembre de 2010
Índice del Artículo
50 aniversario del conflicto Ifni-Sáhara
Factores geográficos
Situación política tras la independencia de Marruecos
El envío de los primeros refuerzos
Cambio de Gobierno y fracaso de la política seguida en el AOE
Cambio de política: Plan «Madrid» y cooperación con Francia
Actividades de la flota en el otoño de 1957
La Flota en aguas del AOE
La agresión a Ifni y el apoyo de fuego naval
La demostración naval de Agadir
Las operaciones en Ifni y el apoyo de fuego naval
Las operaciones en el Sáhara y la obtención de medios de desembarco
Consideraciones finales

Fuente: Revista General de Marina, marzo de 2008.

La agresión a Ifni y el apoyo de fuego naval

El 23 de noviembre se produjo la agresión a Ifni por las bandas incontroladas del Ejército de Liberación, invadiendo nuestro territorio de soberanía unos 1.500 hombres. Algunos puestos avanzados fueron tomados y otros quedaron cercados. Un grupo de unos doscientos hombres trató de avanzar hacia la ciudad de Sidi Ifni, pero fue rechazado. Igual suerte corrieron los que por el sur intentaron ocupar el aeródromo.

El levantamiento en masa de los nativos, con el que contaban los invasores, no se produjo. De cualquier forma, la situación fue crítica los días siguientes y estaba lejos de ser controlada.

Con gran celeridad se procedió a enviar a Ifni desde El Aaiún la VI Bandera de la Legión por vía aérea y dos compañías de Infantería desde Canarias. En otro puente aéreo la 1.ª Bandera Paracaidista se transportó a Ifni desde su acuartelamiento en Alcalá de Henares. El Ejército del Aire prestó su apoyo a los puestos cercados mediante el bombardeo y ametrallamiento de los sitiadores y el lanzamiento de municiones y suministros.

El día 24, es decir, el siguiente a la agresión, la Flota recibió orden de dirigirse a Cádiz y transportar tropas de Cádiz a Gran Canaria. El 25 salió de Tenerife y el 27 se efectuó en Cádiz el embarque de tropas de la forma siguiente: el Batallón Expedicionario del Regimiento de Cádiz núm. 41 con su impedimenta en el Canarias, el Batallón Expedicionario del Regimiento de Soria núm. 9 con su impedimenta en el Cervantes y la 201 Compañía Paracaidista y 52 toneladas de municiones en el Méndez Núñez. Conforme se concluía el embarque en cada crucero se salía navegando con independencia con destino a Canarias.

En la noche del 28 de noviembre, al interceptar el Canarias un radio del almirante de la Base Naval de Canarias al ministro de Marina informando de la suma gravedad de la situación en Ifni, el almirante de la Flota decidió alterar la misión encomendada a los cruceros ordenando a éstos dirigirse directamente a Sidi Ifni a 20 nudos para desembarcar allí, con los medios de barqueo disponibles, las unidades transportadas. El Canarias fondeó en Sidi Ifni la mañana del 29, el Méndez lo hizo por la tarde de dicho día y el Cervantes al amanecer del 30.

En Sidi Ifni se encontraban el minador Neptuno y los mercantes Paloma y Río Sarela. Este último hacía las veces de almacén flotante donde, sin prisas, se transbordaba la carga para llevarla a la playa con condiciones de mar favorables.

El 30 de noviembre fondeó también en Ifni el transbordador Virgen de África con el Batallón Expedicionario del Regimiento de Pavía n.o 15 a bordo.

Ese mismo día llegó, en aviones DC-3, una compañía de ametralladoras de Infantería de Marina de la Agrupación de Canarias desde Gando, al mando del capitán Francisco González Ibáñez, que ocupó posiciones para defender la cabeza de playa y proteger los desembarcos.

Ya había en Ifni, aparte de la Brigada de Marinería del AOE, una sección de Infantería de Marina y otra de Marinería armada, que habían llegado en la Atrevidael 30 de agosto de 1957. Todas estas fuerzas quedaron a las órdenes del comandante de Marina. El barqueo de todas las tropas y del material se efectuó con los botes de los cruceros y con los carabos tripulados por los hombres de la ya mencionada Brigada de Marinería de Ifni. En un carabo cabían 20 hombres con su impedimenta. Una vez cargado, un bote a motor lo remolcaba hasta las proximidades de las rompientes. Allí, largado remolque, el carabo, a remo, atravesaba éstas y varaba en la playa saltando a la arena los soldados que transportaba. El bote a motor remolcador también se enviaba cargado de soldados. El bote esperaba delante de las rompientes a que el carabo regresara vacío; en él embarcaba el personal que iba en el bote y el carabo cruzaba las rompientes y lo ponía en tierra. De esta forma se procuró acelerar el desembarco. El batallón embarcado en el Virgen de África se puso en tierra por este procedimiento, con carabos y botes del Canarias. El autor de este artículo participó en estas faenas con otros oficiales a las órdenes del capitán de corbeta Fraga Ferreiro, tercero del Canarias.

La prolija descripción que antecede pone de manifiesto cómo en 1957 la Armada tuvo que suplir, como tantas veces, con su celo, la carencia de medios adecuados. Con toda la razón había aconsejado posponer la toma de la iniciativa hasta no disponer de los medios requeridos para desembarcar con seguridad y rapidez en playa las unidades del Ejército que, conforme al plan previsto, iban a limpiar de bandas armadas el Sáhara español.

Entendemos que este oportuno envío de refuerzos a Ifni contribuyó en gran medida a restablecer en tierra la comprometida situación en que se encontraban nuestras tropas a finales de noviembre y principios de diciembre de 1957 en dicho territorio.

El 3 de diciembre el Méndez, con la insignia del contralmirante Meléndez, salió de Las Palmas para Sidi Ifni. Los destructores de su división también se destacaron a realizar distintas misiones de presencia en El Aaiún y de transporte entre Cádiz y Canarias. Al almirante se le había encomendado, concretamente, mantener contacto personal con el gobernador general del AOE, acudir al lugar de la costa donde fuera necesaria su presencia y facilitar enlace radiotelegráfico.

El 4 de diciembre el Méndez Núñez fondeó en Sidi Ifni, donde también se encontraba el Vasco Núñez de Balboa. El contralmirante Meléndez estableció contacto personal con el general Zamalloa, poniéndose de acuerdo para prestar apoyo de fuego y logístico y establecer procedimientos de enlace radio. En aquellos días la mayor preocupación del general Zamalloa era liberar a los puestos cercados en el interior del territorio, para lo cual se emprendieron las operaciones PAÑUELO (salto de una Compañía Paracaidista en Tiluin), NETOL y GENTO.

Pero lo más alarmante era que nuestro servicio de información estimaba como probable un ataque de las bandas por el norte, con eje de avance Agadir-Mirleit-Tabelcut (este último era el puesto fronterizo de la frontera norte del territorio), con consentimiento y posible colaboración del Gobierno marroquí, y otro ataque por el sur con bandas procedentes del Draa.

En Egleimin y Tantan se habían detectado concentraciones muy numerosas.

Para hacer frente a esta situación, la aviación recibió orden —que posteriormente fue cancelada— de bombardear masivamente Tantan, posición abandonada en la zona sur del Protectorado. Pero unas bombas arrojadas en un puesto perdido en el desierto no podían ser resolutivas y por ello se decidió recurrir a la Armada para advertir a Mohamed V, que no podía continuar aplicando su equívoca política de apoyo encubierto —a veces descarado— a las bandas incontroladas que habían invadido el territorio de Ifni.


 
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