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Modesto Jara Sánchez
Tengo ahora la obligación de traer a los
"papeles" a otro de aquellos siete alicantinos que dimos con nuestros
huesos (y nunca mejor dicho, pues estábamos francamente delgados todos) a
la Policía Indígena de Ifni. Se trata en esta ocasión de MODESTO JARA
SÁNCHEZ, natural y vecino de Benejuzar, quien por una coincidencia de
parecido físico con otro policía de la quinta anterior, también de la
Vega Baja del Segura, apellidado Torrecillas, por ese nombre fue
conocido durante el Campamento.
El bueno de Modesto, notable "cantaor"
flamenco para deleito de los compañeros, durante el periodo de
instrucción sufrió la persecución del sargento Blanco y del cabo 1º Rey.
Se emplearon con dureza rayana en la crueldad y fue objeto de golpes y
arrestos por el motivo más nimio, aunque nunca le borraron la sonrisa y
el gesto alegre que ha mantenido hasta la fecha. El último día que nos
vimos (en la Asamblea y comida de la Asociación el 2 de Octubre)
consiguió que la alcaldesa de Alicante se fotografiara con su grupo de
Veteranos.
Modesto era un jornalero agrícola cuando
fue llevado a Ifni y allí le dieron una capa de barniz policiaco para
ejercer funciones de agente de la autoridad y mantener el orden público
en la ciudad de Sidi Ifni: Durante las horas diurnas armado con una
pistola y una porra de caucho, y por las noches con un fusil y cuatro
bombas de mano, sin olvidar las patrullas montado a caballo por la
demarcación marítima.
Creamdes y Modesto en día de su Jura.
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Cremades y Modesto un año después.
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Aquí podemos ver al cabo Cremades y a
Modesto en dos fotografías que tienen un año de diferencia. En la
primera (izquierda) están preparados para la Jura de Bandera propia
mientras que a la derecha, ya veteranos, están celebrando la Jura de los
reclutas, durante la comida extraordinaria ofrecida en el campamento a
todos los policías libres de servicio.
Tras la licencia perdimos el contacto e
incluso el rastro de Modesto. Muchos años después supimos que fue
emigrante a Francia, que volvió sin un céntimo ahorrado, que se casó y
tuvo un par de hijas... A esa información llegamos los amigos por un
conducto inesperado. Ya he contado que al cabo Cremades le amputaron un
trozo de la pierna derecha, y estando hospitalizado en Elche, el enfermo
de la cama de al lado resultó ser de Benejuzar y conocer a Modesto.
Tirando de ese hilo pudimos reencontrar al amigo y compañero que había
pensado seriamente en dirigirse a un programa televisivo en busca de los
amigos de la mili.
La alegría fue tan grande como la bondad
del amigo perdido en la lejanía de los tiempos y desde entonces el
vínculo se ha venido reforzando día a día.
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