Fuente: EL PAÍS.com
Rabat acepta crear una comisión de investigación.
"Entraron por la fuerza en nuestra casa, me robaron dinero, una
cámara de vídeo, tres móviles, un ordenador y
después me golpearon y me condujeron a comisaría donde un
oficial ordenó a sus subordinados que me desnudaran por completo
y me quitaran las pulseras". El relato de Naima Boufim llena, junto con
otros muchos, las páginas del semanario marroquí El Michaal.
Tres semanas después de la toma de Ifni por 3.000 agentes
de las fuerzas de seguridad marroquíes, los testimonios sobre la
brutalidad policial siguen aflorando. La intervención se
produjo, el 7 de junio, para acabar con el bloqueo del puerto pesquero
por grupos de jóvenes que exigían a las autoridades que
acabaran con la marginación de la ciudad. Ifni, de 22.000
habitantes, ubicada a 770 kilómetros al sur de Rabat, fue
española hasta 1969. Hoy se cumple el 39º aniversario de la
descolonización.
El ministro de Interior, Chakib Benmoussa, recalcó que "no
tuvieron otra opción" tras el fracaso del diálogo con los
manifestantes. El modesto balance oficial de la toma de Ifni es
de 48 heridos -28 de ellos en las filas de los antidisturbios- y de 188
detenidos, de los que 11 han sido puestos a disposición judicial.
Una
delegación de abogados que visitó la ciudad dos
días después afirmó que, además de robos y
saqueos, los antidisturbios torturaron a sus ciudadanos. Una semana
después otra delegación, del Partido de la Justicia y del
Desarrollo (islamistas legales), aseguró, a su regreso de Ifni,
que se había impuesto "un castigo colectivo". El pasado fin de
semana, la presidenta de la Federación Internacional de Ligas de
los Derechos Humanos, Souhayr Belhassan, sostuvo en Rabat que su
investigación había constatado "casos de tortura". El
Centro Marroquí de Derechos Humanos (CMDH), una
asociación con connotaciones islamistas, insiste en que hubo
incluso violaciones y que varios testigos vieron cadáveres en
comisarías, pero ningún testimonio preciso lo avala.
La
avalancha de denuncias obligó al Gobierno a aceptar, por tercera
vez en la historia de Marruecos, la creación de una
comisión de investigación parlamentaria. El ministro de
Interior compareció ante ella el miércoles y esta semana
viajará a Ifni para recabar más información.
Creadas para investigar escándalos económicos, las otras
dos comisiones apenas dieron frutos. El Ejecutivo combina ahora gestos
apaciguadores, como tolerar una marcha pacífica de 10.000
personas en Ifni, con otros represivos. Sebaa el Layl, responsable en
Ifni del CMDH, fue detenido el viernes en Rabat. La víspera
había denunciado nuevamente las "exacciones policiales". Hoy
está además previsto que se inicie en Rabat el juicio de
Hassan Rachidi, director para Marruecos de la televisión Al
Yazira, que dio por segura la muerte de manifestantes.
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