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La vivienda fortaleza: el Tagadirt y el Agadir
Las constantes luchas eran provocadas, a veces por conflictos por limites jurisdiccionales, y otras por románticos sucesos: los conflictos entre los poblados de Trazim y Morabitin, al sur de la kabila Ait El Joms a orillas del Asif Asaca, distantes uno del otro ochocientos metros, provienen de los amores de Huría Ben Sidi Mehmad de Morabitin, y Abd El Malik Ben Sidi Lahsem de Trazim.
El Tagadirt es de una familia noble con influencia jurisdiccional. En él se refugian en días de guerra los vecinos adictos o clientes del señor, contribuyendo a la defensa, como en los castillos medievales hispánicos.
El Agadir es producto del esfuerzo colectivo entre familias entroncadas como solidaridad ante el peligro, las viviendas adyacentes forman un recinto rectangular, y los gastos de construcción se prorratean.
'Tagadirt', en el lugar denominado Talat Imakun (Valle de los ladrones),- Ait En Nus.
Un aspecto del poblado denominado Agadir (Ait el Joms). Su nombre refleja las condiciones defensivas a que se sujetó la construcción.
Perspectiva muy exagerada de un 'Tagadirt' para dar idea de la terraza corrida para su defensa, y de los interiores.
Da carácter a esta construcción el borch o torre que se une a los muros, que pueden formar uno o varios asarag (patios) en torno a los cuales están las dependencias y que habitualmente tienen un tanufti o cisterna.
Una azotea corrida circunda la construcción tanto en el agadir como en el tagadirt.
El borch suele ser de dos plantas, y hasta de tres. Su forma es mayoritariamente prismática en el agadir, y de tronco de pirámide en el tagadirt. En todas sus plantas se abren troneras que defienden cada paño o costado, desde los cuales puede batirse un amplio círculo de terreno. Tanto los muros exteriores como los paños del borch se hacen mezclando en el luh tierra y piedras menudas para darle mayor solidez y resistencia. El aspecto babilónico de estas torres no es causa suficiente para atribuirles un carácter oriental, pues desciende del castellum romano.
El borch suele alzarse en un vértice del plano de la construcción, en la dirección de donde se espera que venga el posible ataque, dando el resto de los muros a campo amigo. Estos casi nunca están almenados, a lo sumo a los dos lados del borch. Las troneras o aspilleras se abren en los muros sobre la terraza corrida, adarve de la fortaleza. A ella se sube por una iskfald o escalera portátil, y al borch por otra interior.
La puerta de entrada nunca tiene un recorrido rectilíneo, sino en aggurmmi o recodo, lo que ofrece la máxima defensa en caso de ataque, y también defiende del exterior el recato de la vida casera. En el ángulo que describe el aggurmi suele estar el establo del caballo o mula del dueño de la casa, que no se sujeta por ronzal, sino a una cuña clavada en el suelo y con trabazón en las patas delanteras.
El doble Borch
Algunos tagardit tienen dos borchs para aumentar la defensa. En estos casos se disponen en los vértices opuestos en una diagonal del plano. Únicamente aparecen en la misma fachada en casos en que el peligro proviene siempre de la misma dirección. La disposición de las troneras sigue siendo a los cuatro vientos por la posibilidad de conquista de uno de ellos. Para contrarrestar más esa posibilidad, hay dependencias interiores en forma de torres sobre la terraza con sus correspondientes troneras defensivas.
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