Fuente: Revista Canarii (nº 21, julio 2011)
LA GUERRA DE IFNI-SÁHARA A TRAVÉS DEL "DIARIO DE LAS PALMAS" (1957-1958)
Entre los meses de noviembre de 1957 y junio de 1958, más de 200
soldados españoles perdieron su vida en la última guerra colonial de
España: la guerra de Ifni-Sahara. La estratégica localización del
Archipiélago canario hizo de las Islas una base de operaciones
excepcional para las fuerzas españolas.
En la noche del 23 de noviembre de 1957 fuerzas del autodenominado
Ejército de Liberación iniciaron un ataque contra Ifni y el Sahara. A
pesar de la incertidumbre inicial, el ataque confirmó las sospechas de
las autoridades españolas, que ya habían percibido meses atrás los
primeros indicios de inquietud.
Los orígenes del conflicto en el Sahara se remontan a 1954, cuando se
produjeron las primeras alteraciones de la paz a raíz de la nueva
política impositiva adoptada por la Presidencia del Gobierno. Ya en el
año 1956 se detectó en los territorios españoles la presencia de fuerzas
procedentes de Marruecos, pero, como se dirigían hacia la Mauritania
francesa, no se les prestó mayor atención. Sin embargo, la situación
planteó una difícil disyuntiva en tanto en cuanto obligaba a elegir
entre posicionarse al lado de Francia o salvaguardar las inversiones
españolas en Marruecos. Finalmente se optó por una política intermedia:
por un lado, se desprestigiaría al Ejército de Liberación en las
posesiones españolas; por otro, se mantendría una cooperación secreta
con Francia. Pero de poco sirvió ya que continuaron las injerencias de
las autoridades fronterizas marroquíes, iniciándose además una espiral
de violencia con el asesinato de varios indígenas del Grupo de Policía y
de Tiradores.
La censura del Régimen, siempre cuidadosa de prohibir cualquier
publicación que dañase su prestigio, se encargó de no permitir la libre
divulgación de las noticias relacionadas con el conflicto. Hemos de
tener en cuenta que en 1937 se había creado la Delegación del Estado
para Prensa y Propaganda y en 1938 se había decretado la Ley de Prensa;
una ley de guerra que perduró hasta 1966. De este modo, los medios de
comunicación transmitían las órdenes del Estado y el conflicto de
Ifni-Sahara no fue una excepción. A pesar de las manipulaciones, las
noticias relacionadas con el conflicto fueron prácticamente diarias.
Como pone de manifiesto la siguiente gráfica que representa el número de
páginas que ocupó el conflicto en el Diario de Las Palmas entre los
meses de noviembre de 1957 y junio de 1958, el conflicto no pasó
inadvertido para la opinión pública grancanaria:
Pero esto no quiere decir que la población estuviese bien informada,
ya que en la mayoría de los casos las noticias estaban distorsionadas.
Un claro ejemplo es la situación que se presentó tras el ataque del 23
de noviembre, cuando el Ejército de Liberación había sitiado varios
puestos españoles, pero la prensa presentó el conflicto como un problema
ajeno a los territorios españoles.
Durante el desarrollo de las operaciones “Gento” y “Netol”, iniciadas
en diciembre de 1957 para liberar las guarniciones que aún se
encontraban sitiadas y replegarse hacia Sidi Ifni, la prensa siguió la
misma línea. Parece obvio que el repliegue se realizó ante la
imposibilidad de mantener el territorio y no voluntariamente, tal y como
se afirmó en el Diario de Las Palmas el 9 de diciembre de 1957. Y es
que por esas fechas ni siquiera la capital estaba asegurada, por lo que
se puso en marcha la “Operación Diana”, una operación cuyo objetivo era
establecer un perímetro defensivo en torno a Sidi Ifni. El éxito de
dicha operación permitió mantener Sidi Ifni hasta 1969, pero el resto
del territorio se abandonó.
Las operaciones en el Sahara, al tratarse de un terreno más propicio
para las unidades convencionales, fueron relativamente más sencillas.
Sin embargo, el 13 de enero de 1958 el Ejército español sufrió la
derrota más dura en Edchera. Sobre este combate, el Diario de Las Palmas
publicó una crónica el 18 de enero que a la postre sería uno de los
artículos más distorsionados. Aunque casi nadie se pone de acuerdo, lo
cierto es que las 300 bajas que el Diario de Las Palmas otorgó al
Ejército de Liberación parece una cifra un tanto abultada; sobre todo si
se compara con el dato de Casas de la Vega, el cual habla de 50 muertos
para el Ejército de Liberación y 40 para el Ejército español. El
teniente Aguilar en cambio afirmó que las fuerzas españolas solamente
pudieron recoger seis cadáveres enemigos, mientras que el Ejército de
Liberación reconoció 12 bajas propias. Sea como fuere, es evidente que
la cifra de bajas enemigas se manipuló, ocultándose además las bajas
propias. En este punto es importante aclarar que los partes eran
redactados por el Ministerio del Ejército, el cual siempre evitó ofrecer
un recuento general de bajas, probablemente para evitar una cifra
abultada. La mayor parte de las bajas en el Sahara se produjo durante el
desarrollo de la “Operación Teide”, entre el 12 y el 20 de febrero.
Gracias al éxito de dicha operación, las fuerzas españolas lograron el
control absoluto del territorio hasta 1976. Sin embargo, el Diario de
Las Palmas no se refirió a ella hasta 3 de marzo de 1958, cuando anunció
la desarticulación total de las bandas armadas en el Sahara.
El Régimen franquista también utilizó la prensa para transmitir su
particular visión de los acontecimientos. En pleno proceso
descolonizador auspiciado por la ONU era importante no aparecer como un
país beligerante. Por ello, era habitual encontrar artículos que
culpaban de la situación al enemigo. No obstante, no fue fácil explicar a
la opinión pública quién era el enemigo. Cabe recordar que Franco se
había erigido en defensor de los países árabes y suministró numerosas
armas al Ejército Real de Marruecos. El problema se presentó cuando
Marruecos entregó muchas de esas armas al Ejército de Liberación, pues
tocaba elegir entre acusar a Marruecos -y por tanto quedar en evidencia-
o mirar hacia otro lado. Nuevamente se optó por una solución
intermedia: no se acusaba directamente a Marruecos, pero se dejaba
entrever su vinculación. En consecuencia son numerosas las
contradicciones del Diario de Las Palmas, que, a pesar de las
evidencias, solamente fue capaz de acusar a Marruecos citando a un
enviado especial del Daily Express el 1 de diciembre de 1958.
Lo cierto es que se prefirió achacar los ataques a una hipotética
presencia comunista en el norte de África. Fueron numerosos los
artículos que apuntaban hacia esta hipótesis, pero uno de los más
llamativos se publicó el 16 de enero de 1958; en él se denunciaba una
hipotética maniobra soviética para dominar África. De esta forma se
intentaba atraer el apoyo de Estados Unidos. Sin embargo, el Gobierno
estadounidense ya había sacado todo lo que necesitaba de España en los
acuerdos de 1953 y ahora estaba más interesado en aumentar su esfera de
influencia en el norte de África.
La prensa también se usó para transmitir una imagen de unidad
nacional. Por ese motivo se llevó a cabo un exhaustivo seguimiento de
los numerosos aguinaldos navideños que el Régimen organizó para los
combatientes y la visita de varios artistas de la época a Sidi Ifni, tal
y como se informó en el Diario de Las Palmas el 6 de enero de 1958.
Pero éstas no fueron las únicas muestras de afecto. También se
organizaron numerosos actos en apoyo de los combatientes como una
verbena celebrada en homenaje a los combatientes de Ifni el 8 de febrero
de 1958 y un desfile militar celebrado el 20 de abril en Las Palmas de
Gran Canaria
El Régimen también encontró en la prensa la plataforma ideal para
justificar el tardío colonialismo español en el Norte de África.
Utilizando argumentos históricos, jurídicos o incluso económicos, como
la importancia del territorio para las Islas Canarias, se intentó
defender las posesiones del África Occidental Española (AOE). Con el
objetivo de reforzar estos argumentos, el Gobierno español reorganizó el
AOE, con lo que pasaban los territorios de Ifni y Sahara a ser
provincias a partir de enero de 1958. De esta manera se mandaba un claro
mensaje: los territorios no serían abandonados, máxime cuando se había
decidido afrontar una guerra colonial.
Podemos concluir que el conflicto de Ifni-Sahara tuvo una presencia
muy destacada en el Diario de Las Palmas. A pesar de la censura, el
conflicto no pasó inadvertido para la opinión pública. La Guerra de
Ifni-Sahara, más que una guerra silenciada, fue una guerra manipulada,
puesto que el Régimen franquista, más que ocultar la información, la
distorsionó. De hecho, se utilizó a la prensa para transmitir la versión
oficial de los acontecimientos y ensalzar a los héroes de Ifni-Sahara.
Por ello, la Guerra de Ifni-Sahara no fue totalmente desconocida para la
sociedad canaria, pero la imagen que se ofreció no se correspondió
exactamente con la realidad.
Saúl Cruz del Rosario (1986) es licenciado en
Historia por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria en 2010 y
ganador del tercer premio del 1er Certamen de Investigación de Historia
de Canarias para universitarios de la ULPGC , convocado por la Fundacion
Canaria Archipiélago 2021 y el Departamento de Historia de la ULPGC
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