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Intrahistoria de la entrega de Ifni (relato de un testigo) Imprimir E-Mail
Manuel Jorques Ortiz
Escrito por Manuel Jorques Ortiz   
lunes, 22 de julio de 2013
Matías Lozano, durante la entrevista.
Matías Lozano, durante la entrevista

Fue Don Miguel de Unamuno quien inventó el vocablo de la intrahistoria para definir la “letra pequeña” de la Historia, aquello que no parece necesario (ni tal vez conveniente) darle excesivo relieve, para que no empañe el brillo del relato de los hechos que hacen los sesudos, doctos y (en ocasiones) presuntuosos historiadores.

Hace muy pocos días (el 30 de Junio) se han cumplido 44 años desde que España entregó Ifni a Marruecos. Conocemos el relato oficial, muy escueto y escasamente documentado gráficamente (los medios de comunicación españoles casi no tocaron el tema; todo lo contrario que hizo el Reino Alauita), y nos parece que puede ser interesante (no nos atrevemos a decir importante) dar a conocer el relato de un testigo presencial de aquel transcendental hecho, así como de los meses previos a la consumación de la “retrotraición” cometida por el gobierno del General Franco.

Veamos pues lo que nos cuenta MATÍAS LOZANO DIAZ DEL CAMPO, ex policía de Ifni, que durante trece meses presenció el desmantelamiento de la provincia nº 51 de España.

Matías Lozano, policía de Ifni.Matías Lozano, policía de Ifni.
Matías Lozano, policía de Ifni.

Aunque nacido en Daimiel (Ciudad Real) y censado en dicho pueblo, Matías vivía en Valladolid desde que a los 18 años ingresó como empleado de la Compañía Telefónica Nacional de España (como entonces se llamaba) y allí fue informado por sus familiares de que le había tocado prestar el servicio militar obligatorio en Ifni. Nacido en Noviembre de 1.946 pertenecía al reemplazo de 1.967 y tuvo el discutible honor de que el último contingente de reclutas enviado a Sidi Ifni en Mayo de 1.968 fuera el suyo. A partir de ese momento no llegaron nuevos quintos.

El Campamento de instrucción del Grupo de Policía Ifni nº 1 continuaba situado en la parcela que existía entre la pista del aeródromo y el acantilado sobre el Atlántico, colindante con el Matadero Municipal, que tantas inmundicias arrojaba en los alrededores, para la alegría de millones de moscas de todos los colores y pelajes imaginables. Duró tres intensos meses de los que destaca el comportamiento ejemplar del capitán Don Emilio Atienza (sus charlas teóricas, eran una delicia) y la brutalidad de un sargento apellidado Alonso. Como dato anecdótico pone de relieve que tenían entre ellos (los de quinta) tres voluntarios muy especiales: “Ramón Fernández-Cid”, de solo 16 años de edad, hijo de un comandante (le parece que de Tiradores), un hijo del General de Ifni (Vega) y un hijo del Secretario General del Gobierno (Iglesias). Del primero y el último tiene un recuerdo muy grato, pero del hijo del general no. Dice que era un chulo y que como le exigió que le hiciera la cama, al negarse Matías, le dio un terrible bofetón en un oído que le tuvo casi sordo durante algún tiempo. Encima, los fines de semana, lo podían ver desde el acantilado, como montaba a caballo por la playa y se burlaba de ellos.

Jura de Bandera ante el Cuartel de Tiradores.
Jura de Bandera ante el Cuartel de Tiradores.

Trae a colación Matías el libro “IFNI 1961-62. MEMORIAS DE UN SOLDADO” en el que se explica cómo en aquella quinta resultaron afectados por salmonelosis muchos reclutas sin que se depuraran responsabilidades ni se atendiera mínimamente a los enfermos, ya que a ellos le pasó exactamente lo mismo, por una ensaladilla en mal estado.

Finalizado el periodo de instrucción y tras la jura de bandera en el mes de Agosto de 1.968, fue destinado a la Compañía Local, mientras que otros compañeros pasaron a la llamada 1ª Compañía. La Local la mandaba, precisamente, el capitán Don Emilio Atienza, lo que era garantía de un trato justo. El Grupo de Policía estaba entonces a las órdenes del comandante Don Luis García Rascón que había tomado el relevo del famoso (y temible) comandante Mena.

Aspecto del cuartel de la Local (año 1.969)
Aspecto del cuartel de la Local (año 1.969)

El último trimestre de 1.968 en su Compañía empezaron a oírse “macutazos” sobre la posible salida de Ifni de los españoles; los rumores se acrecentaron al constatar que mientras se marchaba gente licenciada no llegaban nuevos reclutas, aunque de momento los efectivos de ambas compañías permitían que los servicios se repartieran entre ellas cada veinticuatro horas. No obstante el día de “descanso” era aprovechado para hacer instrucción y marchas por el campo, rememorando una en la que llegaron a una posición de Tiradores en la que los soldados iban sucios y andrajosos y les pedían agua, de la que carecían, y a quienes les entregaron sus cantimploras. Comprobó la diferencia entre los policías en la ciudad y los Tiradores en el perímetro fortificado, unos con agua abundante y ciertas comodidades, mientras que los otros estaban en condiciones tercermundistas.

Cuartel de la 1ª compañía de Policía.
Cuartel de la 1ª compañía de Policía.

Al finalizar el año aquel rumor fue haciéndose mayor; dejó de salir el semanario AOE, las familias de muchos mandos empezaron a marcharse de Sidi Ifni, y mientras los soldados se frotaban las manos pensando en una licencia cercana que les acortara su mili, aquellos jefes, oficiales y suboficiales que se quedaron en el territorio (sin sus familiares) estuvieran de pésimo humor y alguno de ellos lo descargara sobre la tropa.

Conforme avanzaba 1.969 el desmantelamiento era más evidente. De su cuartel de la Local se llevaron hasta las literas y tenían que dormir en el suelo y el personal de la 1ª compañía evacuó su cuartel (el más moderno que tenía hasta piscina) y se replegó a la Local, pues ya solo quedaban los que se habían incorporado en Mayo del año anterior (unos 80) que tuvieron que hacerse cargo de todos los servicios a razón de cuatro horas, descanso de otras cuatro y así día y noche. Al romper el ritmo normal del sueño los policías iban como sonámbulos.

Los últimos de Sidi Ifni, esperando el embarque para El Aaiún (27/06/1969)
Los últimos de Sidi Ifni, esperando el embarque para El Aaiún (27/06/1969)

Además, el malestar de los superiores, iba en aumento, lo que motivaba arrestos y castigos desproporcionados, como aquel del que fue protagonista un sargento analfabeto (bruto total) llamado Ricardo Buenache, al que le cayó encima un cubo de agua que habían puesto sobre la puerta de los lavabos de la compañía, para dar el bromazo a algún soldado. Buenache hizo salir al patio a toda la gente y preso de una furia irracional empezó a pegar hostias a diestro y siniestro (Matías también las recibió, no lo olvida) y como al parecer las manos se le entumecieron hizo que Matías, encargado del armero, le facilitara una porra para continuar con la “juerga”, y como le dio la de estructura hueca (poco peso y poca pegada) requirió la maciza y los golpeó a placer durante un largo rato. La idiotez a la que se llegaba en aquel Ejército puede describirse muy rápidamente: Al día siguiente todos se enseñaban los hematomas que llevaban en sus carnes en una especie de concurso de cuales eran mayores.

Con el uniforme de Policía Territorial, en las arenas del Sahara.
Con el uniforme de Policía Territorial, en las arenas del Sahara.

A primeros de Junio de 1.969 se presentó en Sidi Ifni un contingente de la Policía o Gendarmería Marroquí que fue aposentado en el cuartel que había sido de la 1ª compañía (la que tenía piscina) y los servicios los hacían conjuntos (un musulmán y un cristiano) con el fin de que fueran conociendo el terreno que puede decirse ya era suyo.

Ese mes de Junio fue muy duro. Los soldados tenían que reprimir su alegría (creían que los iban a licenciar) mientras que los mandos aumentaban su mal humor y en ocasiones (los suboficiales) el trato degradante aumentaba. A destacar la conducta del capitán Atienza que antes de marcharse del territorio se despidió de todos los hombres a sus órdenes y los fue abrazando individualmente.

El día 26 de Junio se seleccionó una sección de Policía (los más altos) que con una compañía de la Legión se quedaron para arriar la bandera de España, mientras que la tropa de Tiradores era embarcada en los buques fondeados frente a la costa. Antes, se habían llevado el armamento pesado, mobiliario, vehículos, etc. Sidi Ifni quedaba prácticamente vacío de españoles, después de 35 años.

En las primeras horas del día 27, el resto de los policías y las compañías restantes de la Legión, fueron llevados al aeropuerto desde el que se hizo una especie de puente aéreo con El Aaiún. La tropa profesional (legionarios) vale, pero los de leva obligatoria (policías) que creían iban a licenciarlos anticipadamente tuvieron que cumplir los tres meses que les quedaban en la Policía Territorial del Sahara, y así consta en la cartilla militar de Matías.

Septiembre 1.969 ¡Al fin llegó la licencia!
Septiembre 1.969 ¡Al fin llegó la licencia!

Al llegar a la provincia del Sahara (la nº 52) los 80 policías de Ifni fueron distribuidos por diversas localidades en las que existían puestos o cuarteles de la Policía Territorial. Matías quedó en El Aaiún.

Esos últimos meses de mili fueron duros, incluso desagradables, no solo por el lugar al que fue llevado y a la fractura de la convivencia de sus compañeros de Ifni, sino porque no tenían nada que hacer (no les ponían servicios) lo que ponía de relieve la inutilidad de aquello y la pérdida de tiempo en detrimento de su futuro civil.

Ya hemos dicho que Matías era empleado de Telefónica y dio la casualidad de que en el cuartel estaba montando una centralita un soldado de Transmisiones (también, como él, funcionario de la Compañía Telefónica) al que ayudó, y cuando ese soldado le pidió al capitán de la compañía si podía echar mano de él como ayudante, el oficial al comprobar que en su documentación figuraba como destino en Sidi Ifni el de armero (aunque no lo era de oficio) lo dedicó a poner en orden y repasar el armamento ligero. Y así hasta la licencia.

 

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MANUEL JORQUES  - PARA QUE LO ENTIENDAS   |01-10-2013 18:34:35
Vale, Guzmán. Lo entenderías mejor si leyeras las Memorias que publiqué en 2.007,y una segunda edición en 2.009, que es cuando empecé a asomarme a estos foros e inicié una tímida labor de articulista recordando mis años mozos en que fui redactor del Diario Información de Alicante, todo ello al alimón (símil taurino) con mi jubilación como funcionario judicial (la abogacía tuve que dejarla años antes por enfermedad grave).
Aunque las dos ediciones están agotadas, si te interesa puedo proporcionarte un ejemplar en soporte informático (gratis total) para que las leas en pantalla o las imprimas si lo consideras oportuno.
Solo una puntualización (qué no puntilla): Mis amigos pagaron todos las tasas del carnet de conducir; las mías me las condonaron el comandante Guerra y el sargento Fortes. Como anécdota que viene al caso: Cuando fui a hacerme las fotografías de carnet, el fotógrafo Martínez, que me conocía, me las regaló
GUZMAN (CUALQUIERA DE LOS TRES  - NO ENTIENDO NADA   |30-09-2013 07:19:54
Saludos. Primero una confesión, Sr. Manuel Jorques, he de reconocer que no soy mayor que tú, pero si estuve más años que tú en Ifni y ya sabes, los años allí valen doble.
A la pomada, NO ENTIENDO NADA. Para sobrevivir física y mentalmente bajo la ferrea disciplina militar, adaptarte camaleónicamente para que el sistema no te tritura; cojo y me hago el carnet para mi y mi peña por la patilla, vamos de gratis total. Es que no lo veo. Por favor que el Urdangarin y su abogado no utilicen este atenuante porque cambiarían todos los princicipos jurídicos habidos y por haber.
Polemica cerrada. No merece la pena discutir algo sucedido hace tanto tiempo y además, no es nada extraordinario. No debo dar lecciones de moral ( es precisamente lo que critico) porque, otra confesión (me empiezo a dar lastima), te puedo asegurar que a mi me hubiera costado mucho no hacer lo mismo
Más saludos y también cordiales.
MANUEL JORQUES  - ZANJEMOS LA CUESTIÓN   |26-09-2013 08:52:20
Saludos cordiales: Si eres mayor que yo, es que tienes más de los 74 "tacos" que acabo de cumplir; felicidades por tu inmejorable estado de forma mental (escribes divinamente).
Lo que olvidas es que yo (como otros muchos miles) estuve en Ifni obligado y dadas las circunstancias que me (nos) rodeaban, sobrevivir física y mentalmente era imprescindible. Aquello era un paréntesis en mi (nuestra) vida. Para los profesionales, comerciantes, funcionarios y sus familiares era su modus vivendi. Ellos (y posiblemente tu) lo veis de diferente modo (ya sabes, según del color del cristal). Si completáramos ambas visiones tal vez saldría un retrato más ajustado a la realidad.
Aquello era como era y o te adaptabas camaleónicamente, durante los meses que duraba la mili, o te trituraba el sistema. Un veterano mío al que se le ocurrió contar los fusiles del armero que según la relación que se le entregó al entrar de cabo de cuartel y comprobar que faltaba uno, se pasó todo el resto del servicio militar declarando en el sumario que el Juzgado instruyó al efecto.
Si te parece, cerramos la polémica. Te doy la razón en la parte que la tienes (evidentemente debía haber guardado silencio) y me quedo con la mía (aunque sea mínima) por haber seguido (como muchos otros) el popular y viejo consejo de que "A DONDE FUERES, HAZ LO QUE VIERES". Es posible que no actuara (actuáramos) demasiado gallardamente, pero con 21 años, y bajo la férula militar, bastante merito fue el sobrevivir.
Fuera pues el mal rollo (como se dice ahora) y yo también te mando un sincero saludo, y personalmente quedo a tu disposición.
P.D. Es sintomático que en las más de 150 entrevistas que he hecho a soldados rasos de aquella época, son pocos que no respiran por la "misma herida". No obstante, ni rencor, ni odio, ni malos sentimientos... Tan solo deseos de contar la verdad (su verdad) sin una finalidad definida, que yo definiría como confusamente liberatoria.
GUZMAN (EL MALO)  - BLA.. BLA.... BLA.....   |25-09-2013 07:06:11
Saludos. Que sí, que sí, bla.. bla.. bla.. bla... mucho rollito de beneplácito expreso; del otro , del tácito (cajón de sastre para nuestros intereses y sacos de malentendidos), que si un negocio de 250 ptas, que si el baranda del banco con el teniente guadalfajara con unas copitas, que no te preocupes colega que esto lo apaño yo en un plisplas, pa´riba, pa´bajo, pero el carnet de conducir para tí y tus troncos de guadacalofi, vamos por la patilla.
Mira no te escuses, pero en este mundo y mientras salga el sol todos los días, cada uno se apaña cuando puede y como puede. Lo que uno es ir de inquisidor puro e inmaculado. Recuerda y perdon por el consejo, pero ,soy mayor que tú y me lo puedo permitir, recuerda ,digo, que uno es dueño de sus silencios y exclavo de sus palabras.
Un sincero saludo.
JORQUES  - MAS CARNETS DE CONDUCIR   |21-09-2013 07:19:33
Sr. Guzmán (¿¿¿???) A mayor abundamiento de mi comentario anterior, para que no crea que el "funcionamiento" de Tráfico en Sidi Ifni era cosa implantada en el 61-62, le copio literalmente lo que el que fue director del Banco Exterior de España en aquella ciudad escribió en su conocido libro CACERÍA DE CUCLÓSTOMO EN IFNI, con relación a su "examen" para conseguir el carnet de conducir (se había comprado el Austin IF-222 en 1.955): "... más para ir a España me faltaba la papela del Teniente de Ingenieros que se ocupaba de tales menesteres. Minutos después de recibir las llaves del coche me encontré con Guadalfajara en la barra del Casino, y después de refrescarnos con dos o tres cócteles de 50 grados, de aquellos del barman-cocinero Manolo, rebajados con un poco de agua Firgas, insistí en que quería hacerle una demostración volantista (tras una fluida charla, y sin demostración alguna, el teniente le dice) Vamos, pues, pero con otra condición: Si consigues llevarme despacio, sin saltos de cabra, tendrás tu carnet esta misma tarde".
Como verá, Sr. Guzmán, la "prevaricación" venía de lejos.
Por cierto, si hay interés en saber como se matriculaban vehículos con las siglas IF sin haber pisado nunca Ifni, lo puedo explicar en profundidad. Aquello era una auténtica merienda de negros (como vulgarmente se dice).
JORQUES  - CARNET DE CONDUCIR   |19-09-2013 18:34:23
Sr. Guzmán (el Bueno, el Malo o el Regular). Si usted consulta con algún abogado (salvo que usted mismo ostente tal título) ´podrá saber que en 1961 el delito de Prevaricación, tanto el Código Penal, como la doctrina científica y jurisprudencial lo ubicaban únicamente a los jueces y magistrados en el ejercicio de su función jurisdiccional; la evolución que ha tenido esa figura penal que se ha extendido a numerosos funcionarios, en aquella época no existía.
No obstante, yo no era funcionario sino un soldado que recibía órdenes de sus superiores, y todos los carnets (para Sevilla o para Sidi Ifni), incluido el mío, tenían el beneplácito (expreso unas veces, tácito en otras) de aquellos que llevaban galones o estrellas.
Ese tema de los carnets daba buenos dividendos (se pagaban tasas por la expedición, de unas 250 pesetas, que a mi me condonaron) y se hacían muchos a los soldados de reemplazo. Aquellos que en su vida civil iban a ser conductores profesionales, se les examinaba y se les hacía de primera clase, pero como la edad mínima eran 23 años, aquellos que no los habían cumplido antes de la licencia, el expediente se hacía con fecha posterior (cuando ya no estaban en Ifni) y se les enviaba a sus domicilios con el sobre ya franqueado que habían dejado en nuestra oficina. Hay que reconocer que esa ¿prevaricación? fue muy provechosa para muchos de aquellos soldados.
Si le interesa más información de la Jefatura de Tráfico de Sidi Ifni (años 1961 y 1962) puede ponerse directamente en contacto conmigo.
Saludos.
BUENACHE  - DE BONACHE (BUENACHE) A MATIAS. CONTINUACION   |09-09-2013 10:29:15
CONTINUA
No debe resultar extraño, sí, en algunos casos no deseado, que un Suboficial entre, aunque sea de paisano en una dependencia, está en su derecho, por favor que no se busquen teorias retorcidas, se puede entrar por muchos motivos. Quizá por eso se pusó el cubo, aprovechando que él no estaba de servicio (no lo dude, la disciplina se debe imponer desde el respeto a la persona... y al mando).
Le puedo asegurar que él no estaba nervioso, nunca lo ví de esa manera, ni de mal humor por la entrega de Ifni. Estoy seguro que estaba de muy mal humor (admito de muy mala leche) por lo del cubo y más el o los responsables por lo del cubo no desmostraron compañerismo, sí repito, compañerismo. Por supuesto que el no dió los bofetones para implantar una leccion de compañerismo, pero que ustedes debieron aprenderla, sí , y ojalá les haya servico para futuras situaciones (lo digo sinceramente). No dude que ese mal humor se le hubiera puesto con superiores también, evidentemente actuaria de otra manera, o quizás no, recuerde el asunto de la silla ( se lo digo por lo que dice de "que no sería capaz de hacer con un soldado de reemplazo", haga el favor de no juzagarlo a la ligera, repito en este asunto de los soldados de reemplazo).
Para finalizar dos cosas. Primera, yo no dije que se criara en la Universidad de la vida; dijé en la Universidad del Ejército, que por suerte o por desgracia (según te guste o no) es distinta. Segunda, pienso sinceramente que mi padre era una persona pacifica (quizás algunos no, vale, correcto, estoy seguro que muchisimos soldados no le vieron nunca dar un bofeton a nadie).
Saludos
BUENACHE  - DE BONACHE (BUENACHE) A MATIAS   |09-09-2013 09:45:18
Sr. Lozano, por supuesto que no tengo pruebas de que usted haya cometido ninguna infraccion en su trabajo, ni lo he dicho, al igual que creo que nadie debe generalizar y decir que todos los militares en Ifni estaban para medrar. Sin duda ese es el problema de que alguien redacte por otro.
Parece que el meollo del asunto está en la famosa noche del cubo de agua (le pido disculpas, sinceras, por el daño que lo pudiera producir). Pués bién, sigo pensando que de lo sucedido aquella noche, fué únicamente responsable el o los que lo pusieron, al no tener la valentía y honradez de asumir su responsabilidad y dejar que inocentes pagaran por culpables.
Por su puesto que estoy en contra, con las circunstancias de hoy en día, del uso de la violencia. Ya está más que comentado que en aquellos tiempos la vida era distinta en todos los ámbitos de la vida, pero no solo en España sino en cualquier pais de nuestro entorno.
Permítame que le diga que en el Ejército se espera que cada uno sepa resolver las situaciones sin tener que recurrir a los superiores (no soy cínico); se podrá estar de acuerdo o no en si fué o no desproporcionado. Está claro que no se iba a crear una comisión de investigación, simplemente se arreglaban las cosas así, entiendo que el que las sufriera le parezca desproporcionado, pero que a nadie le quepa ninguna duda de que era también como esperaban los Oficiales que se resolvieran. Para poder tener un conocimiento más exhaustivo de lo sucedido, habría que escuchar a todas las partes, esto ya no puede ser y aunque se pudiera, después de tantos años, los distintos intervinientes no lo recordarian con la misma intensidad y detalles, por circunstancias obvias.
Matias  - de Matias a Bonache continuacion   |08-09-2013 12:39:29
No pasa nada por admitir que "aquello" era asi. Lo que no se debe hacer es tratar de justificarlo. En el libro "Historias Secretas de Ifni" hay una cita (creo que es de un jefe) que dice textualmente: "¡Nada me puede asustar! Tengo asumido que aquello era una Colonia en la que unos eran los dueños -nosotros- y otros los esclavos -los pobres soldados-" Fin de la cita.
Dice usted que lo hacia para fomentar el compañerismo. ¡Hombre! A ver si me va a decir que cuando la policía da "hostias" está impartiendo clase de educación ciudadana. ¡No seamos cínicos por favor! Señor Bonache, dice usted que su padre (con el genio que tenia) por discrepancias con un superior, agarró usa silla para estampanarsela. Si eso lo hizo con un capitán... ¿Qué no seria capaz de hacer con un soldado de reemplazo? Bonita manera de dialogar de una persona pacífica. ¿No cree? Señor Bonache, mi relato sale fortalecido con el titulado VIVENCIAS del compañero Julian. Es posible que salgan más. Del campamento no quiero contar nada, asumí que aquello era así. El libro de Jorques "Memorias de un Soldado" da idea de lo que era.
Por cierto, la "caricia" que me hizo el hijo del general fue por la espalda, con ambas manos y en ambos oídos a la vez. Su padre me lo terminó de arreglar. En una de las hostias yo moví la cabeza (culpa mía) y me dio en el oído... Tengo diagnosticado traumatismo de oído interno... y ahí lo dejo. Que cada cual piense lo que quiera.
Cuando me licencié hice borrón y cuenta nueva. Solo por higiene mental. Pero no hay cosa mas difícil de borrar de la mente que aquello que uno quiere olvidar.
Señor Bonache, mi autoestima no está baja. Por ahí no me va a hacer daño, como dice usted en tono irónico. Si quiere hacerme daño busque otro camino. Yo, como su padre, también me formé en la universidad de la vida. Yo no soy docto en nada, ni intelectual de telefónica. No le consiento ese tono irónico y burlón. Es muy loable que defienda a su padre, pero dé argumentos. Usted no me conoce, por lo tanto, no me juzgue por favor.
Aquí lo dejo, por mi parte, espero haber zanjado el asunto. No quiero debatir ni entrar en polémicas. Yo no dispongo de Internet y tengo que pedir favores.
Saludos.
Matias  - De Matias a Bonache   |08-09-2013 12:33:23
Antes de nada quiero hacer algunas aclaraciones. No tengo Internet ni ordenador, por lo tanto no pienso entrar en dimes y diretes que no conducen a nada, solo una retorica inútil. Me entero de los artículos cuando alguien me los cuenta y tengo la oportunidad de "pillar" un ordenador, osea, que soy "analfabeto informático".
También quiero dejar claro que todo lo que digo y cuento lo hago sin acritud, rencor ni odio contra nada ni nadie, que quede claro. Que nadie se sienta ofendido por alguna expresión mas o menos afortunada. No está en mi intención ofender a nadie.
Señor Bonache, me pide usted que conteste... pues aquí tiene mi respuesta. Si ud cree o tiene alguna prueba de que yo, Matias Lozano, en mi trabajo he cometido alguna falta o infracción le ruego que denuncie el caso concreto y no arremeta con toda la telefónica. Para ello emplea un tono hiriente, irónico y burlón que dice muy poco en su favor. A Jorques le conté algo concreto, con nombres y apellidos, y el le dio forma literaria. El relato está "descafeinado". Podía ser más crudo. Señor Bonache, yo no pongo en duda que su PADRE fuese una persona pacifica, amable y cariñosa en el ámbito familiar. Lo que si digo y afirmo es que ese día, se pasó, se le fue la mano... Ya cuento que en aquellos días, antes de la entrega de Ifni, había nerviosismo y mal humor. Señor Bonache, su Padre no estaba de servicio. Se presento de paisano en hora nocturna. ¿A qué entró en el dormitorio? ¿A darnos las buenas noches? Lo que, a mi juicio, debía haber echo es requerir la presencia del oficial de servicio y que él hubiese puesto el arresto pertinente, y no el castigo brutal y la agresión física que su Padre nos propinó (a todos) incluidos los que regresaban de servicio a las 22:30 de la noche. Si buscaba al culpable, ellos no podían ser, no sabían nada, yo estaba en la armería esperando el regreso de los policías de servicio para recogerle las armas. Y fui el primero en cobrar: tres pares de hostias (el era muy generoso, siempre las daba de dos en dos). Si quería saber quien puso el cubo, los tenia en los 10 o 12 que estaban en el dormitorio (en el ejercito el arresto se admite, la agresión física NO). Señor Bonache, la agresión y la violencia solo genera odio. No lo dude. La disciplina se impone desde el respeto a la persona. Eramos personas, no animales ¿O no lo cree usted así?. Repito, no guardo rencor a nadie. Nunca lo he echo. Cuando cuento estas "batallitas" siempre lo hago en tono de humor. Nunca con resentimiento, créame señor Bonache. ¿No cree usted que no puede ser casualidad que en todos los artículos, relatos o comentarios, que se hacen de la policía de Ifni, siempre salen los mismos nombres? Ah! ¿que los otros no cumplían las ordenes? Porfavor...
No pasa nada por admitir que "aquello" era asi. Lo que no se debe hacer es tratar de justificarlo. En el libro "Historias Secretas de Ifni" hay una cita (creo que es de un jefe) que dice textualmen...

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