Fuente: La Voz de Galicia.es
En el marco del enfrentamiento que desde los años noventa
mantienen con el régimen marroquí, varios cientos de
diplomados en paro se encadenaron ayer en el centro de Rabat a la
histórica sede del partido del Istiqlal, la principal fuerza de
Gobierno, a la que pertenece el primer ministro, Abas el Fassi. Subidos
a los tejados y muros del recinto, blandiendo sus diplomas
universitarios, durante varias horas no cesaron de gritar proclamas
contra «la indiferencia» del Ejecutivo ante su exigencia de
que el Estado los integre en la función pública.
Bajo la atenta mirada de las fuerzas auxiliares, que rodeaban el
recinto, se vivieron momentos de auténtica tensión, sobre
todo cuando varios individuos que portaban botellas con combustible
trataron infructuosamente de quemarse a lo bonzo. A última hora
de la tarde, los antidisturbios recibieron la orden de actuar para
desalojar el inmueble, registrándose varios heridos, algunos de
ellos de cierta consideración.
«Al menos un veintena de manifestantes» fueron arrestados,
informó un agente sobre el terreno a la espera de un comunicado
oficial de Interior.
Varios colectivos de diplomados en paro, que reúnen unos 2.000
miembros solo en Rabat, llevan a cabo acciones similares casi a diario
desde hace años, aunque con mayor virulencia durante los
últimos tiempos. El Parlamento suele ser el centro recurrente de
sus iras, como ocurrió el pasado 20 de enero, cuando una
treintena de diplomados inició una huelga de hambre frente a la
Cámara de Representantes. Además, denotando su estado de
desesperación, este colectivo ha llegado a protagonizar varios
intentos de suicidio colectivo.
La situación es similar en otras regiones donde los diplomados
en paro también se encuentran organizados, principalmente en
Casablanca, Fez y Marraquech, aunque también en Alhucemas, Sidi
Ifni y Agadir.
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