Fuente: El Universal (México)
Cinco maravillas naturales, más allá de Marrakech, con tonalidades vibrantes
1. DUNAS ERG CHEBBI
www.cameltrekking.com
En Erfoud, a 50 kilómetros al sudeste. Este mar de arena dorada
alcanza alturas de hasta 160 metros. Tiene la particularidad de cambiar
de color conforme el sol desciende, del dorado al púrpura. Se hacen
paseos en camello, caminatas y convivencias con nómadas árabes y dormir
dentro de una jaima, una tienda de campaña hecha de cuero. Cerca de la
frontera con Argelia.
Dunas de Erg Chebbi (Foto: iStock Photo)
2. CASCADAS DE OUZOUD
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En la provincia de Tanaghmeilt. La caída de agua es considerada la más
alta al norte de África. Sus 110 metros se desploman a través de tres
escalones de piedra rojiza, característica de la cordillera del Atlas
Medio. Hay embarcaciones para acercarse a la cascada. Más adelante,
siguiendo el caudal, se encuentran desfiladeros con paredes que superan
los 300 metros. Existen senderos para explorar cuevas formadas por la
erosión.
Cascadas de Ouzoud (Foto: iStock Photo)
3. GARGANTAS DE TODRA
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En Tinerhir. Esta falla geológica tiene una longitud de 15 kilómetros y
una profundidad de 300 metros. Sus paredes son un espectáculo rocoso en
color naranja que en ciertos tramos se juntan, dejando una separación de
apenas dos metros. Se puede escalar y hacer trekking. En medio de la
grieta se han instalado restaurantes y hoteles boutique para estar un
día entero atrapado en la garganta.
Gargantas de Todra (Foto: iStock Photo)
4. CUEVAS DE HÉRCULES
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En Tánger, entre el Mediterráneo y el Atlántico. Los marroquíes aseguran
que la forma de la caverna es la del continente africano, pero al
revés. Según la leyenda, ahí descansó Hércules después de realizar el
robo de las manzanas de oro en el jardín de las Hespérides. En el
interior de la gruta hay un pequeño museo con restos fósiles. Jóvenes
marroquíes ofrecen un espectáculo de clavados que hacen coincidir la
caída con la llegada de las olas. En los alrededores hay paseos en
camello a través de la playa y restaurantes con terrazas al filo del
acantilado.
Cuevas de Hércules (Foto: iStock Photo)
5. LEGZIRA
www.visitmorocco.com
En Sidi Ifni. Esta playa ha sido abatida durante miles de años por la
fuerza del viento y del agua salada, creando así dos arcos de
dimensiones descomunales. Son vistos desde cualquier punto del litoral
rocoso, que alcanza una longitud de ocho kilómetros. Durante el día, la
marea permite a los turistas pasear debajo de las arcadas. El atardecer
colorea de rojo intenso las rocas, reflejándose también sobre la arena,
es por eso que se conoce como la "playa roja". El sitio está libre de
hoteles y restaurantes.
Legzira (Foto: iStock Photo)
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