Fuente: Correo Diplomático
Multitudinaria; pacífica; reivindicativa. La voz de un pueblo, el
rifeño, que harto de miserias y represiones se echó pacíficamente a la
calle, en Alhucemas, en Imzouren, en Beni Boufrah, en Nador… desde los
primeros días del pasado noviembre reivindicando sus raíces y su
dignidad. Desde entonces las manifestaciones, organizadas por el
Movimiento Popular Rifeño (MPR), no han cesado de sucederse con una
cadencia perfectamente planificada y ejemplarmente pacífica. Por el
contrario y como también vivimos actores y observadores en 2011, durante
los primeros pasos del Movimiento 20 de Febrero (M-20F), la reacción
del régimen marroquí, al menos inicialmente, ha dejado mucho que desear
con cadáveres incluso encima de la mesa como, sir más lejos, los de los
cinco jóvenes de Alhucemas muertos en extrañas circunstancias en las
instalaciones del Banco Chaâbi (Popular).
Manifestación en Alhucemas.
También ahora la presencia ciudadana en
las calles fue respondida con la matraca y la abierta provocación, las
latentes amenazas, el descarado chantaje y la intoxicación: ahí están
como ejemplos las sonrojantes altercados organizados en Alhucemas
durante el encuentro con el Raja de Casablanca, intentando arrojar la
sombra del radicalismo sobre la población rifeña; o la actuación de
bandas baltajíes, porras y machetes en mano, en Nador y el pasado 14 de
mayo en Beni Boufrah, mientras las autoridades responsables en teoría
del orden miraban zorrunamente para otro lado.
Ayer miércoles y este escribano del
limes es testigo, Alhucemas estaba tomada policial y militarmente.
Técnicamente ocupada y con la tensión mascándose en el aire. La
proyección de fuerza del Estado marroquí era aplastante, desplazando
incluso unidades militares. Todavía a eso de las 20 horas, al menos tres
autobuses con refuerzos policiales y un camión de servicios de la
Sureté se acercaban a la ciudad a la altura de la playa de Isli (antigua
Espalmadero).
Hoy jueves desde las 6 de la tarde
Alhucemas, su pulso, sus calles, han sido “reconquistadas” por una
ciudadanía que al menos recupera el bien más preciado del ser humano: su
dignidad. Hoy es una fecha histórica a recordar en el Rif, pues marca
con claridad meridiana un antes y un después. ¿Dónde están las unidades
policiales, las militarizadas Fuerzas Auxiliares desplazadas para la
ocasión…?; ¿los vehículos todoterreno, las dos tanquetas de agua, una de
ellas con pala incorporada…? ¿Acaso el “enemigo” es una ciudadanía que,
digna y serena, clama por sus derechos? Son ahora las 20.40 de la noche
y la manifestación ha concluido, afortunadamente, sin incidentes. El
régimen marroquí ha actuado prudente y con inteligencia, la policía se
ha evaporado literalmente de las calles. ¿Incidentes, disturbios…?
Ninguno. El servicio de orden organizado por la ciudadanía y el MPR ha
sido impecable.
Mientras en la luminosa capital del Rif,
Alhucemas, la población ha recuperado el espacio público, 285 kms. al
este, en Tetuán, la Blanca Paloma de la Yebala saca también pecho
denunciando la “hogra” (humillación). Más de cien familias, propietarias
de 1.600 hectáreas en la margen derecha del río Martil ven atónitas
como, vulnerando incluso la ley, una clase político-administrativa
predadora y caciquil enquistada en las estructuras del Estado, pretende
despojarlos de sus tierras, expropiándolas en nombre de unas pretendidas
mejoras que no ocultan sino un vulgar y grosero pelotazo urbanístico,
prohibiendo además expresamente a los afectados manifestarse
públicamente.
Al tradicional frente del Sáhara
Occidental (las Provincias del Sur para Rabat), se le están abriendo
ahora al Neomajzén otros dos: uno en el norte, con el Rif como epicentro
alcanzando Tetuán y otro al sur, en Ifni, donde desde 2005 la tensión
no deja de crecer. Mientras, en la capital del Reino a orillas del
caudaloso Bou Regreg las manifestaciones frente al Parlamento no dejan
de organizarse, un día sí y otro también, creciendo la incertidumbre y
los nervios entre una, en líneas generales, pesebrera y adocenada clase
política que apenas se representa a ella misma. Legal obviamente el
Parlamento marroquí lo es, pero con una legitimidad cuestionada pues en
esta democracia censitaria apenas vota en las elecciones el 36% de la
población. ¿A quién representan entonces los partidos políticos…? Por el
contrario, hoy 19 de mayo en Alhucemas el que ha demostrado con creces
su legitimidad, en una histórica manifestación, es el alegal Movimiento
Popular Rifeño (MPR), que se ha cubierto de éxito con una masiva y
multitudinaria acción sin precedentes que habría logrado convocar, según
fuentes contrastadas por CORREO DIPLOMÁTICO, a unas
80.000 personas venidas incluso de otras partes de la región,
manifestación apoyada incluso por las secciones locales de los partidos
de la mayoría gubernamental como el Partido de la Justicia y el
Desarrollo (PJD) y también de la oposición, como el Istiqlal
(Independencia). Desde Casablanca la activa profesora Nabila Mounib,
secretaria general del Partido Socialista Unificado (PSU), ha
comprometido el apoyo de la Federación de Izquierda Socialista (FGD) a
la manifestación de hoy. En cuanto al Jefe del Gobierno, el doctor El
Othmani, hombre de talante tranquilo, sensible y honesto a carta cabal
entre tanta harka de impresentables, no se me ocultan sus simpatías por
una autonomía real y efectiva para el Rif.
Mañana viernes y hasta el domingo se
celebran los congresos de la histórica Unión Socialista de Fuerzas
Populares (USFP), en Bouznika y del RNI, Encuentro Nacional de
Independientes (de hecho un partido de la Administración), en El Jadida,
liderado por el magnate Ajannouch, hombre fuerte en la sombra del
actual gobierno y muy próximo a palacio. Se supone que algo tendrán que
decir al respecto, ¡el Rif se ha ganado a pulso formar parte del
programa!
Por su lado y sobre el terreno, es justo
y oportuno reconocerlo, ésta vez el régimen ha respondido con cintura y
perfil bajo. Se ha huido de enfrentamientos y no se ha blandido la
tradicional matraca. Esta sin duda es la noticia, una buena noticia.
Otra cosa son las comunicaciones, pues si algo tiene claro Rabat es su
agenda mediática: internet está ralentizado e intervenido, los teléfonos
pinchados y hay rumores e incluso indicios de que incluso estarían
desapareciendo archivos y ficheros electrónicos de particulares.
Puede que a trompicones y entre las
sombras de la incertidumbre, pero la transición política (aquí solo ha
habido una evolución del régimen, notable ciertamente, pero evolución)
parece querer abrirse un hueco al sol. La sociedad marroquí, harta del
oportunismo y la manifiesta incapacidad de la clase política, quiera
dialogar directamente con el Estado. Y el Rif está marcando la hoja de
ruta. Puede que sea el momento de empezar a reconocer, con imaginación y
coraje, que en Marruecos está naciendo una nueva etapa en la que quizás
haya que empezar a pensar en “matar” al Majzén para salvar la
Monarquía.
Haya salud.
Visto.
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