Fuente: El Confidencial

No hay cientos de películas que relaten lo que pasó, ni una ley que persiga restituir la memoria de los 300 españoles que allí perecieron o desaparecieron. Muy pocos lo recuerdan y aún menos lo saben; la Guerra Civil no fue el último conflicto bélico de España. La última vez que el país se atrincheró fue en Sidi Ifni, hoy Marruecos, en la desconocida Guerra Olvidada.

Silenciado por el Franquismo y olvidado por la Democracia, el conflicto ha intentado asomar la cabeza en los periódicos en la última semana por medio de sus veteranos. Éstos han reclamado su lugar en los libros de historia y un reconocimiento por parte del Gobierno que, según algunos ex combatientes, “les da largas” a la hora de reunirse y de obtener un debido homenaje.

Esta semana, un grupo de veteranos españoles organizaron una campaña de recogida de firmas para que el Ministerio de Defensa les conceda una medalla conmemorativa por la participación en este conflicto. El miércoles fueron al Congreso y reclamaron lo que piensan que les pertenece, un poco de atención.

España combatió en Sidi Ifni entre noviembre de 1957 y junio de 1958 contra el Ejército de Liberación Marroquí, para defender las plazas coloniales en el norte de África. En el conflicto fallecieron unos 200 españoles, 80 fueron dados por desaparecidos y casi 600 resultaron heridos. España acabó saliendo de Ifni el 31 de julio de 1969. Once años después de esa guerra que Franco silenció.

“Se salía de hace pocos años de otro conflicto traumático por lo del ’21 (el Desastre de Annual en la Guerra de Marruecos 1911-26) y Franco actuó así porque le convenía, pero la Democracia también continúa ignorando esto”, lamenta Josep María Contijoch, vicepresidente de los veteranos de Sidi Ifni en Lleida, que estuvo allí de abril de 1957 a agosto de 1958, “toda la guerra”.

Franco, el general que había ganado su prestigio y ascensos en la Guerra de África era consciente de que el envío de tropas a aquella región, que se mantenía más por prestigio y nostalgia, que por beneficios económicos, hubiese despertado el temor y la indignación de la población.  “De los diarios de la época, sólo el Arriba entre diciembre de 1957 y enero de 1958 estuvo haciendo artículos sobre el tema, mientras que el resto lo hacían muy de vez en cuando”, cuenta a El Confidencial Contijoch, que es también autor del libro Sidi ifni. Impresiones de un movilizado.

Con todo y con eso, el conflicto existió, aunque la Dictadura intentó evitar la palabra ‘guerra’ y lejos del sonoro telegrama con el que Franco dio por finiquitada la Guerra Civil, el de Ifni  fue más confuso y menos rimbombante:"Representante bandas armadas asegura a partir 12,00 horas día 30 harán alto el fuego ese sector. Observe cuidadosamente actitud enemigo, extremando precaución. Fuego propio totalmente prohibido. Aviación no debe volar".

Perplejos por el olvido

“Haber hecho una guerra en tiempos de Franco no simpatiza”, se lamenta Contijoch, que admite que desde su asociación “están perplejos con la Ley de Memoria Histórica”. “Se habla de reconocer a los descendientes de moriscos, mientras que a nosotros que luchamos por el honor de España…”.

Otro veterano consultado por El Confidencial, José Luis González, piensa que el motivo del olvido de esta guerra se debe “a considerar la amistad” de Marruecos por encima del reconocimiento a las tropas.

Por su parte, Contijoch relata a este periódico qué echan de menos los veteranos que estuvieron en la plaza hasta que dejó de ondear la bandera española: “En tiempos de Franco nos dieron una medalla”, pero ahora reclaman “una entrevista con la ministra de Defensa, que nos da largas”, así como una pensión para los que estuvieron allí entre los años 1956 y 1959, algo reconocido y aprobado, “pero que no se realiza”.

De momento se estima que han sobrevivido unos 4.000 combatientes del conflicto, casi la mitad de los que fueron. La cifra no es exacta, ya que el Gobierno dice que está trabajando en las listas de los supervivientes. El tiempo pasa para estos mayores de 70 años, que reclaman un pequeño recuerdo que evite el olvido de una guerra que, para muchos, es totalmente desconocida.