Sidi Ifni, el fantasma de la última guerra española
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Escrito por Alejandro Pina y Alicja Wolanczyk   
sábado, 29 de noviembre de 2014

Fuente: Proyecto Viajero

Entre pueblo y pueblo aparece a mediodía Sidi Ifni, situado al borde de un acantilado y de una playa de largas olas

Entre pueblo y pueblo aparece a mediodía Sidi Ifni, situado al borde de un acantilado y de una playa de largas olas.

Por fin la costa, si! Desde Tiznit, unos pocos kilómetros separan el último pueblo del Anti-Atlas con el océano Atlántico. Lo primero que aparece es el feo, y turístico pueblo de Aglou Plage y desde ahí una carretera ondulada, y a ratos sinuosa, que corre paralela a la costa hacia el sur.

Pasados los primeros kilómetros de carretera donde el desarrollo turístico ya ha hecho ya mella, aparecen tramos de costa totalmente desolados con pequeñas poblaciones esparcidas aquí y allá con un denominador común: la niebla sube por los acantilados como si se comiera la casas… espectacular!

Entre pueblo y pueblo aparece a mediodía Sidi Ifni, situado al borde de un acantilado y de una playa de largas olas. Pero… ¿qué es en realidad Sidi Ifni?

Para muchos de los turistas y campistas franceses que la visitan no es más que una pintoresca ciudad marroquí, pintada de blanco y azul. Para los surfistas es una de las mecas de este deporte en Marruecos.

Las bicis de Alicja y Alejandro.
Las bicis de Alicja y Alejandro.

Sidi Ifni fue el sueño español de tener una ciudad en África

La ciudad conserva la antigua Plaza España (hoy Hassan II) y los edificios del antiguo Consulado (hoy abandonado), la Calle del General Mola, la de los Tiradores de Tetúan, el Hotel La Suerte Loca o el Cine Avenida (también cerrado). Se conservan incluso un par de buzones de correos de la época, los restos de un teleférico ideado por ingenieros militares españoles o parte del antiguo aeropuerto donde los viernes, se celebra, en uno de sus extremos, un mercado beréber.

Pasear por sus calles tiene algo especial: hay un algo no cuadra porque meterse en el túnel del tiempo. Sidi Ifni no tiene nada que ver con el resto de Marruecos y uno empieza a darse cuenta como tuvo que ser el fin del colonialismo para los que vivían en ella. 

La historia de Ifni fue vergonzosamente callada por el régimen franquista y convenientemente olvidada por los dirigentes de entonces. Fue la última guerra que libró nuestro país y en ella murieron o desaparecieron casi 300 soldados, reclutas de reemplazo obligatorio, y hubieron más de 500 heridos.

En virtud del Acuerdo de Angra de Cintra en 1958, España abandonó la provincia de Ifni, después de que el Ejército de Liberación Marroquí combatiera al español durante dos años. Ya en 1969, se firmó el Tratado de Retrocesión por el cual el Reino de España devolvió la ciudad al Reino de Marruecos, eso si, conservando la titularidad y cediendo el uso de algunos inmuebles de Ifni. 

El 30 de Junio de 1969 se arrió la bandera española en Sidi Ifni

Hoy, la insignia paracaidista pintada en cal que había en el monte Bulaalam, ha sido sustituido por un escudo marroquí y todavía puede encontrarse algún paisano hablando castellano por unas calles que recuerdan al Art Deco de los años 50. 

La ciudad nos pareció un espejismo cuando llegamos a ella y, cuando la dejamos, se nos hizo un nudo en la garganta. Es el punto más meridional que alcanzamos en todo el viaje… y ya tenemos ganas de volver a el. 

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