Guerra y política en Sahara Occidental: la campaña de 1956-1958
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Escrito por Zouhair Baghough   
lunes, 23 de noviembre de 2015

Fuente: The Moorish Wanderer (en inglés)

¡Y finalmente lo conseguí! la referencia absoluta en operaciones del Ejército de Liberación Marroquí (ELM; MLA en inglés), en el Sáhara Occidental español. Mohamed Bensaid Ait Idder publicó “Páginas épicas del Ejército de Liberación en el Sur marroquí” en el julio de 2001 -fui hasta ahora incapaz de encontrarlo en una biblioteca o librería (sí, es uno prestado …)- la gran aportación de las cuentas que da M. Ait Idder de estas operaciones, es que no se para en el final desafortunado de las operaciones marroquíes en el Sáhara español y francés, sino que más bien describe con detalles documentados la intriga política que rodea a estas operaciones, los delicados equilibrios políticos en los cuales influyó, en los momentos de la carrera por el poder en un Marruecos recién independizado.

Comandantes de campo del ELM reunidos con el Coronel español para negociar el paso a través de la frontera. De la izquierda a la derecha: Ben Hamou, el Coronel Chass (España), Manouzi, Benacher y Bouida.
Comandantes de campo del ELM reunidos con el Coronel español para negociar el paso a través de la frontera.
De la izquierda a la derecha: Ben Hamou, el Coronel Chass (España), Manouzi, Benacher y Bouida.

Ya en julio de 1956, altos funcionarios franceses expresaron su preocupación por las actividades crecientes del Ejército de Liberación Marroquí al sur del valle del río Draa, en efecto, el Ministro de Colonias francés, Gaston Defferre, escribió a su colega Maurice Bourges-Maunoury el 18 de julio de 1956:

“La [información de] inteligencia reunida sugiere probables ataques inminentes contra el norte de Mauritania lanzados por marroquíes de las unidades del Ejército de Liberación estacionadas en el valle del Draa, argelinos, marroquíes o moros de origen español, más o menos apoyados por las tribus en guerra de dicha región”. (Traducido de Michel-Ivan Louilt, 2009)

Vídeo Guerra de Ifni.
Vídeo: Guerra de Ifni.
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Estos tiempos tumultuosos no excuyeron a ningún país implicado en el área: Francia ha ido más allá del punto a prueba de fallos en Argelia cuando el gobierno de Guy Mollet llamó a las reservas; en Marruecos, la monarquía era ambivalente en sus relaciones con el ELM, por un lado, solo fue un juego limpio del rey Mohamed V y su hijo el Príncipe heredero Hassan que deseaban conseguir el control del ELM, pero por otra parte, las fuerzas armadas regulares no eran rivales, y “la asimilación” no fue un éxito franco, ya que los ex-combatientes del ELM prefirieron emigrar al sur para liberar los territorios todavía bajo el control francés y español. Para algunos de los dirigentes del ELM, sus actividades no eran solo un esfuerzo legítimo para dar forma al proyecto del "Gran Marruecos”, creación de Allal El Fassi, sino también como una lucha continua junto a los hermanos argelinos y mauritanos para conseguir la independencia del Maghreb. El mapa del "Gran Marruecos" llegaba hasta el sur profundo, todo el trayecto hasta el río Senegal, mientras reclaman grandes zonas como los territorios fronterizos del este argelino y del Sáhara de Mali.

Vídeo Franco en El Aaiún (1950). Haga 'clic' para visualizarlo.
Vídeo: Franco en El Aaiún (1950).
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Aunque España no se implicara directamente durante la Segunda Guerra Mundial, todavía era un poder europeo menor, incluso para los estándares posteriores a 1945; por consiguiente, sus representantes coloniales -en 1957, el General Rojo era el oficial al mando de las tropas de Ifni, de la Saguia El Hamra y del Rio de Oro, y posteriormente, el general Zamalloa- tenían dificultades enormes en el control de las actividades del ELM en los territorios teóricamente bajo su mando. En cambio, las autoridades españolas en el Sáhara Occidental adoptaron una actitud más conciliatoria, y hasta permitieron que unidades del ELM se instalaran, con su Oficina Central principal localizada en Guelmim, a “Las Puertas al Desierto”. 

Soldados españoles que guarnecen puestos de avanzada cerca de El Aaiún (probablemente entre 1957-58) - Foto El País
Soldados españoles que guarnecen puestos de avanzada cerca de El Aaiún (probablemente entre 1957-58) - Foto El País

En las mentes de los líderes del ELM, el principal enemigo -si no el único- era el ejército francés, incluidos aquellos oficiales que dirigen las "Bureaux des Affaires Indigenes" (Oficinas de Asuntos Indígenas). España, por otra parte, se consideró un poco menos que un aliado, y al principio se solicitó en firme a los combatientes del ELM no organizar operaciones contra guarniciones españolas de Sidi Ifni y Ait Baamrane (esto también era debido a que la mayor parte del círculo cercano a Francisco Franco estaba, hasta mediados de 1956, compuesto por una vieja guardia de falangistas ferozmente antifranceses). Ya en julio de 1956, enfrentamientos violentos entre el ELM y unidades francesas se produjeron en Foum Alachir (el 6 de julio de 1956), Mergala (el 8 de agosto de 1956) y M’hamid Ghizlane (el 6 de diciembre de 1956), por nombrar algunos. Sin embargo, la neutralidad inicial española se acabó, y las numerosas detenciones y medidas enérgicas contra las redes de resistencia, pronto empujaron al alto mando del ELM a dirigir a sus unidades contra el anteriormente benévolo ocupante colonial. En efecto:

"La guerra de Ifni, a veces llamada la Guerra Olvidada en España, comenzó en serio el 23 de noviembre, hace cincuenta años en la actualidad. El Ejército de Liberación Marroquí ya no estaba atado en conflictos con los franceses, y por lo tanto podría comprometer una porción significativa de sus recursos y mano de obra para la captura de las posesiones españolas. La Legión Española rechazó a las unidades marroquíes fácilmente, pero dos puestos avanzados españoles fueron abandonados ante los ataques enemigos. Muchos otros quedaron bajo un duro estado de sitio.

En el espacio de dos semanas, los marroquíes y sus aliados tribales habían afirmado el control sobre la mayor parte de Ifni, aislando unidades españolas del interior de su capital del Sur-marroquí. Los ataques simultáneos se habían puesto en marcha en todo el Sáhara Español, invadiendo guarniciones y emboscando convoyes y patrullas. (Fuente)".

Desde un punto de vista puramente técnico, las cifras no estaban del lado del ELM: sus 13 comandos regionales disponían en el campo como máximo de 3908 tropas (incluyendo aproximadamente 200 en periodo de instrucción) equipados con un arsenal heterogéneo. Después de que España hubiese enviado dos unidades de su Legión, las fuerzas españolas totales en su parte del Sáhara Occidental ascendieron a 9000, sin contar la ventaja considerable que mantenía en términos de poderío aéreo y unidades mecanizadas. Sin embargo, en vista de que las tropas del ELM eran versátiles y experimentadas en la guerra en el desierto, así como el apoyo político y material que las tribus saharauis locales proveyeron a estas unidades, la iniciativa y la audacia permitieron que comandos del ELM obtuvieran victorias significativas: los ataques contra puestos avanzados aislados, o incluso un asedio a gran escala contra Sidi Ifni y El Aaiún, hicieron que la presencia española en estas partes del Sáhara fuese muy incierta.

Soldados del ELM cerca de Sidi Ifni en 1957.
Soldados del ELM cerca de Sidi Ifni en 1957.

El ejército francés, por su parte, experimentó breves intercambios de fuego con el ELM, primero en Tinduf y en el sector de Colomb-Bechar (el Comando Central del ELM consideraba que aquellos eran territorios legítimos marroquíes todavía ocupados por los franceses) y luego al sur del Rio de Oro, cuando Francia decidió incluir Mauritania en su “Unión Francesa” en 1956. Otra vez, el mando del ELM, de acuerdo con el “Gran Marruecos" que El Fassi diseñó, pensó que Mauritania era igualmente una parte de las fronteras nacionales. La facilidad y la cantidad de destrucción infligida por las tropas de Ben Hamou al norte de Fort Trinquet empujaron a los franceses a la busqueda de esquemas para eliminar de una vez para siempre las cada vez más molestas actividades del ELM, como obstáculo para su apoyo a Mauritania como una futura nación: en efecto, muchos funcionarios de las tribus de Mauritania (como el príncipe Val Uld Umeir) se reunieron trás el ELM y el Rey Mohammed V, ya que estos notables representaban a grupos grandes y diversos de tribus mauritanas.

El 23 de noviembre de 1957 se produjo la primera oleada de ataques a gran escala contra los puestos avanzados españoles que protegen a Sidi Fini: Tighna (Tiugsa), Thlath Issoubya (Telata de Isbuia), Taberkukt (Tabelcut), Ithneen Ait Atissimur (Tenin de Amelú) y Taliwyn (Tiliuin). Estos puestos avanzados se liberaron después de dos semanas de feroces batallas. Para ello, la oficina central del ELM en Guelmim envió a aproximadamente 600 soldados, entre las cuales había 140 vecinos de Ait Baamrane destinados a la captura del mismo Sidi Ifni. 

En un principio, se supuso que el ataque sería sigiloso y reservado, con el fin de no sólo capturar todos los puestos avanzados que rodeaban a Sidi Ifni, si no también la propia ciudad con el mínimo o ningún combate. El plan de un ataque por sorpresa resultó un fracaso, en parte debido a la pobre preparación, inadecuada para la tarea en cuestión, y también debido a los efectos perjudiciales que tuvieron sobre la eficacia del ataque las filtraciones a la inteligencia española. Estas filtraciones a la inteligencia se produjeron, al parecer, desde oscuros intereses en Rabat y Agadir. 

Si Sidi Ifni fue un semifracaso, otras empresas tuvieron más éxito: El Aaiún, Smara, Aoucerd, Cabo Bojador y Bir N’Zaran fueron capturados, o al menos se sitiaron durante horas y días hasta que las guarniciones españolas rompieran el sitio, pero sólo temporalmente. En la guerra del desierto, no solo el número y el equipo hacen la diferencia. Vale la pena indicar que las operaciones del ELM eran una pesadilla logística: el inventario del arsenal total a su disposición desde 1956 hasta 1960, muestra armas de España, Francia, Bélgica, Suiza, el Reino Unido, Estados Unidos, Alemania y Checoslovaquia, lo que supone al menos 30 tipos diferentes de municiones, tanto como armas que variaban desde rifles franceses Chassepots anteriores a la primera guerra mundial, hasta la moderna metralleta MAT-49, pero la mayor parte de los soldados del ELM se armaron con rifles italianos Mannlicher-Carcano (1012) y el español Oviedo M93 (837) 

Las lista siguiente muestra los artículos más significativos del armamento del ELM, a partir de febrero de 1958:

  • Metralleta MP40 alemana
30
  • Metralleta MP38 alemana
13
  • Rifle de cerrojo Kar98 alemán
25
  • Ametralladora pesada MG42 alemana
82
  • Rifle de cerrojo MAS36 francés
87
  • Rifle de cerrojo Lebel francés
224
  • Rifle de cerrojo Oviedo M93 español
837
  • Ametralladora pesada Argo española
277
  • Ametralladora pesada Hotchkiss francesa
1
  • Metralleta Thompson americana
15
  • Carabina automática M1A1 americana
16
  • Bazuca M20 AT americano
1
  • Rifle de cerrojo Mannlicher-Carcano italiano
1012
  • Ametralladora Breda italiana
10
  • Rifle Lee-Enfield SMLE británico
45
  • Rifle de cerrojo 33/40 checo
122

En definitiva, se requieren entre 30 y 40 calibres diferentes para este variado arsenal y otros artículos como rifles de caza y varias armas del mano. Además, el rasgo notable del arsenal del ELM es su ligereza. Aparte de los morteros de 60 mm y de 82 mm (unos 8 de ellos), el arma más pesada sigue siendo un arma antitanque sin retroceso, el “Bazuca” M20. Los oficiales de intendencia de Guelmim y Agadir, así como representantes enviados al extranjero para comprar armas y transportarlos a Marruecos, tenían que tener sumo cuidado en sus compras y opciones. Francia y España sin embargo, se basaron únicamente en menos de una docena de calibres en el suministro de armas a sus tropas, y poseían artillería de campaña (morteros, armas y obuses) así como vehículos blindados y tanques ligeros, cuando los soldados del ELM sólo contaban como transporte con el camello. Sin embargo, las victorias sobre los españoles durante la guerra se consiguieron gracias al alto espíritu del ELM, a las habilidades y dedicación a la liberación de Sáhara Occidental.

Legionarios muertos cerca de Sidi Ifni después de un ataque del ELM, 1957. (Fuente: Arxxiduc)

Legionarios muertos cerca de Sidi Ifni después de un ataque del ELM, 1957. (Fuente: Arxxiduc)

Los 9000 duros soldados españoles no fueron, en un principio, tropas de primera línea: en la mayoría de los puestos de avanzada esparcidos a través del desierto, los soldados pertenecían a batallones disciplinarios, mal equipados, mal mandados y sin voluntad de morir por defender un pozo de agua o un oasis. Abandonaban sus posiciones cuando la lucha era demasiado feroz. Incluso los legionarios y paracaidistas que el alto mando español envió como refuerzo de las guarniciones a Sidi Ifni, El Aaiún y Villa Cisneros (Dajla), no disuadieron a los combatientes del ELM de asaltar al enemigo con todas sus fuerzas. Pero el efecto conjugado de la fuerza aérea francesa y la imposibilidad de acceso al territorio español, conducen a la disolución o destrucción del ELM y su presencia al sur de Sidi Ifni. 

Como se ha mencionado antes, el alto mando francés en África Occidental y Argelia estaba muy interesado en la destrucción de cualquier resistencia armada, tanto en Argelia como en Marruecos: el fracaso de Suez y la guerra argelina convencieron a los franceses de que algo se tenía que hacer sobre las actividades de las FLN argelinas en general, así como con las incursiones del ELM cerca de Tinduf y Colomb-Bechar en particular. A tal efecto, el oficial al mando, el general Bourgund (el ex-comandante de las tropas francesas en Marruecos) necesitaba conocer la ubicación precisa de las “turbas” marroquíes, su fuerza, su poder del fuego y sus tribus de apoyo. El trabajo de inteligencia y la actividad, por lo tanto, se asignaron a los oficiales de la POMI (Oficina Político-Militar), con el fin de disociar a los combatientes del ELM de las tribus saharauis, y denunciarlos como agitadores apoyados por la Unión Soviética. M.I. Louit relata que la propaganda española debía retratar al ELM como: 

“un instrumento de la URSS […] y que Allal El Fassi y su (sic) Ejército de Liberación son malos musulmanes que sirven a Rusia, son enemigos de Dios y traidores al Sultán” 

El plan que los generales Borgund (Francia) y Zamalloa (España) convinieron a principios de 1958 se debía realizar en tres fases:

  • Fase preliminar: las fuerzas españolas deberían ocupar las carreteras del Draa al norte de paralela 27º40', para impedir el acceso en ambas direcciones (por ejemplo, el paso de refuerzos)
  • La fase 2: los españoles se moverían hacia el sur desde El Aaiún para encontrarse con los franceses cuando sus tropas ataquen al norte de Fort Trinquet, así como para bloquear el Cuartel General regional del ELM (Comandante Benbrahim), a ese efecto los franceses envían a su Legión Extranjera (1er REI) y a varias CSM (Compagnie Saharienne Motorisée) así como al 7º RPC (Paracaidistas) 
  • La fase 3: las tropas españolas y francesas de Smara conjuntamente atacan, el antiguo Nordeste y el último Sur. España realiza ataques adicionales en Villa Cisneros. 

A finales de febrero de 1958, todas las actividades del ELM significativas al sur de la paralelo 27º40' se habrían interrumpido y sus unidades se dispersaron o destruyeron.

Francia dividió sus fuerzas en 4 grupos principales, con Fort Trinquet y Fort Gouraud como sus bases iniciales: 

  • Agrupación “Grall”, para atacar Tifariti desde Fort Trinquet.
  • Agrupación “Vidal”, para atacar Guelta Zemmour desde Fort Trinquet también.
  • Agrupación “Tinduf” para atacar Tifariti desde el Norte y trabajar en colaboración con la agrupación Grall.
  • Agrupación “Sud” para atacar Bir N’Zaran con los españoles y despejar el camino en el Rio de Oro. La agrupación “Sud” se reforzó con unidades más pequeñas cerca de Zug y Atar para proporcionar apoyo.

Las tropas españolas fueron, por otra parte, las guarniciones reforzadas de ciudades costeras dispuestas para atacar.

Fases de la Operación Ecouvillon. (Haga 'Clic' para ampliar)
Fases de la Operación Ecouvillon.
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En general, las tropas francesas y españolas contaron con aproximadamente 14.000 soldados, 130 aviones de combate (generalmente para transporte, observación y ataques a tierra) y no menos de 700 vehículos que van desde camiones GMC 6×6 a tanques ligeros M5 “Stuart” y M24 "Chaffee" y vehículos reconocimiento ligeros como el “Galgo” M8 y EBRs. La artillería, que va desde el mortero ligero de 60 mm al obús pesado de 105 mm, a menudo se usaban para bombardear bastiones del ELM alejados de Guelbs y cañones. En cuanto a los aviones, Francia confió en el bombardero medio Glenn-Martin B26 y para el ataque a tierra en el T6 para dispersar y destruir manadas del camellos sospechosas de pertenecer a grupos del ELM o a tribus leales. Las tropas españolas del mismo modo, usaron el Nord-Atlas 2501 y el Dakota C-47 para transportar paracaidistas y cortar las rutas de suministro y escape del ELM.

Blindados Engin de una Unidad de Reconocimiento (EBR) a la espera de órdenes. El ejército francés utilizó muchos de ellos para aplastar las actividades del ELM. (Imagen ECPAD)
Blindados Engin de una Unidad de Reconocimiento (EBR) a la espera de órdenes.
El ejército francés utilizó muchos de ellos para aplastar las actividades del ELM. (Imagen ECPAD)

Contra probabilidades aabrumadoras, los combatientes del ELM lo hicieron todo lo mejor que pudieron, pero al final fracasaron y fueron amargamente derrotados y expulsados del Sáhara Occidental, para siempre. El General Bourgund rindió un homenaje marcial a su enemigo escribiendo: 

“El enemigo no lucha con la luz del día. Sin embargo, es mucho más agresivo por la noche; está dotado de una capacidad asombrosa para usar el terreno a su favor, su puntería y su fuerza para realizar marchas largas y agotadores hacen de él un digno adversario. Si la sorpresa le favorece, se retira por la noche y al día siguiente acampa a unos 50 o 70 kilómetros de distancia de la emboscada, o decide irse a la zona de seguridad más allá de la frontera”. (Louit, p.107)

Las cuentas entran en conflicto en el tipo de inteligencia proporcionada que dio una "propina" al equilibrio y "regaló" unidades al ELM: una primera versión se afirma que los observadores españoles relataron detalles minuciosos a los franceses, y éstos los confirman con cuentas de la inteligencia local (Ait Idder se refiere a ellos de manera eufemística como “agentes franceses”), es decir, de fuentes de dentro y en altos cargos en Marruecos. Parece que las fuentes francesas sin embargo, mientras desprecian la contribución española a la Operación Ecouvillon-Teide, favorecen la “teoría interna”, es decir que la inteligencia francesa en Marruecos, con la asistencia de funcionarios marroquíes, ha logrado recopilar información considerable sobre las posiciones y actividades del ELM y sus actividades. Estas fuentes (y Abdellah Ibrahim parecen estar de acuerdo con estas cuentas) identifican a estos “Funcionarios superiores” como funcionarios cercanos a Mohamed Laghzioui -exjefe de la seguridad del príncipe heredero Hassan II y sus familiares- y varios oficiales del ejército marroquí (FAR), muchos de los cuales han servido con el ejército francés durante segunda guerra mundial y las campañas de Indochina, y mantuvo estrechos vínculos con oficiales franceses todavía en su lugar después de 1956.

También es justo decir que el príncipe heredero fue con regularidad informado por el mando del ELM de las operaciones en curso, al mismo tiempo, estaba en un enlace constante con oficiales franceses, así como con la inteligencia americana (en la persona del Comodoro Leo Blair). Es un hecho conocido y documentado (reportado ampliamente en el último libro de Ignace Dalle) que Francia consideró al príncipe heredero como un aliado de confianza, que a cambio expresó su deseo de eliminar a la oposición y seguir siendo un socio fuerte de Francia.

El ELM, en este sentido, estaba enfrentado por lo tanto contra dos enemigos: Francia, como el gobernante colonial de Argelia y Mauritania, tenía interés en eliminar cualquier resistencia armada, incluso en el territorio español. El príncipe heredero consideró a estos valientes resistentes como rivales potenciales y una amenaza para su propia ambición y empuje por el poder. 

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