Manuel Jorques Ortiz, con el uniforme del Grupo de Policía de Ifni nº 1, durante su servicio militar en Ifni (1961-62)
Nuestro gran colaborador y, ante todo, buen amigo, Manuel Jorques
Ortiz, falleció el pasado jueves 20 de febrero de 2020. Lo echaremos
mucho de menos, sigue siendo una gran persona aunque ya no
esté con nosotros, un maestro y colaborador incansable, un
luchador, que con su ejemplo nos ha dado una lección de
entereza y de vida.
En este Rincón de Sidi Ifni estaremos en deuda con él siempre, por su apoyo incondicional y por sus numerosos artículos de colaboración
publicados, que han ayudado a dar a conocer la historia de Ifni. Los
que hemos tenido la fortuna de conocerte no te olvidaremos...
¡Hasta siempre Manolo!
El siguiente texto lo ha escrito y puesto en Facebbok su hija María José...
Fuente: Muro en Facebook de Manolo Jorques
Escribo
esta publicación en nombre y por encargo que me hizo mi padre (soy su
hija María José), para los amigos que aún no han conocido la triste
noticia. Mi querido padre, mi mentor, mi consejero, mi héroe, mi
príncipe azul.. abandonó este mundo terrenal el jueves 20 de febrero de
2020 a las 20 horas. Y lo hizo como ha hecho todo en esta vida: con
coraje, sin miedo y, como podéis ver en la foto,
como el gran patriota y amante de su país que fue. El último mes ha
sido especialmente duro, pues su enfermedad lo consumió hasta límites
casi inhumanos, pero cuando le pregunté hace tan solo 4 ó 5 días si
había valido la pena tanto sufrimiento para seguir un poco más a nuestro
lado, su respuesta fue rotunda: SI. Os transcribo a continuación parte
de las palabras que mi hermano mayor dedicó ayer a nuestro padre en el
funeral, en nombre de su mujer y sus cuatro hijos:
Capilla ardiente de Manuel Jprques Ortiz (20/02/2020)
"Hace 600 años,
un hombre llamado Jorge Manrrique, ante la muerte de su padre, un hombre
al que admiraba como padre y como persona, escribió un poema que ha
pasado a la historia de la literatura española. Quisiera terminar con
unos breves versos en los que transmitió esa doble admiración. Los
hacemos nuestros porque el sentimiento que ahora tenemos es idéntico:
¡Qué amigo de sus amigos!
¡Qué señor para criados y parientes!
¡Qué enemigo de enemigos!
¡Qué maestre de esforzados y valientes!
¡Que seso para discretos!
¡Qué gracia para donosos!
¡Qué razón!
¡Cuán benigno a los sujetos!
y a los bravos y dañosos
¡Qué león!"
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