Fuente: El Comercio
José María Pérez Arias analiza el conflicto bélico entre España y Marruecos de los años 1957 y 1958
El Ateneo Jovellanos y la Asociación de veteranos paracaidistas de
Asturias (Asvepa) organizaron anoche una conferencia para desgranar el
papel de la Armada española en la guerra de Ifni (1957-1958). Este
conflicto bélico enfrentó a fuerzas españolas con marroquíes en la
pretensión por parte de estas últimas de controlar las colonias de Ifni,
el Protectorado Sur, y el Sáhara español, por entonces bajo
administración hispana.
El economista José María Pérez
Arias, colaborador de EL COMERCIO, explicó a los asistentes que aunque
«la guerra se inició y finalizó» con las intervenciones del Ejército de
Tierra, la Armada «jugó un papel táctico fundamental para el devenir de
los intereses de España». Y fue así porque, según explicó, ésta
desempeñó las labores de transporte de vehículos y tropas, realizó
varios bombardeos, y custodió las aguas territoriales de lo que era la
África Occidental Española.
José María Pérez y Luis Rubio, en el Ateneo Jovellanos. (Foto: J. Pañeda)
A pesar de que «el cumplimiento de sus tareas fue excelente», la
Armada Española contaba con el handicap de que sus embarcaciones
«estaban desfasadas tecnológica y tácticamente». De los ochenta y dos
buques tácticos con los que contaba en su flota, «treinta y cinco eran
anteriores a 1940», explicó el experto. En total España contaba con
ciento treinta y nueve unidades, algunas de ellas fabricadas por los
Estados Unidos puesto que desde la firma de los Pactos de Madrid, ambos
países firmaron acuerdos de ayuda militar y económica. No solo la
antigüedad de las embarcaciones dificultó el desarrollo de la guerra,
sino que la falta de aprovisionamiento de las colonias españolas también
colaboraron a que «la guerra se complicase».
Durante la
conferencia, a la que acudieron unas cincuenta personas, José María
Pérez destacó la labor de Pedro Nieto Antúnez. Quien fuera comandante
general de la flota «dirigió buena parte de las intervenciones de la
armada» por su «excelente conocimiento de aquellas tierras». Nieto
Antúnez ya había desembarcado en 1934 en el Ifni. Su labor se vio
recompensada años más tarde cuando fue nombrado por Franco ministro de
Marina entre 1962 y 1969.
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