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Fuente: Diario Vasco

Jóvenes de Sidi Ifni reivindican la nacionalidad española.
(Fotos: www.ifnidirect.com (en árabe))

Jóvenes marroquíes de la ciudad de Sidi Ifni (unos 1.000 kilómetros al sur de Rabat) ocuparon hoy durante unas horas la sede del antiguo consulado español de la ciudad, en cuyo tejado se encaramaron con dos banderas españolas antes de ser detenidos.

Según informa hoy el diario IfniNews, el suceso terminó después de que las autoridades españolas contactaran con representantes del Consulado español de Agadir, supuestamente para recibir de ellos alguna clase de permiso que permitiera a la policía subir al tejado a detenerlos.

Contactada por Efe, la cónsul española en Ifni no quiso confirmar ni desmentir lo sucedido y se negó a hacer ningún comentario.

El día 30 de junio de cada año, los Baamrani celebran la fiesta de la independencia del pueblo que fue una colonia española.

El Festival de Sidi Ifni 2016.

Antiguamente, esta fiesta se llamaba ALMOGAR,  que es un lugar de comercio, donde la gente se encuentra una vez al año para comprar lo que necesitan en la vida cotidiana e intercambiar ideas, cultura y productos. Además, es un lugar de intercambio abierto, donde los Baamrani enseñan al resto del mundo su cultura, su gastronomía y los productos de nuestra tierra.

Ahora todo ha cambiado, los organizadores quieren dar protagonismo al pueblo para que participe y disfrute del festival, se organiza un concierto de música, exposiciones culturales, muestras de productos agrícolas (Aknari, Árgan, etc.), industria tradicional, carrera de caballos ("Fantasía"), "Correr la pólvora", para abrir una puerta al turismo interior y exterior y animarlo a visitar este pueblo con su gran potencial turístico.

Fuente: La Opinión de Tenerife

Los años pasaron sin que nada reseñable ocurriera hasta 1524.

Mariano Gambín.

La semana anterior les conté cómo la torre fue destruida en 1517 y vuelta a levantar poco después por Fernán Darias de Saavedra, que no se la entregó al gobernador Lope de Sosa hasta que se le pagaron los gastos de su intervención.

En 1519 el nuevo rey Carlos premiaba a sus cortesanos con gracias y sinecuras, entre las que se encontró el mando de la torre de Santa Cruz. Dos personajes cercanos a la Corte, los licenciados Zapata y Vargas, fueron designados alcaides de la fortaleza en lugar de los gobernadores de Gran Canaria. Como pretender gobernar la torre desde la corte era imposible, acordaron con don Pedro de Lugo, el hijo del gobernador Alonso de Lugo, que éste poseyera la tenencia de la torre en su lugar, a cambio del pago anual de 6.000 maravedíes y 10 onzas de ámbar gris a cada cortesano.