Fuente: Periodistas en español.com
Stand de España en la feria del libro de Casablanca.
El reciente anuario ‘El español en el mundo 2015’
editado por el Instituto Cervantes analiza las cifras sobre el idioma
español en todo el mundo, incluyendo Marruecos y el Sáhara, y se recogen
los mismos datos que el año anterior, que 1,5 millones de marroquíes,
en concreto 1.529.665 poseen una competencia limitada del idioma
castellano y tan sólo 6586 son nativos en español, -se supone que se
refiere a los españoles residentes en Marruecos-.
Con estas cifras se refleja que, tras Estados Unidos, Marruecos es el
país donde hay más ciudadanos que tienen un conocimiento del castellano
no siendo su lengua nativa. Esto reitera el llamamiento de los hispanistas marroquíes
para que haya una extensión de la Real Academia Española (RAE) en
nuestro vecino país ya que existe en Guinea Ecuatorial donde, sin
embargo, el número de hispanohablantes sumando los nativos y los que lo
conocen superan algo la cifra de los 750.000.
Más datos: en Marruecos según el referido estudio son 70.000 los
estudiantes que han optado por el idioma de Cervantes en la enseñanza
primaria (se estudia desde tercero) y secundaria y un total de casi 2700
los que lo estudian en las diferentes universidades marroquíes a través
de la carrera de Filología Hispánica. A estas cifras hay que añadir
otros 8700 que estudian español en los Institutos Cervantes –con seis
centros y siete subsedes o aulas en Marruecos- contando con diez centros
de examen de los Diplomas de Español como Lengua Extranjera (DELE) que
otorga el Cervantes y que han obtenido más de mil estudiantes.
El DELE es la máxima oferta académica que ofrecen los Cervantes.
En total, más de 80.000 estudiantes marroquíes aprenden español,
según datos también del año 2014, ocupando el puesto 16 en los países
que se estudia español, el año pasado ocupaba el 13 por lo que es
superado en estudiantes de castellano por tres países africanos, Benin,
Guinea Ecuatorial y Gabón.
Por último, llama la atención que la cifra de 1,5 millones coincida
con las del marroquí Instituto Real de Estudios Estratégicos, que
cifraba en un exiguo 5 % el porcentaje de marroquíes que “comprende” el
español, porcentaje mucho menor si se trata del uso hablado y más
disminuido si es el escrito.
Las fuentes que se usan para todos estos datos expuestos en el
anuario 2015 y su comparativa con 2014, son las estimaciones del propio
Instituto Cervantes, registros de residentes extranjeros y otras fuentes
–sin especificar-.
Hay que añadir tres datos: la mayoría de marroquíes que estudian y
chapurrean el español se ubican en la zona norte, nuestro antiguo
Protectorado hasta 1956, en especial el Rif y la región Tánger-Tetuán:
el alto analfabetismo de la población, un 30 % y una población no muy
urbanizada, el 40 % reside en zonas rurales.
El
Instituto Cervantes separa Marruecos del Sáhara en este estudio, por
eso aparecen 22.000 personas con competencia limitada del español en el
Sáhara Occidental y sin embargo la cifra de nativos en dicho territorio
está en blanco. Se repiten los datos del año pasado. Los que mantienen
la huella española son, sin duda, los saharauis, algunos a favor del
Sáhara marroquí, que se quedaron y sus descendientes que ya estaban en
el territorio desde antes de 1975 puesto que la numerosa colonia de
marroquíes que llegó tras esas fechas provienen de la zona del antiguo
Protectorado francés.
No obstante, no aparecen por ningún lado los saharauis que viven en
los campamentos de Tinduf y que tienen dominio del castellano. Bueno sí,
se supone que se los han adjudicado a Argelia donde sí figuran 175.000
nativos –cuarto país donde no es lengua oficial y hay más nativos de
lengua española tras Estados Unidos, Brasil y Canadá- y 48.000 con
competencia limitada. En las prolijas explicaciones del anuario no se
especifica nada al respecto, ni una triste aclaración a pie de página,
pero cualquier avezado lector puede dar con la tecla del alto número de
argelinos que hablan español y que el Cervantes soslaya que son
refugiados saharauis.
Un dato significativo y que lo aclara todo: en el anuario del año
2014 del Cervantes referido a Argelia había tan solo 300 nativos
españoles y 48.000 con competencia limitada. Mientras el segundo dato
permanece, el segundo pasa nada menos que de 300 a 175.000 en un año.
Sin más comentarios.
Ya se cumplen más de diez años desde que un grupo de escritores
españoles solicitó en junio de 2004 al Instituto Cervantes que abriera
un aula en los campamentos de Tinduf, petición reiterada en 2010 por la
Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sáhara (CEAS). Ya
no sólo el silencio ha sido la respuesta sino que está previsto que
este año se abra en el colegio español La Paz de El Aaiún una extensión
del Cervantes dependiente de Rabat. Por cierto, colegio con dos únicos
profesores de español y sólo 29 alumnos. Y es que, desde hace cuatro
décadas, Marruecos quiere borrar todo recuerdo de cualquier tipo, del
paso de España por su antigua colonia, incluido el idioma, lo primero
que eliminó fueron los letreros en español.
Precisamente acaba de fallecer el arquitecto canario Joaquín
Casariego Ramírez (Santa Cruz de Tenerife, 1948-2016) que realizó el
casi único estudio sobre la arquitectura de El Aaiún en la época de la
colonización española: ‘El proyecto Aaiún. La estructura del espacio
urbano en la colonización española del Sahara’ (Mercurio Editorial,
2014).
En la capital del Sáhara apenas queda como huella española la iglesia
de San Francisco de Asís, el antiguo Casino y el citado colegio La Paz,
además de antiguas edificaciones en los barrios más antiguos.
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