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Sobre el autor

Luis Diego Cuscoy nace en San Esteban de Bas, Gerona, el 22 de octubre de 1907, y fallece en La Laguna, Tenerife, el 24 de abril de 1987.

En 1927, finalizados sus estudios de Magisterio en La Laguna, comienza a impartir docencia en María Jiménez, hasta que oposita y obtiene destino en Galicia, retornando a El Sauzal (Tenerife) en 1934 para continuar con su labor docente en esta localidad. Tras el triunfo del bando franquista en la Guerra Civil y el consiguiente proceso de depuración que se inicia, un "compañero" de profesión denunciaría a Diego Cuscoy, acusándolo de realizar actividades anticristianas (no impartir clases de religión) y de ser partidario de ideas izquierdistas, de manera que se le abre un expediente. La sanción impuesta conllevó la prohibición del desempeño de cargos de confianza y el destierro a Cabo Blanco (entre 1940 y 1942), un pueblo del sur de Tenerife prácticamente incomunicado, donde ejerció como profesor en la Escuela Nacional Mixta de Cabo Blanco.

Es precisamente a partir de su destierro cuando Diego Cuscoy comienza su contacto, de forma puramente casual, con el mundo de la arqueología canaria. Fruto de sus primeras excursiones por el sur de Tenerife descubre una cueva funeraria expoliada, recoge sus primeras cuentas de collar cocidas en barro y descubre la cerámica guanche. Tales hallazgos fueron comunicados a Juan Álvarez Delgado, por entonces comisario provincial de la Comisaría de Excavaciones Arqueológicas de las Canarias Occidentales (Tenerife, La Palma, El Hierro y La Gomera), quien invitó a Diego Cuscoy a colaborar con la Comisaría, invitación que éste aceptó. La labor desarrollada por Diego Cuscoy desde 1941, en colaboración con la Comisaría provincial, llevó a Juan Álvarez Delgado a nombrarlo auxiliar de la referida comisaría, aunque de forma extraoficial. El por entonces maestro nacional asumió, desde ese momento, todo el peso de la labor de campo desarrollada por la Comisaria.