Fuente: Diario de Almería
En mayo se cumplirán los 60 años
de la entrega por Marruecos de cuarenta prisioneros españoles que
permanecían en su poder desde que acabara en junio de 1958 la conocida
como "guerra olvidada" de Ifni-Sahara, nuestra última guerra colonial.
Entre estas cuarenta personas había tres mujeres, dos niños, un cabo de
la Guardia Civil, dos fareros-vigilantes y un conductor de camión. El
resto de los liberados eran militares. Con esta entrega se cerraba el
último capítulo de una guerra no declarada.
A los héroes de Ifni-Sahara.
En 1956, Marruecos se independizó y uno de
sus primeros objetivos fue crear un "Gran Marruecos" en base a los
territorios franceses y españoles circundantes. Para conquistar estos
territorios, se organizaron bandas armadas financiadas y equipadas por
el propio gobierno marroquí. En una primera fase, estas bandas atacaron
Mauritania, pero fueron rechazadas por los franceses, pasando entonces a
ser objetivo principal para ellos nuestros territorios de Ifni y Sáhara
Occidental Español. En noviembre de 1957, estas bandas, constituidas
bajo el nombre del llamado ejército de liberación marroquí, atacaron
nuestras posiciones en estos territorios. En un primer momento, se
perdieron las posiciones del interior, pero las plazas importantes se
mantuvieron con relativa facilidad. Por suerte para nuestros soldados,
las bandas armadas marroquíes no contaban con mejores medios de combate,
ya que sólo pudimos utilizar los medios que aún quedaban de la Guerra
Civil y el proveniente de excedentes militares de la 2ª Guerra Mundial,
debido a la imposición estadounidense de no emplear el armamento que le
habíamos adquirido a través de los acuerdos de Madrid de 1953. Tuvimos
que utilizar los viejos cazas Me109 y los Heinkel 111 de bombardeo, que
databan de 1941, así como los Ju-52 para lanzamiento de paracaidistas.
Nuestro Ejército resistió y en junio de 1958 la guerra
acabó. Tuvimos unas 800 bajas, entre muertos (300) y heridos (500),
además de los 40 prisioneros ya citados, y la pérdida de varios aviones,
fundamentalmente debido a fallos mecánicos, resultando esencial en la
derrota final de las bandas armadas la colaboración con los franceses.
Una guerra en la que supimos sobreponernos a
circunstancias tan adversas como la lejanía de nuestros centros
logísticos en la península, la escasez de efectivos para controlar el
territorio o la prohibición de utilizar las armas cedidas por los
estadounidenses, siendo el factor humano esencial para la victoria, con
hechos heroicos como los protagonizados por el Teniente Ortiz de Zárate y
sus paracaidistas, o por los legionarios de la XIII Bandera en Edchera,
donde sólo en esa jornada del 13 de enero de 1958 cayeron en combate
cuarenta y ocho de los nuestros, de los que dos de ellos, el Brigada
Fadrique y el Legionario Maderal Oleaga, se hicieron acreedores de las
últimas Laureadas individuales de nuestra historia militar.
Hoy pocos españoles saben de esta guerra o incluso de
un territorio que en su día se llamó Ifni y fue español. Por eso, la
importancia de actos como los que en estas fechas se celebran en todos
los acuartelamientos de La Legión para rendir homenaje a los laureados
Brigada Fadrique y Legionario Maderal Oleaga y, con ellos, a todos los
españoles, civiles y militares, que hace ahora 61 años, vivieron en
primera persona la conocida como "guerra olvidada".
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