Fuente: Observatorio CISDE (3/2/2013)
Aunque la primera agresión a las fuerzas españolas en Sidi Ifni
se produjo el 10 de agosto de 1957, el ataque general a nuestras
posiciones se realizó el 23 de noviembre a las cuatro de la mañana.
Si bien en la capital se rechazó el
ataque enemigo, numerosos puestos pequeños habían caído en su poder o se
encontraban sitiados, entre ellos: Tiugsá, Tenín, Mesti, Tela y
Tiliuin. El caso de este último era el más comprometido. Para aliviar su
situación la única solución posible era efectuar un desembarco aéreo
sobre un enemigo activo y envalentonado.
El documento para el socorro a Tiliuin
se firmó a las 02.00 horas del día 29 de Noviembre, con la denominación
oficial de “Operación Pañuelo”. El “propósito del Mando” era el refuerzo
del puesto a la espera de las acciones ofensivas que se desencadenaran
inmediatamente.
Sobrevolando Ifni.
El medio para llevarlo a cabo era efectuar un desembarco de dos secciones de paracaidistas de la 7ª Compañía[1]
de la II Bandera (en total 75 hombres), al mando del Capitán D. Juan
Sánchez Duque. El lanzamiento estaría protegido por la actuación de
bombardeo y ametrallamiento realizada por 5 aviones B2-1 (Heinkel).
A las 03,30 horas le tocaron diana a la
7ª Compañía, recibiendo la orden de equiparse completamente para salto
de combate. Aún cuando inicialmente la tropa imaginó que su misión sería
el rescate de sus compañeros de la sección cercada del teniente Ortiz
de Zárate, a las 6 de la mañana se supo la misión a efectuar: Realizar
un lanzamiento sobre Tiliuin para reforzar dicho fuerte.
El propio Comandante jefe de la II Bandera, D. Tomás Pallás Sierra, les informó de su misión con estas palabras: «Desde
el fuerte de Tiliuin han pedido ayuda, y esa ayuda solo puede llegarles
desde el aire. Ustedes van a llevar a cabo el primer salto paracaidista
deguerra en la historia militar de España. No sabemos con seguridad cual
es la situación actual del fuerte, puede haber caído ya en manos de los
moros y, lo que es seguro, es que a ustedes les están esperando abajo y
que su destino será incierto. Su deber es ir allí y es un honor, no solo
para la 7ª Cía., sino para toda la Agrupación haber sido elegidos para
esta misión. Quizá no os vuelva a ver, pero sabed que os llevaré para siempre en mi pensamiento»[2].
Paracaidista en Ifni.
A las 7,00 de la mañana
los paracaidistas se trasladaron al aeródromo de Sidi Ifni y se les
informó que el salto se realizaría desde la altura mínima permitida, 200
m. A las 9,15 horas los soldados embarcaron en cinco aviones «Ju-52». A
las 10,00 horas, el jefe de la Agrupación, teniente coronel Ignacio
Crespo del Castillo, pasó de avión en avión despidiendo a los
participantes y deseándoles buena suerte.
A las 11,10 se dio la señal de
despegue, llegando sobre su objetivo a las 11,34 horas. Mientras los
cinco aviones «Heinkel» de protección sobrevuelan los poblados
limítrofes al campo y puesto, ametrallando y bombardeando, la 7ª
Compañía efectúa su primer salto de guerra.
Quizás debido a la
actuación de los aviones de protección, o debido a la sorpresa causada
por la súbita aparición de aquellos soldados descendiendo del cielo, lo
cierto fue que no hubo una oposición seria durante el lanzamiento,
recibiendo tan solo algunos disparos aislados sin mayores consecuencias.
Una vez agrupados, todos los
paracaidistas, y con solo dos lesionados en el salto, se dirigieron
hacia el fuerte. Allí les esperaban su guarnición compuesta por 2
tenientes, 7 policías y 29 tiradores, así como el personal civil formado
por: 3 albañiles canarios, y 2 mujeres. De ellos había 7 heridos, 3
policías y 4 tiradores.
A las 12,30 el capitán cursó un mensaje
por radio a Sidi Ifni en el que daba cuenta del éxito de la misión, de
la ausencia de bajas, de la existencia de solo dos lesionados, de la
necesidad de recibir abastecimientos, así como de la falta de oposición
enemiga. A las 15,00 un «Ju-52» dejó caer en el interior del fuerte
diversos contenedores en cuyo interior había un mortero de 81 mm. con 54
granadas, un mortero de 50 mm. con 50 granadas y dos lanzagranadas con
12 proyectiles. Mientras tanto un avión «Heinkel» ametrallaba las
cercanías.
Después de cuatro días de combate, por
fin el día 3 de diciembre, a las 22’00 horas, se produjo la tan ansiada
liberación de Tiliuin, protagonizada por la VI Bandera de la Legión. El
día 4 se inició el repliegue a pie sobre Sidi Ifni después de destruir
todo lo que no se pudiera transportar.
A media tarde, las 16,30, un transporte
«Ju-52» aterrizó en la pista para evacuar a los heridos, lesionados y al
personal civil por último, el teniente Pradillo de la Policía fue el
encargado de arriar, definitivamente, la bandera española de aquel
remoto puesto en los confines de Ifni.
La columna sufrió a lo largo del
recorrido hasta Telata fuego de fusilería que, por otra parte, no causó
ninguna baja y que solo supuso el esfuerzo añadido de tener que
desplegar en orden de combate para, una vez llegados al lugar de
procedencia de los disparos, encontrarse con que el enemigo había huido.
A las 04’00 horas del día 6 de diciembre de 1957 la columna entró en Sidi Ifni. La misión había sido cumplida.
[1] La tercera sección era la del Tte. Ortiz de Zárate, en aquellos días cercada en las proximidades del Zoco de Tzelata.
[2] BOSQUE COMA, Alfredo: Guerra de Ifni. Las Banderas Paracaidistas. 1957.1958. Ed. Almena. Madrid, 1998. p 144.
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