Fuente: Actu Maroc (en francés)
El Gobierno de El Othmani y, principalmente, su líder que le da nombre,
han sido extremadamente torpes ante la tragedia de la inmigración ilegal
que acaba de ocurrir frente a la ciudad costera de Sidi Ifni, en el sur
del país, en la que se han producido seis muertos, incluyendo dos
mujeres y un bebé. Ningún mensaje de compasión o expresión de dolor en
el discurso del portavoz del gobierno después de la celebración de su
reunión semanal, ninguna palabra de solidaridad con las familias.
Saâdeddine El Otmani, jefe del Gobierno.
Por tanto, este artículo interpela a las más altas autoridades, primero
porque son ciudadanos marroquíes y este es un fenómeno nuevo este
verano.
Los emigrantes que quieren ir a España eligen cada vez más la ruta a las
Islas Canarias, menos protegidas que las ciudades del norte, al tomar
prestadas embarcaciones improvisadas como la que se volcó en los últimos
días con no menos de 30 personas, después de que los jóvenes fueran
agregados por la fuerza en el último momento al salir del puerto. El
balance podría haber sido mucho más trágico que las 6 víctimas y 10
heridos registrados por los socorros.
Si el abandono continúa sin fortalecer la seguridad en el puerto de esta
ciudad, y en otras regiones del Sahara, miles de emigrantes podrían
verse tentados por esta peligrosa aventura. El Gobierno podría haberles
advertido al menos de este peligro y prometido más vigilancia. El
gobierno y su líder prefieren retratarse en el parlamento que hablar de
estas muertes.
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