Fuente: El Faro de Ceuta
Sobre el Grupo de Tiradores de Ifni, quien mejor glosó el heroísmo de
los tiradores fue el periodista que cubrió la información sobre las
trincheras y que así lo narró: “el comportamiento del Grupo de Tiradores
de Ifni está bien demostrado, a través de su comportamiento en todas
las operaciones y desde su coronel hasta el último soldado. No hubo un
solo fallo en las operaciones en las que intervinieron y tienen el
inmenso orgullo de este palmarés: 1.200 muertos, 3.475 heridos y 881
mutilados en el campo del honor” (Ramiro Santamaria Quesada,
periodista)
A la izquierda el general Mariano Gómez
Zamalloa atendiendo a las explicaciones del comandante Espejo en una de
las posiciones en plena operación.
Un comandante querido y respetado por sus soldados
Puedo
dar fe de las grandes cualidades humanas de José Espejo López,
fallecido hace años en Santa Cruz de Tenerife siendo general de brigada
de Infantería, ya que fue un gran amigo. Era de carácter humilde,
sencillo, cercano en el trato y siempre dispuesto a servir a quien
acudiese en su ayuda, pero sobre todo un excelente soldado con el ‘valor
acreditado’.
Cuando
estalló el conflicto en Ifni con ataques al territorio, el entonces
comandante José Espejo López estaba al mando del I Tabor, con un
magnifico plantel de oficiales, suboficiales y, ante todo, sus
magníficos soldados de reemplazo que nada tenían que envidiar a soldados
de élite. Así lo avala cierto día en el transcurso de unas operaciones
un capitán legionario que, presenciando el comportamiento de aquellos
soldados de reemplazo afirmó: “esos muchachos nada tienen que envidiar a
mis legionarios. Ya quisiera tenerlos yo bajo mi mando”. En este caso
se refería a los soldados de la Compañía de Ametralladoras ‘Belchite
57’.
El entonces comandante José Espejo era el fiel retrato de
las ordenanzas del cabo: “se hará querer y respetar”, como lo corrobora
mi buen amigo y compañero, ya fallecido, Ignacio Blasco Sanz, cabo de
Tiradores, que estuvo en el I Tabor a las órdenes del comandante Espejo.
Así lo recordaba su comandante cuando, cierto día, llegó a la posición
un mando de la Armada. Los centinelas le dieron el ‘alto’, y como quiera
que no respondía al ‘santo y seña’, le obligaron a tirarse al suelo.
Cuando llegó el cabo Ignacio Blasco, este mando le increpó que si no
sabía el grado de sus divisas, a lo que le respondió que del Ejército de
Tierra conocía todos los empleos. Dicho mando fue a ver al comandante
Espejo y al capitán de su compañía Agustín López Andión. La respuesta a
la petición de un arresto, tanto del comandante Espejo como del capitán
López Andión fue esta: “este joven maño es de los más cojonudos que ha
habido en todos los combates”. Finalmente, tanto el comandante Espejo
como el capitán López Andión le expresaron al cabo Ignacio Sanz su
felicitación por cumplir con su deber.
Cerca de medio siglo en el Ejército
En
el libro “La guerra ignorada” de Ramiro Santamaría Quesada así está
narrado el comportamiento del comandante Espejo y su tabor: “mandaba el I
Tabor el entonces comandante José Espejo López, un ejemplo de vocación
africanista el cual estuvo en el Grupo de Tiradores de Ifni veintitrés
años de su permanencia en Ifni, tanto de capitán como de comandante. Al
ascender a teniente coronel pasó al III Tercio “Don Juan de Austria” de
La Legión, donde permaneció hasta su ascenso a coronel”.
El
entonces comandante Espejo López, un auténtico africanista, conocedor
como la palma de su mano, lo mismo del territorio que de sus moradores,
tuvo una destacada actuación, como así lo avala el historial del Grupo
de Tiradores de Ifni, donde se expone que: “el entonces comandante José
Espejo López y su I Tabor tenía a su cargo la organización de la ciudad.
El personal indígena fue relegado a trabajos de acondicionar pistas. La
4ª y 5ª Compañía, con personal europeo, forman una agrupación con tres
fusiles del III Tabor al mando del comandante José Espejo López”.
El entonces capitán José Espejo López en un desfile en Ifni con su caballo.
Esta agrupación queda de guarnición en la ciudad, en el
acuartelamiento de tiradores. La 12ª Compañía guarneciendo los puntos
sensibles de la ciudad, como el Gonio, el aeródromo, el depósito de
aguas, la gasolinera, la central eléctrica, el faro o la cárcel de la
plaza. Como se puede comprobar, la responsabilidad del comandante Espejo
y la agrupación de su mando era la de salvaguardar la ciudad y las
principales infraestructuras, que con todo acierto lo desempeñó.
General José Espejo López con más de medio siglo en el Ejercito.
El
historial del general (H) José Espejo López es uno de lo más brillantes
del ejército español. El tiempo en el Ejército fue de 49 años, 11 meses
y 6 días, con un total de 23 condecoraciones sobre su pecho, una Cruz
de Guerra, una Cruz Roja al mérito militar y comendador de la Orden de
África. Además de las operaciones de Ifni, siendo teniente coronel en el
IV Tercio “Alejandro Farnesio” intervino en la Marcha Verde en la
Operación “Marabunta”.
El historial del Grupo de Tiradores de
Ifni es el de una de las mejores unidades con las que contó el Ejército.
Este fue condecorado con una laureada, cuatro medallas militares
individuales y una laureada y cuatro medallas militares colectivas.
Deseo
narrar la humanidad del comandante Espejo López y esto me sucedió:
“cierto día, dando un paseo por una vía urbana, el tiempo era bueno y en
un banco había sentado un hombre que según él me dijo que tenía 87
años. Empezamos a hablar y le pregunté donde hizo el servicio militar, y
me dijo que en el Grupo de Tiradores de Ifni, donde tuvo un excelente
jefe por quien pasado más de medio siglo seguía sintiendo un enorme
cariño por su humanidad. Al preguntarle qué jefe era, me dijo era el
comandante José Espejo López. Nunca olvidaré el trato tan humano que
tenía con los soldados. Le dije que yo fui un gran amigo y que
coincidíamos los dos de lo que fue este gran soldado”.
El espíritu de los Tiradores de Ifni lo detalla el Himno de los
Tiradores, que así dice: “soy valiente, soy soldado de España, con la
frente levantada hacia el sol y me quema con aire africano el orgullo de
sentirme español. Adelante, sin temor a la lucha, nada espante tu
valor, tirador, somos bravos Tiradores de Ifni del ejército español, el
mejor. África, tierra de España, en tu vuelo duro y ardiente a mi Patria
siempre presente ven mis ojos con ilusión. Y por eso, tierra africana,
te venero con alegría y, gozoso yo cada día en ti pongo mi corazón”.
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