Fuente: A pie y sin dinero. Diario de un soldado (Facebook)
Once de febrero de 1937, las tropas nacionales han cubierto la
primera fase de la ofensiva del Jarama, queda la segunda, en la que los
puentes cobrarán vital importancia: Titulcia, San Martín, Pindoque y
Puente de Arganda, los dos primeros son defendidos por la XVII Brigada
Mixta, los dos restantes por la XII Brigada Internacional. La ofensiva
pretende conquistar la carretera de Valencia, arteria fundamental para
asfixiar a la capital de España y de paso llegar hasta Alcalá de Henares
para completar el cerco.
El ya desaparecido puente de Pindoque, tomado
por el III Tabor de Tiradores de Ifni durante la madrugada del 11 de
febrero de 1937.
Después de varios días lluviosos el
tiempo ha mejorado, el III Tabor de Tiradores de Ifni- Sáhara se
prepara para la acción, su jefe es el comandante Molero, y pertenecen a
la Brigada del Coronel Barrón, a las tres de la mañana nos desplazamos
desde la Marañosa a nuestro objetivo, un pelotón de ifeños avanza por
los cortados de Corbetera, son auténticos guerreros, nativos que solo
saben luchar y son expertos en acciones de golpes de mano y emboscadas,
conozco a estos nativos como si fueran de mi familia, ya que llevo
destinado varios años como oficial con ellos en Ifni y sé de sus
virtudes y defectos. Soy el teniente Pujalte Serrano de la Segunda Mia
(Compañía) del Tabor.
Tabor de Tiradores de Ifni desfilando.
Al otro lado del puente de ferrocarril la
segunda compañía del Batallón de Andre Marty a las órdenes del teniente
Martin guarnece el puente, han llegado esa misma noche, los francobelgas
no han reconocido el terreno, son tropas bisoñas, ni siquiera saben
donde se encuentra el enemigo, montan centinelas en el lado Este, pero
no en el Oeste, y el resto de la unidad duerme tranquilamente en unas
trincheras del terraplén, como si la guerra fuera un estadio muy lejano,
tienen una casucha como puesto de mando, pero en nuestro reconocimiento
no se observa a nadie. Dos ametralladoras maxin cubre el puente en su
lado Este y otra en el centro del puente, sus sirvientes también
duermen.
Lámina mostrando diferentes uniformes de Tiradores de Ifni de la época.
Son las cuatro de la madrugada, los ifeños se
preparan, sus gumías y bombas de mano están listas, y con sus cintas más
cortas, para que explosionen antes, preparo dos grupos el primero a las
órdenes del sargento Abdul- Alim, será el encargado de liquidar a los
centinelas, el segundo a las órdenes del sargento Antón de zapadores de
Tetuán se encargará de cortar los cables de las cargas de demolición del
puente. Un tercer grupo directamente a mis órdenes espera
pacientemente en el barranco del camino viejo de Cinchón para cruzar el
puente a la carrera cuando los dos primeros grupos hayan cumplido su
misión.
- Abdul, Antón, vamos llegó la hora.
- A sus órdenes sayyid.
- Suerte y a por ellos.
Los musulmanes se deslizan en silencio, son las cuatro de la mañana,
nadie da la voz de alarma, nadie ve nada, solo se oye el discurrir del
río, mis hombres caen por sorpresa sobre los centinelas, los cuales no
podían imaginar que la muerte rondara tan cerca de ellos, son degollados
sin contemplaciones con las gumías, de repente se escuchan
deflagraciones de las bombas laffite que han sido empleadas para
neutralizar a los internacionales que duermen envueltos en sus mantas,
mientras el grupo del sargento Antón se apresta acortar los cables de
las cargas de demolición. Ordeno a mi grupo cruzar el puente a la
carrera:
- Daena nadhhab bsre (Vamos rápido).
- Tashghil tasghil ïilaa aljisr (Rápido, rápido, al puente...)
Ocupamos el otro extremo del puente, han sido más de doscientos
metros a la carrera, a continuación el resto del tabor lo cruza como un
vendaval, de repente se produce una gran explosión, alguien ha activado
las cargas, han debido de quedar cables no localizados en la oscuridad
de la noche, el puente se eleva en algunos tramos, pero vuelve a caer
sobre su ubicación, los daños son mínimos.
- Alnaar, waitlag alnnar ealayhim (Fuego, disparar sobre ellos).
Tiradores de Ifni durante un pase de revista.
Insignia de los Tiradores de Ifni.
El Tabor se despliega en el extremo este del puente, y comenzamos a
cazar internacionales, como un huracán de fuego las mías (compañía)
avanzan, los tiradores lanzan sus granadas sobre los internacionales,
los cuales corren en todas direcciones, la sorpresa es máxima, un grupo
de republicanos se dirige a las casas de Pajares, una antigua azucarera,
los que no han sido aniquilados son capturados, los pocos que quedan
huyen en desbandada ante el empuje de los ifeños y los saharianos.
Quizá fue uno de los golpes de manos más espectaculares, digno de una
película de Hollywood, pero fue algo efímero, tras casi un mes de
batalla el frente fue neutralizado por los republicanos y no pudimos
alcanzar la carretera de Valencia, ni completar el cerco de Madrid, lo
que lo que conllevó el alargamiento de esta cruel guerra entre hermanos.
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