Fuente: El Faro de Ceuta
Aquellas Navidades en Ifni, el día de Nochevieja, el
general Gómez-Zamalloa quiso celebrarla con estos artistas siguiendo la
tradición de las doce uvas
Confieso que desde los años 50 hasta la actualidad soy un
enfervorizado admirador de la popular Carmen Sevilla, con nombre de pila
María del Carmen García Galisteo. Mi admiración a esta popular artista
lo es por sus grandes valores como persona, su sencillez, humildad y el
cariño que pone en todas sus actuaciones, y que jamás ha sentido
envidia. Todas esas cualidades hacen que una gran cantidad de españoles
admiren y quieran a Carmen Sevilla.
Carmen Sevilla con las tropas paracaidistas en Sidi Ifni.
De Madrid a Ifni en un avión (DC-3) del Ejército del Aire
Fue
en diciembre de 1957 cuando el Ministerio del Ejército contactó con
varios artistas de renombre nacional para ver si querían colaborar en
las navidades de 1957 en Sidi Ifni con las tropas españolas que allí
estaban combatiendo, con el fin de llevarles la alegría y cariño a todos
aquellos jóvenes soldados que estaban en esos territorios defendiendo
el honor de España.
Desde
Madrid vía Sevilla aquel elenco de artistas embarcaba en Getafe en un
avión (DC-3) del Ejército del Aire. Algunos con rencor y odio se han
atrevido a publicar que estos artistas fueron llevados como ganado en un
avión ‘Junkers’ de carga, cuando lo cierto es que hay imágenes que
demuestran la falsedad de estas afirmaciones, ya que existen y obran en
mi poder y se puede ver a estos artistas y al sequito de militares a pie
del avión (DC-3) en el Aeropuerto de Tablada (Sevilla).ç
Aquel magnífico conjunto de artistas lo componían Carmen Sevilla,
Marisol Reyes, Miguel Gila, Elder Barber, Eva Frometta y un trio muy
famoso en aquellas fechas, Las Vegas, a los cuales presentaría en sus
actuaciones el entonces locutor de Radio Juventus de Murcia, Alfonso
Fernández.
Carmen Sevilla bailando con los soldados en Sidi Ifni.
La Nochebuena la compartieron con este plantel de
magníficos artistas ante las tropas y autoridades militares, presididas
por aquel gran soldado, el general Mariano Gómez-Zamalloa y Quirce (el
héroe del Pingarrón), elogiado por quienes en aquellas fechas eran
enemigos, como lo fue Enrique Lister, quien públicamente elogió a este
heroico soldado.
Aquellas Navidades en Ifni, el día de Nochevieja, el general Zamalloa
quiso celebrarla con estos artistas siguiendo la tradición de las doce
uvas. Sin embargo, no había, por lo que el general Zamalloa abrió una
caja de bombones y entregó a cada artista doce, equivalentes a las uvas.
Los
legionarios, paracaidistas, tiradores y el Escuadrón Paracaidista del
Ejército del Aire, con marinos y otras unidades como los batallones
‘Soria 9’, ‘Pavia 19’, compañías de ametralladoras y armas pesadas
‘Belchite 57’, ‘Wad Ras 55’ y morteros ‘Ultonia’, no solo aplaudían la
actuación del elenco de estos magníficos artistas, ya que también por
muchos rostros resbalaban unas lágrimas de la emoción.
Así lloró Carmen Sevilla
Un
diario nacional así relataba lo que vivió Carmen Sevilla en las
Navidades de 1957 en Sidi Ifni: “regresó muy contenta, ha sido
inolvidable, algo que me hizo llorar. Era la media noche cuando Carmen
Sevilla, micrófono en mano conectado a los altavoces de los buques de la
Armada, así les habló; os habla Carmen Sevilla, pero no os habla como
artista ni mucho menos. Os traigo un abrazo a todos vosotros, de
vuestras madres, de vuestras novias, de vuestros hermanos y hermanas, y
os regalo en esta Nochebuena lo único que os puedo mandar, un abrazo
desde un cuartel de Sidi Ifni”, (Información, 3 de enero de 1957).
En
otro diario así se expresaba sobre su estancia en Sidi Ifni Carmen
Sevilla: “hijo, no hay palabras para decirle a aquellos soldados, que
gente más maravillosa. Allí vi a un viejo brigada legionario mordiéndose
los labios y con unas lágrimas sobre sus mejillas empuñando su
metralleta lleno de emoción, o aquel otro sargento que se me acerca, yo
creyendo que me iba a pedir una foto, y lo que me entregó fue una suya
dedicada. En una noche de actuación fui al encuentro de los
paracaidistas, y allí en un improvisado escenario bailé ante ellos y de
improviso subió un paracaidista que por señas me dijo que éramos
paisanos de Sevilla y bailamos ante una atronadora salva de aplausos y
de gritos olé y olé”.
Bastantes años después, con más
tranquilidad y con motivo del 50 aniversario de la Guerra de Ifni, en el
acto celebrado en el Cuartel del Bruch ante más de un millar de
antiguos combatientes, Carmen Sevilla era homenajeada por aquellos
excombatientes, los cuales con fotos de aquellas fechas se sentían
emocionados de tener a su lado a Carmen Sevilla, la madrina de la II
Bandera de Paracaidistas del Ejército de Tierra.
Hace unos
años, con motivo de la salida de un contingente de tropas de la Brigada
‘Aragón’, en la despedida a estas tropas en la Basílica del Pilar
apareció casualmente Carmen Sevilla y quiso despedir a estas tropas que
partían a Bosnia. Espontáneamente, entre aquellos jóvenes soldados una
de ellos le entregó un ramo de flores a Carmen Sevilla. Aquella escena
no se le borrará jamás, las lágrimas de la soldado y las de Carmen
Sevilla. Sobre la mujer en esta cita se identifica a Carmen Sevilla: “la
mujer buena y bella es un libro que consta de tantas páginas que la
vida entera no basta para hojearlo, ni el corazón para sentir las
emociones que produce”, (Severo Catalina).
Carmen Sevilla, con
la espontaneidad característica en ella, en una entrevista con un
periodista, a su regreso de Ifni, le expresó que allí, con aquellos
jóvenes soldados fue cuando lloró de emoción al comprobar que se estaban
jugando sus vidas defendiendo el honor de España y afirmó que, si
alguna vez si lo pidiesen, iría mil y una vez a llevar la alegría porque
ellos se lo merecen. De hecho, la Segunda Bandera Paracaidista del
Ejército de Tierra le nombró madrina de honor y ella, con mucho orgullo,
lucía la boina negra en su cabeza.
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