Las familias que aman nunca mueren, porque el eco del amor es eterno
Algunas personas que estáis leyendo estas líneas habréis
sufrido la pérdida de un familiar en la Guerra de Ifni-Sahara. Cientos de
muertos, algunos de ellos jamás fueron devueltos a sus familias. Personas que
lucharon por su país, la guerra les quitó la vida y el gobierno los abandonó
lejos de sus seres queridos.
A muchas familias ni siquiera se les informó dónde yacían
estos soldados. Aquello causo aún más dolor que sus muertes.
Nos quitaron el derecho de despedirnos y poder enterrarlos. No
solo fue la guerra olvidada, también fue la guerra de los muertos olvidados.
Uno de esos cientos de muertos fue mi tío Salvador Cortés
Cortés, cabo de la 1ª compañía del Batallón Cabrerizas, muerto en combate en Villa
Cisneros el 23 de febrero del 1958, cuando solamente tenía 22 años.
Embarcadero de El Aargub, situado frente a
Villa Cisneros, donde desembarcó la 1ª compañía del Batallón Caberizas
tres meses antes de la acción de guerra en la que murió Salvador Cortés y
dos compañeros más.
A la familia se nos notifica su muerte, pero nunca nos lo
entregan, en verdad ni siquiera sabíamos dónde estaba, si lo habían dejado
tirado en el desierto o lo enterraron en algún sitio.
El dolor que aquello les causo a mis abuelos, tía y madre
jamás lo superaron, fallecieron sin saber que había pasado con Salvador.
Salvador Cortés Cortés
Han pasado 63 años desde su muerte, y ahora sé que fue
enterrado en el cementerio de Villa Cisneros. El párroco, Ángel Vega García,
manda que se le dé sepultura el 25 de febrero. El 8 de diciembre del 1975 sus
restos mortales aterrizan en Las Palmas de Gran Canaria, a nosotros nadie nos
informó. La primera vez que tuve constancia de todo esto fue el año pasado, a
través de esta web y de Pablo Vázquez, que me habló de los traslados que se
habían hecho y de la posibilidad de que mi tío descansara en alguno de los
cementerios de Las Palmas.
Condenaron a las familias a un dolor eterno cuando ellos
sabían dónde estaban enterrados, y para colmo, cuando el territorio fue
entregado a Marruecos, trasladaron los restos mortales de los cementerios que
allí había a los de Las Palmas, ¿cómo iban a gastar dinero trasladando a cada
soldado con sus familias, si total solo habían dado su vida por defender el
país?
A día de hoy, siguen habiendo más de 200 personas enterradas
entre el cementerio de San Lázaro y el cementerio de Vegueta, ambos en Las
Palmas de Gran Canaria, entre ellos 21 que están sin identificar. Llevan allí
desde los años 75/76 y aún no se han dignado a entregárselos a sus familiares,
si quieres encontrarlos te tienes que espabilar.
La ayuda de las instituciones es más bien mínima, vas
pasando por un sin fin de archivos buscando documentación o algo que te pueda
ayudar, si no fuera por personas maravillosas que desinteresadamente te ayudan,
no tendríamos ninguna posibilidad. Y gracias a todas esas personas yo he podido
encontrar a mi tío, ahora se le ha pedido al ministerio de defensa que lo
trasladen al nicho familiar.
Pero no solo he encontrado sus restos, también he conocido un
poco más al sargento (a título póstumo) de la 1ª compañía del Batallón
Cabrerizas que fue mi tío Salvador. Por eso animo a todas las personas que
perdieron a un ser querido en Ifni-Sahara que lo busquen, es posible
encontrarlos y conocer su historia.
El Ministerio de Defensa tiene la obligación de trasladar a
donde los familiares crean oportuno a estos héroes muertos en acto de servicio.
En la web del Ministerio de Defensa
está el formulario para poneros en contacto con ellos, solicitarles información
sobre vuestro ser querido y preguntar si está enterrado en Las Palmas. Pero no
esperéis una gran ayuda por su parte, te contestan a la solicitud, pero no van
a desvivirse por localizar a nadie. Más bien tienes tu que demostrarles que está
enterrado allí.
También podéis poneros en contacto con el Archivo
General Militar de Guadalajara, ellos tienen mucha información sobre el Ejército de Tierra (tropas). Y si alguna persona quiere más información se
puede poner en contacto conmigo a través de El Rincón de Sidi Ifni.
Por último, quiero dar las gracias a todas esas personas maravillosas,
que se unieron a mi causa sin pedir nada y me dieron toda su ayuda. Personas
como Pablo Vázquez, Antonio Herrero
Andreu, personal de las Fuerzas Armadas, OMI Sahara y el
Ayuntamiento de Huécija. Gracias por toda
vuestra ayuda, y gracias al diario El Faro
de Ceuta por publicar un artículo sobre mi tío, que escribió el gran señor Antonio Herrero:
“Un nicho 60 años
esperando los restos del héroe”.
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