Fuente: El Faro de Ceuta
Aunque la infantería siempre aparece como tropa de élite, conviene
aclarar, y esto no es opinión mía, que la mayor parte de las veces en
conflictos bélicos la verdadera ‘punta de lanza’ de las avanzadillas y
quienes se juegan el tipo, son los valientes y abnegados zapadores.
Ellos son los que llevan a cabo el minado, desminado, colocación de
alambradas y la apertura de vías de acceso a tropas y vehículos, y ello,
la mayor parte de las veces, en primera línea de fuego.
De San Sebastián al Virgen de África
Para que sirva de aviso a navegantes, los que tanto sueñan con aventuras
de nacionalismos, en este artículo, la mayor parte de datos y fotos son
de un soldado vasco que perteneció a esta compañía de zapadores en Ifni.
Mi buen amigo me pidió que su nombre no apareciese puesto que en el País
Vasco existe un clima bastante tenebroso, y lo que me dijo lo aclara
todo, “soy vasco, pero no nacionalista”. Con esto creo que está dicho
todo lo que allí, en estas queridas tierras, desgraciadamente se vive.
Entierro en el cementerio de Sidi Ifni de un soldado de la Compañía de Zapadores nº 6.
Este
soldado componente de la Compañía Expedicionaria de Zapadores
Nº6, así recuerda aquellos meses de guerra: “El día 30 de noviembre de
1957, salía por ferrocarril, desde el Cuartel de Loyola de San
Sebastián,
la Compañía Expedicionaria de Zapadores compuesta por 63 hombres, entre
oficiales, suboficiales, cabos y tropa, al mando del entonces capitán Lorenzo Motos Rodríguez, asesinado por
ETA en San Sebastián siendo teniente coronel de Ingenieros el día 13 de
octubre de 1980”.
El Tte. Coronel de Ingenieros Lorenzo Motos Rodríguez, asesinado por ETA en San Sebastián día 13 de octubre de 1980.
“Tras
nuestra llegada a Algeciras, esta compañía embarcaba en el buque de la
compañía trasmediterránea Virgen de África, pero con anterioridad
habíamos estado dos días en Algeciras. Aquel bonito barco abandonaba el
muelle de Algeciras y salíamos mar adentro ignorando cuál iba a ser
nuestro destino, que comprobábamos a las 36 horas de navegación, cuando
atracaba este buque en el Puerto de Las Palmas de Gran Canaria. A
continuación, cambiábamos de buque. En este caso, a lo que se podría
llamar un cascarón. Era el buque Gran Tarajal, y tras un ajetreado
viaje, que era lo más parecido a ir subido en un tobogán, con nuestra
impedimenta y todo el material de rollos de alambre y un camión Ford
Taunus, llegábamos a tierra en Sidi Ifni”.
“Para llegar a
tierra lo tuvimos que hacer en los llamados carabos, entre grandes
movimientos del oleaje, donde había momentos en que parecía que íbamos a
caer al agua, pero, finalmente, soldados, impedimenta y material
pisábamos tierra de Sidi Ifni”. Según recuerda este soldado donostiarra,
el 21 de diciembre de 1957 unos potentes cañonazos que provenían del
crucero Canarias castigaban las posiciones enemigas. Dos días después,
víspera de Nochebuena, la Compañía de Zapadores Nº 6 se encontraba en el
Buyarifen, para más tarde avanzar unos 7 km colocando alambradas,
poniendo minas y abriendo vías para facilitar el tránsito de vehículos,
con el fin de que tuviesen libre el acceso a las posiciones, pero todo
ello oyendo silbar las balas por encima de sus cabezas y viendo las
explosiones de los morteros muy cerca”.
En el Diario de
Operaciones del Registro de Zapadores Nº 6, donde se incluye a esta
compañía expedicionaria, consta que el 1 de enero de 1958, la 1ª Sección
trabaja en el CR (Centro de Resistencia) y la 2ª Sección en el Bulalan.
El día 6 de enero, festividad de Reyes, la 2ª Sección finaliza los
trabajos en el Bulalan y la 3ª Sección finaliza haber alambrado cuatro
subelementos en Sidi Yusef y dos en Aman-Ali, y también estabilizado
tres campos de minas en Sidi Yusef, y que conste que, según este soldado
donostiarra, la labor tan encomiable que realizaban era de sol a sol.
Fragmento de la Orden General de Operaciones del día 30 de enero de 1958.
Los tres héroes caídos en acción de guerra
El día 10 de enero de 1958, en misiones propias en las posiciones
resulta herido por explosión de una mina el sargento Manuel Rodilla
Varilla. Posteriormente, los días 13, 14 y 15 de enero, esta compañía
realiza trabajos de fortificación en Biugra, Lauria Segueira y Id Umega,
y también colocando minas en Busgadir y Ayaix. Y así, día tras día sin
cesar, esta compañía de zapadores participaba colocando campos de minas y
alambradas en las cotas 404 y 406. Con ello facilitaron el paso a las
fuerzas de la II Bandera Paracaidista, desarrollando con pleno éxito la
operación al dejar apta la vía para la circulación, permitiendo el paso a
la IV Bandera de la Legión que iba a ocupar la zona de Biurta y Anamed.
Esta compañía de zapadores destacó a la 3ª Sección, que colocó
alambradas en ocho subelementos de la zona de Idlen Hach.
El
día más triste para los hombres de la Compañía Expedicionaria de
Zapadores de San Sebastián fue el 3 de febrero de 1958, cuando en pleno
combate la explosión de un mortero enemigo alcanzó al cabo Juan José
Izquierdo Serrano y al soldado Benedicto Filgueira Campos, falleciendo
dos días después dicho cabo a causa de las graves heridas, recibiendo
sepultura en el cementerio de Sidi Ifni.
Un día después, el 4
de febrero, en lucha contra el enemigo cae muerto el soldado Antonio
Olano Lizarazu y herido el soldado Arturo Sevillano Alonso, el cual
fallecía en el Hospital Militar de Sidi Ifni el día 8 de febrero. Según
recuerda el soldado donostiarra que me facilitó fotos y documentos y que
desea omitir su nombre, hoy, después de más de cuarenta años, está en
su mente esto: “Al soldado Antonio Olano Lizarazu, en pleno fragor del
combate, malherido, los moros lo remataron a culatazos. Las cruces de
los compañeros en sus tumbas del cementerio de Sidi Ifni las hizo,
incluidas las letras, un soldado de dicha compañía de zapadores, un
verdadero artista en trabajos de cantería, llamado Razquin”.
Hasta
el 23 de junio de 1958, fecha en que la Compañía Expedicionaria de
Zapadores Nº 6 estuvo en Ifni, su actuación fue ejemplar, trabajando de
sol a sol, con muchas incomodidades, pero su ejemplar actuación permitió
en todo momento que otras fuerzas pudiesen llegar a sus objetivos. Para
todos sus componentes fue un orgullo cuando la Orden del Gobierno
General del Ifni Nº 12 de 11 de febrero de 1958, publicaba la concesión
de la Cruz Roja al Mérito Militar al cabo José Izquierdo Serrano, y al
soldado Benedicto Filgueira Campos. El 22 del mismo mes otra orden
concedía la misma condecoración a Arturo Sevillano Alonso, Antonio Olano
Lizarazu (fallecidos), y al soldado José Oyarzabal. El 27 de junio a
las 14:15 la Compañía Expedicionaria de Zapadores embarcaba en el buque
Monte Amboto y se llevaban en sus corazones la felicitación del
general-gobernador de Ifni, que decía: “Me es grato hacer patente mi
felicitación a la Compañía de Zapadores Nº 6 por su excelente instrucción
y magnífico espíritu, sin olvidar la sangre de los que engrandecieron
la patria”.
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