Fuente: El Faro de Ceuta
El protagonista de este artículo es el primer sacerdote-paracaidista de
las Fuerzas Armadas, y además también el primero que se lanzó en un
salto de guerra en aquella contienda bélica de Ifni-Sáhara hace ahora
sesenta y cuatro años. Gracias a la amabilidad y gran corazón de este
palentino, capitán-capellán del Ejército del Aire, Eloy Pastor Díaz, que
con enorme cariño supo atender mis constantes molestias, para
facilitarme todo el material documental y gráfico, y que en su día fue
portada y ocupó titulares y páginas de toda la prensa nacional al
obtener el título de Cazador Paracaidista en Alcantarilla (Murcia) en el
año 1952.
El capitán-capellán del Ejército del Aire, Eloy Pastor Díaz.
Mitad monje, mitad soldado
Eloy Pastor Díaz, capitán-capellán del Ejército del Aire, nació en un
pequeño pueblecito llamado Villaviudas (Palencia), una tierra donde sus
habitantes son trabajadores, hospitalarios y sencillos, que dio hombres
célebres, como Íñigo López de Mendoza, Ponce de León, Alonso
Berruguete, Modesto Lafuente, Esteban Collantes y Casado del Alisal,
entre otros.
La vocación al sacerdocio le lleva a ingresar en el Seminario de
Palencia, donde tras cursar los estudios en dicho seminario, el 2 de
junio de 1946 era ordenado sacerdote y diez días después, en su pueblo
natal, celebraba su primera misa, para más tarde ejercer de párroco en
Peñafiel y Mélida, donde aún hoy, después de tantos años, varias
generaciones le recuerdan con gran cariño por su gran labor pastoral.
Don Eloy, como le llamaban sus paisanos, dejó tras su paso un imborrable
recuerdo de su gran labor apostólica. Al dejar estas parroquias para
incorporarse como capellán al Cuerpo Eclesiástico del Ejército del Aire,
las humildes gentes de estos pequeños pueblos sintieron enormemente la
marcha del sacerdote y amigo, quien siempre estaba dispuesto a prestar
su ayuda.
El capitán-capellán del Ejército del Aire, Eloy Pastor Díaz, en una de las posiciones en Ifni.
El 9 de noviembre de 1951 el Boletín Oficial del Aire nº 125
publicaba el ingreso en el Cuerpo Eclesiástico del Aire de Eloy Pastor
Díaz, con categoría de capellán 2º, al haber superado el ingreso por
oposición. Posteriormente, realizando los cursillos correspondientes,
quedaba destinado en la Región Aérea Central en Madrid, pero el espíritu
joven y de aventura de aquel joven sacerdote castrense de 28 años le
lleva a solicitar el Curso de Paracaidismo Militar.
En el año
1952 ingresa en la Escuela de Paracaidismo Militar Méndez Parada, de
Alcantarilla, para realizar dicho curso. En los primeros meses realiza
22 vuelos con 18 horas y 20 minutos, realizando también los seis saltos
que son requeridos para la obtención del título. Más tarde, el Boletín
Oficial del Aire nº 80 publicaba la concesión del título de ‘Cazador
Paracaidista’ del Ejército del Aire, correspondiéndole el nº de título
945.
La noticia de los saltos del entonces capellán Eloy
Pastor Díaz dio la vuelta al mundo en prensa, revistas, documentales,
etc. Concretamente un diario así lo reflejaba: “el pater Eloy Pastor
Díaz es un hombre de costumbres sencillas y vida austera: dejándose
llevar como el "perfecto obediente” que cita San Ignacio de Loyola, ha
realizado el Curso de Paracaidista sin omitir sacrificios, atendiendo al
mismo tiempo a sus feligreses, haciéndose querer y respetar, tanto de
superiores como de inferiores”, ‘La Verdad’, Murcia, 13 de junio de
1952.
Otro diario nacional así informaba: “el padre Eloy
Pastor Díaz ha realizado su primer salto en paracaídas a 500 metros de
altura, con lo que ha pasado a ser el primer sacerdote de España que ha
efectuado el arriesgado ejercicio, que ha llevado a cabo con gran
pericia y magnífico resultado”, ‘Informaciones, Madrid, 4 de junio de
1952.
De Sidi Ifni al salto de guerra de Hagunia
El
día 7 de diciembre de 1957, desde la Base Aérea de Getafe, partía en
varios aviones el 1º Escuadrón Paracaidista del Ejército del Aire,
compuesto por tres compañías y su plana mayor con destino a Sidi Ifni.
Con dicha unidad iba su capellán, Eloy Pastor Díaz.
Copiado de
su hoja de servicios sobre su actuación en dicha contienda, dice que en
Sidi Ifni ejerce su sagrado ministerio en el Hospital Militar,
atendiendo a heridos, y en las posiciones de Busgadir, Guebira, Cota 496
y otras posiciones en la zona de combate. Allí en primera línea de
fuego llegaba el aliento y el cariño a los soldados de este valiente
capellán, oficiando la santa misa en las mismas posiciones a varias
unidades los días 8, 10, 15, 22, 25, 29 y 31 de diciembre de 1957.
Parte del Estado Mayor de la Capitanía General de Canarias, 1ª Sección, de fecha 21 de junio de 1958.
Toma parte en la protección del convoy a Buyarifen el 22 de enero de
1958. El 30 de enero atiende a los heridos de un combate, y a varios de
ellos ya moribundos les administra la extremaunción. El 18 de febrero,
el escuadrón en territorios del Sáhara participa en la operación
Morabito, que consistía en realizar un salto sobre Hagunia para impedir
que el enemigo se retirase. Dicho escuadrón, al mando de su jefe el
teniente coronel (fallecido de general) Mariano Gómez Muñoz, era lanzado
sobre la zona de Hagunia, donde también saltaba el capellán Eloy
Pastor. Esto fue toda una noticia al ser el primer capellán que se
lanzaba en una acción de guerra.
En dicha acción resultó
herido Eloy Pastor, como así consta en el parte del Estado Mayor de
Capitanía General de Canarias, 1ª Sección de fecha 21 de junio de 1958,
firmado por el coronel-jefe de Estado Mayor de esta Capitanía en la
relación de muertos, heridos y desaparecidos. De las heridas tardó en
curar dos meses y 20 días, por lo que fue destinado a la Zona Aérea de
Canarias y África Occidental española. En este destino, Las Palmas de
Gran Canaria, estuvo varios años como capellán-vicario.
Fue el
primer capellán paracaidista en España, oriundo de Villaviudas
(Palencia), donde transcurrió una vida cuidando de su pequeña huerta y
oficiando la santa misa en la iglesia del pueblo, con un espíritu joven
que le mantenía firme y apegado a sus recuerdos, como sus
condecoraciones: la Medalla de Ifni-Sáhara en Zona de Combate, la Placa
de San Hermenegildo o la Medalla Sufrimientos por la Patria, entre
otras. Era diplomado en Psicología por la Universidad de Madrid y
también licenciado en Derecho Canónico por la Universidad Pontificia de
Salamanca.
La imagen de este sacerdote castrense es la de un
extraordinario soldado de Cristo, como así lo dijo en una entrevista:
“al capellán castrense le basta para llevar la condición de soldado, con
sentirse padre y amigo de todos los demás. El paracaidista suele ser un
cristiano más generoso por lo valiente y lo joven”, ‘Boletín de la
Hermandad del Trabajo’, septiembre de 1958.
Hay que hacer
constar que el entonces capitán-capellán paracaidista, Eloy Pastor Díaz,
no solo fue el primer capellán que obtuvo el título de paracaidista, si
no también el primero en saltar en acción de guerra en Hagunia
(Sáhara), en cuyo salto resultó herido, siendo hospitalizado en el
Hospital Militar de Las Palmas de Gran Canaria.
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