Fuente: ABC
El atleta establece este fin de semana en Sevilla un nuevo récord nacional de maratón
Cuando
se sentaba en el pupitre y comenzaba a correr en su colegio de Sidi
Ifni, la localidad del sudoeste de Marruecos en la que nació, Ayad Lamdassem
(1981) jamás llegó a imaginarse que acabaría representando en el
atletismo de élite a España, el país que le acogió en 2002 después de
fugarse de la concentración del equipo marroquí que iba a participar en
el Mundial de cross de Santiago de Compostela. Ese
salto al vacío por la ventana del albergue en el que se alojaba supuso
el comienzo de una nueva vida, el pistoletazo de salida para una exitosa
carrera adornada este domingo con el récord de España de maratón (2h.06:25). Una marca conseguida en Sevilla convertido ya en un cuarentón, aunque la edad, como los rivales, tampoco consigue frenarle.
Ayad Lamdassem, en Sevilla. (Foto: Juan José Úbeda)
Aquella fuga en Galicia hacia el estrellato comenzó a gestarse justo un año antes, cuando Lamdassem
ya había empezado a labrarse en Marruecos un prometedor futuro como
atleta después de proclamarse campeón universitario de 5.000 metros
(2001). Un oro que mordió mientras estudiaba Económicas
y que, sin embargo, no le sirvió para obtener el billete a la
Universiada celebrada en China en verano de ese año, una extraña
ausencia por la que no recibió ninguna explicación por parte de los
dirigentes federativos marroquíes. Ese feo jamás lo olvidó. Tampoco lo
perdonó. «Aquella decisión me marcó. Varios atletas y yo decidimos que
en 2002 ajustaríamos cuentas por ello, por eso decidimos escaparnos
antes del Mundial de cross», reconoció en una entrevista años después de
instalarse y comenzar a devorar kilómetros entrenándose ya en España.
Tras un tiempo en Valencia, se trasladó a Lérida, donde comenzó a trabajar con Antonio Cánovas, su entrenador,
mientras empezaba otra carrera de fondo vital: la pelea burocrática por
conseguir la nacionalidad española. Documentación que pudo firmar por
fin en 2007 tras la intervención de Jaime Lissavetzky, entonces
presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD). Unos papeles que le
abrieron las puertas de la selección y también del sueño olímpico, del
que el pasado verano se quedó a las puertas de la gloria al acabar
quinto en el maratón de los Juegos de Tokio.
Lamdassem,
séptimo este domingo en Sevilla en una prueba en la que el etíope
Adeladlew Mamo subió a lo más alto del cajón (2h04:42), volvió a exhibir
la sonrisa que mostró en 2020 tras borrar un récord de 14 años, en
posesión de Julio Rey, consiguiendo la plusmarca nacional de maratón (2h.06:35), un registro que compartía desde diciembre del pasado año con Hamid Ben Daoud,
otro marroquí nacionalizado español. Ahora ya luce ese récord en
solitario mientras piensa en nuevos retos: el Campeonato de Europa de
agosto en Múnich, donde considera «posible lograr la medalla de oro»
antes de «intentar bajar de 2h:05 y preparar los Juegos de París» de
2024, según afirmó.
El de Lamdassem no fue el único récord
celebrado este fin de semana por el atletismo nacional. Solo 19 días
después de nacionalizarse y en su segunda competición como español, Jordan Díaz,
de origen cubano, batió el de triple salto bajo techo, marcando 17,27
metros. La gran promesa mundial rebajó en el Campeonato de España sub-23
de Salamanca el registro de Pablo Torrijos (17,18 metros) y ya lidera
el ranking mundial del año.
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