Fuente: El Progreso
Uno de los soldados de reemplazo de 1956 es José Rico Castelao (A
Fonsagrada, 1935). El sorteo no le favorece pues le toca África. Tras la
instrucción será artillero en Sidi Ifni, donde la situación está
revuelta. Marruecos y el llamado Ejército de Liberación, o Yeicht
Taharir, que tiene su apoyo, acechan. Los permisos son difíciles de
conseguir, no solo por el conflicto, sino también por ser el punto más
alejado de Galicia.
Rico Castelao es hijo de Modesto y Aurora, y con ellos vivía en A Pobra
de Burón dedicados a la agricultura antes de incorporarse a filas. La
ficha completa nos lo describe de 1,71 m de altura, chato de nariz, con
el pelo castaño y la boca grande. Jura bandera en Sidi Ifni el mes de
junio de 1957.
Primer caído en la última guerra: José Rico Castelao.
Son las cuatro de la mañana del 23 de noviembre de ese año, cuando se
interrumpen todas las comunicaciones interiores de Ifni con la capital, y
una hora y media después se producen los primeros disparos en sus
alrededores. Así comienza la que se conoce como última guerra en la que
participa España, la de Sidi Ifni-Sáhara, disimulada por el régimen, a
pesar de sus 300 bajas en un ejército de 8.000 hombres.
El Yeicht Taharir se propone tomar el polvorín como primera medida antes
de entrar en la ciudad. A esa hora en la garita de guardia se encuentra
el artillero 2º, José Rico Castelao, que recibe heridas muy graves y es
el primer soldado español en caer. Morirá dos días después.
Tan graves hechos se comunican a los españoles mediante una “Nota del
Ministerio del Ejército”, que se publica tres días después con ese mismo
titular en todos los periódicos. Por el contrario, resulta curioso
comprobar que el mismo 23, la prensa alerta de que en Sidi Ifni hay una
invasión… ¡de langosta!
Es fácil imaginar la rabia contenida de Modesto Rico y Aurora Castelao
al enterarse de la muerte de su hijo y comprobar que no se le cita.
No todo es ocultación. A José no se le da la consideración de ser la
primera baja de una guerra que tampoco es guerra, sino ataques de
delincuentes, porque como pasa al hospital y tarda ese tiempo en morir,
hay otras víctimas de los rebeldes.
La nota del Ministerio resalta que los Tiradores de la guarnición
masacraron a los atacantes y todo está bajo control. Un control
relativo, pues como ya se dijo, va a haber tres centenares de muertes y
quinientos heridos en el bando español.
La guerra finaliza con el Tratado de Angra de Cintra que firman España y
Marruecos el 1 de abril de 1958 y que recoge el fin del protectorado
español.
Castiella, ministro de A.E., se reúne con su homólogo marroquí Balafrej
en la bahía de Cintra de Río de Oro con gran secreto para negociar el
fin de los enfrentamientos. Está presente el heredero Hassan II, padre
del actual rey.
Aún así el alto el fuego se demora hasta el 30 de junio de 1958, para
demostrar que el Ejército de Liberación no forma parte del ejército
regular marroquí.
Veinte días antes, Marcial Granja Teijeiro, un oficial gallego al mando
del Grupo de Artillería a Lomo, contesta a Modesto Rico para enviarle
los documentos de su hijo que este le reclama tiempo atrás, por lo que
se disculpa. Se los llevará en mano otro soldado, Francisco Rey
Fernández, residente en Castrillón (O Corgo), que regresa con licencia
ilimitada, o sea, licenciado.
Xosé María Gómez Vilabella, delegado del Banco Exterior de España en
Sidi Ifni en esa fecha, identifica a José, pero el silencio cae sobre él
y no aparece en los libros sobre aquella guerra que no fue.
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