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Fuente: Marca (20/05/2021)

Siete meses de conflicto con bandas armadas apoyadas por Marruecos

Aunque periódicamente se publican libros y reportajes sobre los sucesos acaecidos en el África Oriental Española en 1957-58, aunque hay consenso en llamar la Guerra de Ifni a ese enfrentamiento entre el Ejército Español y bandas armadas irregulares patrocinadas por Marruecos, hay poca conciencia en España sobre la existencia de la misma. Y sin embargo, fue el último conflicto armado entre España y un enemigo externo, involucró a la Infantería, a la Armada y a la Aviación, y el número de bajas fue apreciable: alrededor de un millar por parte española, y unas 8.000 por parte del enemigo. Fue precisa una alianza hispano-francesa, como en los tiempos de la Guerra del Rif a principios de siglo, para poner fin al conflicto.

Carmen Sevilla actúa para los paracaidistas españoles. Estas imágenes sí se difundieron. (Foto: EFE)

Como suele suceder en estos casos, fueron varias las causas que llevaban al conflicto. Estuvieron entre ellas el imperialismo de la dinastía marroquí iniciada por Mohamed V, la imprevisión política y torpezas del gobierno franquista español, y en no menor medida, el pobre estado en que se encontraban las fuerzas armadas españolas, paradójico en un régimen militarista, como el de Franco.

En 1956, Marruecos había alcanzado la independencia. Por alguna extraña razón, pareciera que el gobierno franquista -vinculado a Marruecos 'sentimentalmente', pues muchos de sus líderes habían realizado su carrera militar en la cruenta guerra del Rif y luego habían conquistado el poder en España mediante el profuso empleo de mercenarios norteafricanos en la Guerra Civil- pensaba que esa independencia iba a limitarse a la zona del país ocupada por los franceses. Cuando la exigencia llegó a la zona española, esta se abandonó deprisa y corriendo y sin gran preparación (no se consiguió ninguna garantía sobre la frontera sur marroquí, por ejemplo). Franco renunció a su Guardia Mora y un general del ejército español, Ben Mizzián, pasó a ser jefe de las Fuerzas Armadas marroquíes. Desde ese puesto reprimió una sublevación en el Rif.

Mapa del África Occidental en 1957.

España seguía, después de ese 1956, manteniendo posesiones en el Norte de Africa: Sidi Ifni, un enclave en la costa atlantica. El Cabo Juby. El Río de Oro, colonia desde 1881, y Saguia el Hamra, cedido por Francia. Estos dos últimos territorios forman el Sahara Occidental. Frente Polisario significa Frente Popular de Liberación de Saguia el Hamra y Río de Oro. Pero el Polisario no toma parte en esta historia.

El naciente Marruecos empezó a proclamar desde el principio que todavía faltaban territorios por incorporar al país. Entre ellos, la llamada África Occidental Española. Esta tenía una administración básicamente militar, con un General de Brigada del Ejercito de Tierra, con sede en Sidi Ifni, al mando. Curiosamente, era en esas fechas un personaje tan vinculado al fútbol español como el general Gómez Zamalloa, distinguido en la Guerra Civil, en la División Azul, en el Francia-España de Colombes, cuando se enfrentó con exiliados y el que dio a la selección en el vestuario la consigna de 'cojones y españolía': sonreírse ante ello costó a Pahíño el ostracismo. Cuando en el desempate ante Turquía por una plaza en el Mundial 54, un misterioso telegrama 'impidió' la alineación de Kubala con la selección española, el jefe de delegación era él: Zamalloa.

Paracaidistas españoles abordan un Junkers-52.

Guerra de Ifni: El asedio a Sidi Ifni, la Operación Netol y la Operación Gento

A la población saharaui, en su mayoría nómada, se le daba un trato paternalista. Pero a algún lumbreras del Ministerio de Hacienda se le ocurrió poner un impuesto al ganado de las tribus locales. No gustó nada, evidentemente, y la verdad es que, en su mayoría nómadas, tampoco tenían gran conciencia en ese momento de estar en país o en otro. Y en esas, la propaganda marroquí y bandas armadas procedentes de ese territorio (El Ejército de Liberación del Sahara) comenzaron a actuar.

Después de varios meses de incidentes (escaramuzas, saqueos, terrorismo contra jefes tribales proespañoles...), la guerra comenzó el 23 de noviembre de 1957. Se ha llegado a decir que el plan era que los irregulares se infiltrasen en la ciudad de Sidi Ifni, asesinaran a todo aquel que se resistiera, militares o civiles, y se hicieran con la ciudad. Los servicios de inteligencia y las informaciones de soldados indígenas leales permitieron detener, en parte, el golpe. Pero todos los puestos militares avanzados -se empleaba el mismo sistema que en la Guerra del Rif, que entonces acabó en tragedia- fueron sitiados, así como la propia población de Sidi Ifni.

Imágenes de la Guerra de Ifni en el No-Do.

Previamente, se había ordenado que toda la tropa europea -en muchos casos, soldados de reemplazo- fueran evacuados de las posiciones de interior del país. Aquello hizo que muchos oficiales y soldados indígenas acabaran desertando ante la desproporción de fuerzas con los irregulares. Porque además, el material de guerra español era paupérrimo. Al final, el 23 de noviembre el asaltó el polvorín de la ciudad . hubo dos bajas españolas y varias entre los atacantes. Se les rechazó, pero Sidi Ifni quedó cercado. No se pudo levantar el asedio, y así seguiría hasta que años después se abandonase la ciudad.

La guerra duró hasta el 30 de junio de 1958 y en ella hubo episodios militares y político-sociales. Por ejemplo, que en el ejército español compartieran papel alpargatas y mosquetones con el modernísimo, por entonces, fusil de asalto CETME. Que los Estados Unidos no permitieran usar a España en África el moderno material bélico recién suministrado, y que esta guerra fuera la última en que los viejos Messerschmidt Bf-109,Junkers-52 y Heinkel He-111 combatieran. Que muchos soldados fueran al combate con una lata de sardinas y dos litros de agua al día, que 8.000 soldados de reemplazo fueran enviados al frente, y que a su vez se emplearan modernas unidades paracaidistas. Que la Legión y los 'paracas' se comportaran con gran eficacia y que la opinión pública española, 'gracias' a la censura, apenas se enterase de nada en esos momentos y de muy poco después. Que las operaciones de liberación de guarniciones sitiadas se llamaran 'Operación Netol' (un popular limpiametales) y 'Operación Gento' (más que probable alusión el velocísimo extremo izquierdo del Real Madrid).

Sí se vieron en el No-Do los 'festivales navideños' de los soldados allí destinados, con participación de famosos como Gila y Carmen Sevilla y algunas operaciones bélicas cuando se empezó a recuperar la iniciativa. No fue público hasta mucho después -y no demasiado- en Edchera murieran emboscados por el enemigo 37 legionarios y 50 resultaran heridos. 241 atacantes quedaron en el campo: la guerra no era una broma.

El crucero Canarias.

Guerra de Ifni: el 'bombardeo' fingido de Agadir

Al final, las acciones se extendieron al Sahara Occidental. Allí, una operación hispano-francesa -ya, por parte española, con modernos medios blindados helicópteros y aviones T-6 Texan (de entrenamiento, a los que se habían acoplado las ametralladoras de los biplanos FIAT de la Guerra Civil)- limpió de irregulares el interior del territorio (Operación Teide la española, Operación Escobillón la francesa). Antes, el 7 de diciembre de 1957, varios barcos de la Armada española habían fondeado frente al puerto marroquí de Agadir -con el buque insignia de la flota, el viejo crucero Canarias y sus cañones de 203 milímetros- y apuntaron sobre diversos objetivos de la ciudad, sin abrir fuego, pero lanzando un mensaje inequívoco. El apoyo al Ejército de Liberación (provisto de armamento estadounidense, francés y español cuyo origen podía rastrearse hasta los arsenales marroquíes) fue menos decidido desde entonces.