Fuente: El Faro de Ceuta
Sobre el desconocimiento que existe de la actuación del Arma de
Transmisiones, en el presente artículo se demuestra las importantes
misiones que a lo largo de la historia ha desarrollado, siempre en labor
anónima y callada al servicio de la Patria, lo mismo en acciones de
guerra como en tiempos de paz. De ello soy testigo porque en el año 1959
presté mis servicios en la Agrupación de Transmisiones de El Pardo. De
ello me siento orgulloso y honrado.
Coronel Alfredo Bello Gómez, jefe del Regimiento de Transmisiones de El Pardo en 1957.
De El Pardo al África Occidental Española
Con motivo de los constantes incidentes tanto en Ifni como en el Sáhara
por los ataques de las Bandas Rebeldes, el 6 de noviembre de 1957 el
Regimiento de Transmisiones de El Pardo recibe una orden del Estado
Mayor Central del Ejército de organizar una compañía expedicionaria con
el correspondiente material para atender los enlaces de radio entre el
África Occidental Española y la Capitanía General de Canarias, así como
con Madrid.
La plantilla de esta compañía expedicionaria estaba compuesta por
oficiales y tropa del citado regimiento, junto con todoterrenos (Dodge)
Comando, pertenecientes a la Agrupación de Transmisiones de El Pardo. En
cuanto a las emisoras, estas fueron cedidas por el Regimiento de Redes
Especiales y Servicios Especiales de Transmisiones del Acuartelamiento
de Prado del Rey. Cabe mencionar que una parte de los todoterrenos
Comando fueron cedidos por el Batallón de Automóviles de la Reserva
General. Tal como lo expone el coronel García Laorden Ramos, dichos
vehículos eran los más apropiados para las misiones del desierto.
Un soldado veterano de Transmisiones, héroe en Rusia en la División
Azul, posa ante la garita principal del Acuartelamiento de El Pardo.
El 6 de noviembre de 1957 se organiza la compañía tras las órdenes
del coronel jefe de dicho Regimiento. Embarcan en el puerto de Cádiz,
estando compuesta dicha compañía por el mando de un capitán-jefe, 13
suboficiales y 90 soldados y cabos, cuyo capitán-jefe era Victoriano
Sánchez García. También formaban parte los tenientes, Francisco Martínez
García, Benito Ruíz Blázquez, Emilio Elices y un alférez de IPS.
También desde Cádiz parten para Ceuta para embarcar una sección de
Zapadores al mando de un teniente, junto con 3 suboficiales y 21 de
tropa.
El Arma de Transmisiones ha desarrollado importantes misiones
Una
vez desembarcados en Playa de Aaiún, aquellos soldados de Trasmisiones
cumplieron con creces las misiones encomendadas, no exentos de muchas
privaciones y algunas veces en condiciones muy extremas, ya que es lo
que conlleva el desierto, el cual no regala nada y sin embargo exige
mucho, donde no caben los cobardes y aún menos los pusilánimes.
En los combates
En
el patio del cuartel del Regimiento de Transmisiones de El Pardo el
entonces coronel-jefe Alfredo Bello Gómez les dirigió unas palabras
antes de partir al Sáhara. Este coronel, debido a su experiencia, ya
sabían dónde iban, ya que había vivido tres guerras en España y junto
con la División Azul. En sus palabras de despedida, como no podía ser de
otra manera, les deseaba suerte y que supieran cumplir con el sagrado
deber de ser fieles a su juramento.
Apenas llevaban varios
días en El Aaiún cuando, el 26 de noviembre de 1957, tocan ‘Generala’
debido a que las Bandas Rebeldes habían atacado en la Playa de Aaiún a
nuestras fuerzas allí desplegadas. Inmediatamente se forma una columna
y, una vez en la playa, los defensores consiguieron rechazar al enemigo,
no sin antes haber llegado a la lucha cuerpo a cuerpo.
Diariamente
salían convoyes a Playa de Aaiún donde los todoterrenos de
Transmisiones cubrían la cobertura de radio con el Mando de Aaiún. Para
llegar a la playa iba de escolta una compañía de La Legión, ya que el
enemigo era escurridizo en cualquier momento podían ser atacados.
Con
frecuencia, en estos desplazamientos recibían ataques de las Bandas
Rebeldes, las cuales tenían por objetivo aniquilar los todoterrenos de
Radio para así poder silenciar las comunicaciones con el puesto de
Mando. En uno de estos desplazamientos a Cabeza de Playa de Aaiún, los
Rebeldes atacaron a la columna de La Legión, resultando herido de
gravedad el capitán Venerando Pérez Guerra, el cual fallecería
posteriormente, además de herido el teniente Manuel Huertas y seis bajas
más.
Unos soldados de Transmisiones de El Pardo en un todoterreno en marzo de 1968 en El Aaiún.
El principal hecho de armas de esta compañía tuvo lugar el 13 de
enero de 1958 en Edchera. En la columna de La Legión iban dos
todoterrenos con una emisora de radio ‘tierra/tierra’ en uno, y de
‘tierra/aire’ en el otro. Se encontraban también los cabos 1º Francisco
Parra Vidal y Pedro Fernández-Mayorala, ambos compañeros míos en dicho
regimiento. Desgraciadamente, el cabo 1º Fernández-Mayorala desapareció
tras el combate y nunca se supo de él.
El principal hecho de armas de esta compañía tuvo lugar el 13 de enero de 1958 en Edchera
El
comportamiento del entonces cabo 1º Parra Vidal fue encomiable a las
órdenes del comandante-jefe de dicha columna, Ricardo Rivas Nadal. Desde
el inicio del combate, Parra Vidal estaba en enlace directo con la
emisora de Aaiún, y hubo momentos, según me confirmo él mismo, que
cuando la aviación comunicaba posiciones para bombardear al enemigo, el
comandante Rivas Nadal no contestaba, pues temía que si bombardeaban
iban a causar más bajas a sus legionarios. Incluso cuando el coronel
Mulero, jefe del subsector de Aaiún le comunicó que se retirase, la
respuesta del comandante Rivas Nadal fue que mientras quedase un
legionario vivo o muerto, no los abandonaría nunca.
Días
después, un telegrama del general-gobernador del Sáhara al capitán-jefe
de dicha compañía nº 21/215 de 26 de marzo de 1956 así decía: “felicito a
esa unidad por el valor, disciplina y alto grado de instrucción, donde
demostraron ser unos buenos soldados de España”.
|