Fuente: Cadena SER
Se han cumplido ya dos años de guerra en Ucrania y el lenguaje belicista
se ha adueñado del debate político y mediático de manera global. En los
últimos años hemos conocido otras contiendas y, además, en lo que
llevamos de año también se ha impuesto el lenguaje de la guerra en el
eterno problema palestino-israelí. Consecuencia de esta deriva, y sobre
todo en Europa, es que proliferan los argumentos que apuestan por
incrementar el gasto “en defensa”, sobre todo, según sus defensores,
porque la amenaza de Putin se podría incrementar y la más que posible
llegada, de nuevo, de Trump a la Casa Blanca podría interrumpir o
disminuir la cobertura que la OTAN nos proporciona.
Y en estas estamos cuando se cumple otro aniversario del último
conflicto militar en el que participó España, el que tuvo lugar en Sidi
Ifni, territorio colonial sin recursos naturales importantes al que
muchos soldados de reemplazo eran enviados para cumplir su servicio
militar. Una franja de tierra de 80 kilómetros de costa y 25 hacia el
interior habitada fundamentalmente por bereberes.
Para contextualizar correctamente la situación tendremos que remontarnos
al mes de abril de 1934, cuando el Tercio ocupara el territorio ifneño
otorgado por Francia, si bien los orígenes de la presencia española en
el enclave se remontan a finales del siglo XV, aunque hubiera desde
entonces una larga interrupción de la relación. Ifni, Tarfaya y el
Sáhara pasaron a depender del Alto Comisariado de España en Tetuán. Se
alcanzaban así algunos de los objetivos coloniales en el norte de África
que mantendríamos hasta la llegada de la descolonización de los años
cincuenta que, a su vez, daría pie al desmantelamiento de los imperios
coloniales francés, inglés, belga o alemán como sus pilares
fundamentales. La dictadura franquista no quiso abandonar aquellos
territorios, exhibición de sus desvaríos imperiales, hasta el punto de
combatir por el enclave de Ifni, aunque los españoles apenas tuvieron
conciencia de aquello. De hecho, el dictador y sus gobiernos siempre
presumieron de haber conseguido el periodo de paz más larga de nuestra
historia.
En aquel breve conflicto los soldados españoles combatieron con medios
muy anticuados. El 23 de noviembre de 1957 la colonia, situada frente a
las islas Canarias, fue atacada. Víctimas de un calor de justicia, se
vieron obligados a luchar en un entorno inhóspito lo que no impidió la
victoria militar momentánea. Marruecos era un país dividido entre
Francia y España, básicamente, pero los vecinos sufrían sucesivas
agresiones del nacionalismo árabe por lo que concedieron la
independencia a Túnez y a Marruecos y concentraron sus esfuerzos en la
compleja Argelia. Las presiones internacionales y la debilidad española
obligaron a Franco a conceder, aunque a regañadientes, la soberanía a
los marroquíes, si bien mantendría todavía la posesión del Protectorado
Sur hasta que en 1969 lo entregó definitivamente a Marruecos. El
conflicto provocó 205 muertos y 186 desaparecidos en el bando español.
Fue una guerra tan absurda como anacrónica a la que centenares de
reclutas fueron enviados a defender la patria y muchos perdieron la vida
en una empresa cuyos recuerdos perduran en los supervivientes. Habían
ido atemorizados ellos y sus familias a causa de la lejanía y lo
desconocido del lugar envuelto en una fuerte censura que aplicó la
dictadura. Aquello formaba parte de la ingrata mili, que todavía
adquiría tintes más dramáticos si te tocaba en África, una verdadera
perrería y ya no digamos si el lugar de destino era el remoto y
desértico Ifni. En Cataluña perdura una activa asociación de veteranos,
con más de 500 socios, algunos de los cuales visitan periódicamente
aquel paraje presas del rencor por aquel destino y la nostalgia. En 2006
el Congreso aprobó una Proposición no de Ley para resarcir a los
antiguos soldados españoles en Ifni. Los veteranos del conflicto aún
reclaman el reconocimiento moral y económico por su participación en
aquella aventura que, de cara al pueblo español, nunca existió.
Pero, como algunos dicen ahora, son cosas de las guerras.
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