Página 6 de 7
Alfonso comenta sobre lo sucedido: “Creo que fue eso que hizo que las autoridades españolas de la época reaccionaran. Nos liberaron, por fin. Si Mohamed V no hubiera pensado en hacer ese viaje además de estar presionado por las circunstancias francesas, no sé lo que hubiera pasado con nosotros. Fue una guerra tan oculta por la censura, que hasta se dudó de que hubiera existido”.
Según el boletín Nacional de las bajas, le dieron como desaparecido/muerto el 21/06/58 en una lista publicada en el Anexo al Escrito número 1342.
"Por fin, el día 6 de mayo de 1959 fuimos entregados al embajador
español en Marruecos en presencia de Mohamed V, rey de Marruecos en ese
momento, y su hijo Hassan II, ambos desaparecidos actualmente".
Carta a los padres de Alfonso Carlos dando cuenta de su desaparición.
Su último periplo militar fue el destino, a efectos de movilización, al Regimiento de Infantería Cazadores de Montaña número 7 de guarnición en Pamplona.
La afrentosa entrega de prisioneros.
Alfonso continúa: "En toda esta historia se podrían haber incluido nombres, pero muchas veces es mejor dejar en el anonimato ciertos sucesos. Sólo quería contar esta experiencia al haber leído varios artículos sobre este tema los cuales, algunos, están muy lejos de la realidad”, dice Alfonso. “Para terminar, me gustaría contar algunas anécdotas".
"Estando yo en prisión hubo una Reunión de Caritas en Pamplona dónde acudió un alto jefe militar. Mi hermana, que también estaba presente en esa reunión, preguntó al militar por los presos españoles. Este negó rotundamente que en Marruecos hubiese presos españoles. Más adelante y ante la evidencia, el militar se retractó y reconoció que habían pequeños incidentes pero no pasaba nada. Yo, personalmente, me pregunto ¿una guerra que costó a España 1.000 bajas entre muertos y heridos, no fue NADA?. Que vengan a mí y que me lo cuenten".
"Cuando estábamos en el desierto y para no pasar frío durante la noche (pasaba de 40 ó 50 grados a -1 ó -2 por la noche) nos metíamos en la arena para calentarnos con el calor acumulado durante el día. Se veían a las hienas a lo lejos y a los alacranes. Para mi sorpresa, he visto a muy poca gente ser picada por estos 'bichos'".
La humillación de Marruecos a los prisioneros.
"En los días señalados, los moros dejaban comida sobre la tumba de sus muertos. Lo que hacíamos nosotros, cuando se iban, era robársela porque pasábamos bastante hambre".
"También diré que en esa época que estaba en Ifni y antes de estar prisionero, nos lo pasábamos muy bien en la cantina del cuartel, como cualquier joven… ¡imaginaros! Sobre todo antes de salir al combate. Ganábamos 750 pts. al mes, mucho para estar en la guerra y antes de salir al combate (salíamos a las 12h de la noche), nos lo gastábamos todo en la cantina del cuartel en bebidas".
"Tengo un recuerdo para un compañero que murió heroicamente en Tamucha (Ifni). Se llamaba Salvador Álvarez Moreno, de Falces, Navarra. Su familia se enteró de su muerte a mi vuelta a casa. Su padre vino a visitarme al pueblo de Garisoain, dónde vivía y preguntar por su hijo. Simplemente había sido dado por desaparecido en combate".
|