A lo largo de los siglos, principalmente durante el XV, portugueses y españoles establecieron fortificaciones diversas a lo largo de la costa atlántica del norte de África, en lo que hoy es el reino de Marruecos. Algunos de dichos fuertes se convirtieron en poblaciones, asentadas por diversos motivos: consentimiento de la población, dominio por las armas, condiciones geográficas que permitían la construcción de un puerto, o porque el beneficioso comercio mutuo lo demandaba. Son destacables los asentamientos portugueses hoy poblaciones de importancia en Marruecos.
De muchos de esos fuertes o torres se desconoce hoy día su situación geográfica exacta y con pruebas suficientes para afirmar su existencia, únicamente se tiene conocimiento por documentos que hacen referencias a ellos pero bastante inexactos en cuanto a su localización ya que los mapas del siglo XV no tenían la precisión de los actuales y los nombres de los lugares han cambiado, y sin poderse precisar con restos que no dejen lugar a dudas del lugar y su nombre. Además, dichos documentos incurren en exageraciones que no pueden ser aceptadas por inexactas.
Un ejemplo es el de Santa Cruz de Mar Pequeña.
Diversos autores, de principios del siglo XX, han creído localizarla,
pero ninguno de ellos ha podido aportar pruebas de valor científico
suficiente que no ofreciesen ningún tipo de dudas sobre su asentamiento
geográfico. Entre otros, Francisco Coello decía que tenía que haber
estado en Uad Sus, al sur de Agadir, en la orilla izquierda del Dra;
Fernández Duro afirmaba que estaba en el actual Sidi Ifni; Alcalá
Galiano, en la desembocadura del río Chebica o Xibica; Cenival y La
Chapelle en Puerto Cansado o Guidez Erreddchila; Ángel Fernández
Flores, señala el sur de Agadir y próximo a esta Ciudad, negando que
pudiera haberse situado al sur de la región del Sus.
La
situación de Santa Cruz de Mar Pequeña es una discusión polémica y
apasionada que, a estas alturas, carece de mucho fundamento salvo el
histórico, así que me voy a centrar en aquellas construcciones
realizadas en el que fue Territorio de Ifni y de las que se tienen
noticias mas o menos ciertas y por documentos. Si quiero dejar por
sentado que yo, y creo que todos los ifneños sabíamos, desde que se
ocupó el territorio, que Santa Cruz de Mar Pequeña no había estado en
Sidi Ifni, otra cosa es lo que pensase la generalidad de los españoles,
y de la influencia que tuviese en sus conocimientos, una serie de
estudios-propaganda considerados como históricos, y que en todo caso
empezó antes de la ocupación efectiva del territorio. Territorio al que
los canarios, al parecer, llamaban “Santa Cruz de Berbería”.
En
la Biblioteca de la Real Academia de la Historia, se conserva una
escritura pública otorgada, ante el escribano (notario) Gonzalo de
Burgos (Gran Canaria, 15 de febrero de 1499) en presencia de Lope
Sánchez de Valenzuela, Gobernador de Gran Canaria en la Alcazaba de
Agaos, situada en la ciudad de Tagaos, capital del reino de la Bu-Tata
o Vu-Tata, que en nombre de los reyes recibe la sumisión de varios
personajes indígenas. El día 18, ante el mismo notario otros jefes
hacen idéntico acto de sumisión en el castillo de Ifni. Este es uno de
los documentos más antiguos en el que se hace mención a ese territorio
y torre, más que castillo.
Aunque no se sabe,
con precisión, la situación de Tagaos, de ella habla León el Africano,
en el siglo XVI, y la describe como la mayor de las ciudades del Sus,
con ocho mil casas, muralla de piedra, a 60 millas del mar, 10 del río
Sus y 60 al mediodía del Atlas; Hernández Pacheco supone que podría
tratarse de Tagadir, una población a 18 kilómetros al sur de Agadir, y
Cenival y La Chapelle, sostienen que podría tratarse de Ksabi, cerca de
la desembocadura del río Asaka, aunque los portugueses la sitúan en las
inmediaciones de Mesa.
Hernández Pacheco no
encontró unas ruinas que, según la comisión del “Blasco de Garay” de
1873 (Fernández Duro), los indígenas les habían indicado se encontraban
en una loma cercana al poblado de Idúfker o Yd Ufkir, desde la que no
se ve el mar, (cerca de Las Palmeras y en la margen izquierda del río
Ain Ifni, subiendo por el cauce, aunque hay un plano que la sitúa en el
margen derecho del río, no lejos del barrio que en Ifni se llamó
bereber). La fortaleza era conocida como Bors-Er-Rumí y estaba
construida en piedra y cal (ver mapa de Jaudenes de 1883). Otros autores la sitúan al sur de Ifni, cerca de Sidi Uarsik.
Se
sabe, por documentos, que los Reyes Católicos ordenaron a Alonso
Fernández de Lugo la construcción de tres fortalezas en la costa, desde
Cabo Aguer a Cabo Bojador, uno de los lugares donde estableció una de
ellas fue en el lugar que llamó San Miguel de Saca (Asaka), lugar
situado a cinco leguas de Tagaos, se ignora el tiempo que pervivió
dicho fuerte; Hernández Pacheco, que exploró el territorio de Ifni,
cree poder fijar su ubicación en un escarpado mogote de tobas que se
alza a unos cuatro kilómetros de la desembocadura del río Asaka, y lo
describe como un pequeño castillo que el llama San Juan.
Por último y como curiosidad en Tamucha se localiza una torre vigía portuguesa y este paraje está bastante lejos de la costa.
Por
desgracia no se hicieron excavaciones en los citados lugares que puedan
acreditar lo que se dice en los documentos anteriores. Otro de los
problemas es la diferente y contradictoria nomenclatura para designar
un mismo punto geográfico, que en otro artículo intentaré concretar
dentro de mis posibilidades.
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