Fuente: Diario de Burgos_digital
El teniente coronel retirado Agustín Delgado Ferreira protagoniza junto al coronel Ángel de Ceano-Vivas el documental ‘Two back to Sahara’ sobre sus vidas en la colonia española, donde vieron la Marcha Verde en 1975
Agustín Delgado habla para el documental que dirige Paco Millán (tras la cámara). A.C.
Cuando se traspasa el umbral del hogar de Agustín Delgado Ferreira y su
esposa María Nieves Bulnes en Medina de Pomar se empieza a ver claras
evidencias de su pasado en territorio árabe. Una tabla donde se aprendía
el Corán, espejos arabescos, bandejas para servir el té y todo tipo de
objetos pueblan paredes y estantes. Son los recuerdos de 17 intensos
años vividos en el Sahara, cuando aún era colonia española. Agustín
Delgado (Madrid 1935), teniente coronel retirado, va a recordar ahora
aquella etapa en el desierto, de la que guarda un maravilloso recuerdo.
Lo hará en un trabajo documental, de 50 minutos de duración, ahora en
fase de preproducción, que ya cuenta con el apoyo de la Junta de
Andalucía.
El cineasta y realizador de televisión, Paco Millán, es el director y
guionista ‘Two back to Sahara’, y Manuel de Ceano-Vivas, su jefe de
producción. Ambos han estado grabando ya esta semana en Medina de Pomar
parte del documental producido por la empresa sevillana Son de
Producción. Han sido artífices del reencuentro de Agustín Delgado con el
coronel Ángel de Ceano-Vivas y su esposa María Teresa, con quienes
convivieron en Villa Cisneros, una ciudad situada sobre la península de
Río de Oro, que ahora suma 40.000 habitantes, pero que en los sesenta
apenas llegaba a 3.000. Otra parte del trabajo se rodará con ambos
protagonistas en el Sahara.
‘Two back to Sahara’ «es un viaje en el
tiempo, un retrato familiar y una historia de amistad primero entre
personas y luego entre pueblos», explica Millán, profesor en la Escuela
Andaluza de Cinematografía y director y creador de la Semana de Cine
Andaluz en EE.UU. Agustín Delgado, que tras su paso por el Sahara y
otras ocupaciones en Madrid, detentó el cargo de jefe de seguridad de la
central nuclear de Santa María de Garoña durante 19 años, está muy
contento con este proyecto audiovisual, cuyos promotores aspiran a
convertir en un documental largometraje.
El teniente coronel Delgado
Ferreira, hijo, nieto y bisnieto de una larga saga militar, habla con
pasión de sus años en el Sahara. Casi recién salido de la academia
militar como teniente, fue allí por primera vez. Corría el año 1959.
Formó parte del grupo de tiradores de Ifni con la Infantería española.
Pero su familia le echaba de menos y decidió regresar a la península. En
muy poco tiempo decidió volver a África y el azar le llevó de nuevo al
Sáhara, esta vez como máxima autoridad de un amplísimo territorio en la
región Río de Oro, donde controlaba todos los movimientos de las tribus
nómadas.
En un nuevo retorno a Madrid conoció a su esposa y con ella
regresó de nuevo a la colonia española, esta vez como capitán en el
Cuarto Tercio de la Legión. «Vivíamos en una casa de 60 metros cuadrados
hecha con agua de mar que echaba salitre sin parar y llena de
cucarachas, pero pasamos los mejores años de nuestra vida», aseguran.
«No
teníamos nada, pero éramos jóvenes y lo pasábamos bien», continúan
recordando. En el Villa Cisneros de entonces apenas había sesenta u
ochenta casas, además del acuartelamiento militar. No había televisión,
ni teléfono, tan solo la radio les mantenía conectados con el resto del
mundo y los cuatro meses que cada dos años podían viajar a España para
ver de nuevo a sus familiares.
El documental reproducirá aquellos
recuerdos y anécdotas como las vividas con dos de sus hijos Mari Nieves y
Agustín, que se criaron en el Sahara hasta los tres y seis años de
edad. Agustín, por ejemplo, tardó dos años de su vida en conocer lo que
era un árbol. De Ceano-Vivas recordaba esta semana como se quedó
absolutamente fascinado cuando vio la altura de una palmera en Canarias.
El Sahara sigue ocupando ríos de tinta. Los protagonistas del
reportaje no quieren entrar en el conflicto que aún vive esta tierra,
pero son auténticos protagonistas de la historia reciente española.
Ambos estaban en Villa Cisneros el 6 de noviembre de 1975 cuando cientos
de miles de marroquíes iniciaron la Marcha Verde para hacerse con el
territorio. Una semana después y en medio de la agonía del general
Franco, España cedía la administración del tercio sur del territorio
saharaui a Mauritania y los dos tercios septentrionales a Marruecos.
El
mundo entero aún sigue pendiente del Sahara, una tierra rica en
fosfatos, hierro, uranio y arena, que se vende para regenerar playas. El
público internacional es el destino del documental. El proyecto de ‘Two
back to Sahara’ ya ha sido dado a conocer en el mercado
latinoamericano, en Portugal, en Francia o Reino Unido y se tratará de
vender también a las televisiones españolas. Su rodaje habrá concluido
en otoño. Volveremos al Sahara.
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