Fuente: ElPaís.cr (Costa Rica)
Fotograma del cortometraje documental 'Las viudas de Ifni'. Crédito: Odessa Films/Handout
Hace 36 años España abandonó sus últimas colonias en el Sáhara, y han
pasado más de cuatro décadas desde que las tropas salieron de la
provincia de Ifni, hoy marroquí. Pero el paso de los españoles por el
norte de África dejó una huella imborrable, lazos muy fuertes con la
población local y también abandono, injusticia, olvido y silencio.
Esa
memoria histórica perdida en el continente que comienza al otro lado
del estrecho de Gibraltar es la que intentan recuperar ahora Pedro
Palacios y Pacheco Iborra, directores y guionistas de "Las viudas de
Ifni", un cortometraje documental que acaba de ser nominado a los
Premios Goya, los más importantes del cine español, y que es sólo la
puerta de acceso a un proyecto mayor en marcha para recuperar un
pedacito de la historia de España vivida desde la antigua colonia, el
largometraje "La huella del tiempo".
"No hay documentación histórica alguna del testimonio de toda una
generación de españoles que vivió el Franquismo de una forma totalmente
diferente y desconocida por todos", cuenta Palacios en entrevista con
dpa. "Ifni era un paraíso en la España de la posguerra en tiempos en que
el país pasaba hambre". Un tema, que tiene mucho de personal, pues
entre esos españoles se encontraba su padre, "el primero en llegar a
Sidi Ifni después de la guerra civil cuando aún no había nada. Y creció
en estas tierras, en una colonia alejada de la península". Un testimonio
de los años 40 irrecuperable porque apenas quedan testigos vivos.
Y
fue trabajando en este proyecto cuando Palacios e Iborra se encontraron
con las viudas de Ifni, esposas de militares y civiles reclutados por
los españoles, que trabajaron para ellos y que por un decreto emitido
por el dictador Francisco Franco en 1965 fueron privadas de pensión que
les permitiera vivir el resto de sus días en condiciones dignas.
Es
el caso de Fátima, Sabha o Aisha, tres de las protagonistas del
documental, que malviven en una ciudad sin trabajo y sin opciones
económicas, recogiendo mejillones de la costa para hervirlos y venderlos
en el mercado local. "Trabajan 16 horas al día para obtener entre 5 y 7
euros y eso si lo consiguen", cuenta Palacios. "Viven en una sociedad
deshauciada, sin trabajo y sin recursos y en la miseria".
Y eso
es lo que muestra el documental: un día en la vida de estas mujeres que
malviven por culpa de España. "Es un problema creado por España y
decididamente olvidado por Franco y por todos los gobiernos democráticos
que han seguido", una cuestión de memoria histórica que es necesario
recuperar para hacer justicia en vida.
"En tiempos de la colonia,
España hizo acopio de nativos en Ifni a los que llevó a luchar a la
Guerra Civil española con el bando nacional, no porque éstos tuvieran
interés en apoyar a los sublevados del general Franco, sino porque todos
los militares africanistas pasaron automáticamente al bando nacional",
cuenta Palacios.
"Muchos fueron grandes héroes de guerra,
condecorados después y en tiempos de paz prestaron otros servicios,
tanto militares como civiles, a los españoles. La mayoría regresó
después a Ifni, pero una parte se quedó en la península y algunos
formaron la Guardia Mora de Franco, a la que el dictador tenía gran
aprecio".
Por eso aún nadie sabe explicar por qué en 1965 el
dictador promulgó una ley que suprimía las pensiones a las viudas de los
ifneños que sirvieron a España, a excepción de los que hubieran sido
héroes reconocidos en la guerra civil, mutilados de guerra o muertos en
la contienda, y dejó desamparadas al resto. Así se contempla por primera
vez la figura de la "no viudedad" que los expertos coinciden va contra
la legislación vigente.
Ahora, las viudas, apoyadas por abogados,
se están movilizando y hay diversos recursos abiertos en distintas
instancias judiciales en España, uno de los cuales ha llegado a la
Audiencia Nacional y que se espera cree jurisprudencia. Pero se está
tratando caso por caso y no hay movilizaciones colectivas.
El
reclamo de estas viudas es difícil en un entorno de crisis económica en
España. "Sin embargo, teníamos que contarlo ahora, no queremos que la
historia haga justicia a estas mujeres, sino que puedan alcanzar ese
derecho en vida", defiende Palacios.
Además en 1969, cuando
España, presionada por la ONU para que descolonizara todos los
territorios, se marcha de Ifni, lo hace por la puerta de atrás, como
ocurrió también con el Sáhara dando inicio al conflicto actual del
Sáhara Occidental, aún no resuelto. Y los ifneños se quedan en tierra de
nadie, con tres meses para decidir si querían seguir siendo españoles o
marroquíes, un plazo del que muchos no se enteraron, convirtiéndose en
apátridas.
El resultado para los ifneños fue el desamparo por
parte de España y el repudio por parte de Marruecos, que los despreciaba
por haber luchado del lado de los españoles o apoyado a España, como en
un episodio bélico entre 1957 y 1958, cuando los marroquíes intentaron
atacar la zona y tomar Ifni y muchos ifneños se pusieron de lado de los
españoles, pese a que se les desarma para que no tengan que atacar a sus
propios hermanos.
"Tras la salida de los españoles, comenzaron
las revanchas: en una especie de castigo del entonces rey marroquí Hasan
II, muchos ifneños fueron torturados y los marroquíes que se instalaron
allí los excluyeron de cualquier tipo de trabajo. Además todos sus
recursos fueron explotados y sacados de la provincia, con lo que Ifni
dejó de ser un polo de desarrollo económico para convertirse en lo que
es hoy, una sociedad deshauciada", cuenta Palacios.
La tensión de
Sidi Ifni con Marruecos se extiende hasta nuestros días: en 2008 se
produjo un fuerte altercado cuando los ifneños izaron la bandera
española y fueron atacados por los marroquíes. Hubo graves denuncias de
violaciones a los derechos humanos.
"Hoy en día el gobernador de
Sidi Ifni es saharaui y la población local tiene un gran cariño a
España", constata Palacios. Una España que los abandonó a su suerte, una
realidad olvidada y desconocida sobre la que ahora arroja luz este
trabajo.
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