Fuente: elalmeria.es (Opinión)
En diciembre del año pasado el señor Ministro de Defensa comparecía ante
la Comisión de Defensa del Congreso de los Diputados para informar
sobre el desarrollo de las operaciones de las Fuerzas Armadas Españolas
en el exterior; en dicha comparecencia el portavoz de CIU exponía entre
otros asuntos lo siguiente: "…Hemos hablado de los soldados en el
extranjero y quiero pedirle, señor ministro, que preste atención a unos
soldados que casi todos tienen ya más de ochenta años: los soldados
españoles que participaron en la guerra de Sidi Ifni, 1957-1958. Existe
una asociación de expedicionarios de la guerra de Sidi Ifni, presidida
por el señor Josep Riatós, que pide un mínimo reconocimiento moral o
económico…".
En esta guerra librada por España contra fuerzas irregulares del
denominado Ejército de Liberación Nacional auspiciadas por Marruecos,
que asediaron el territorio de Ifni y atacaron puestos españoles en el
Sahara, se produjeron destacados hechos de armas, uno de ellos es el
conocido como "Combate de Edchera".
Al amanecer del 13 de enero de 1958 la XIII Bandera de La Legión salía
de El Aaiún en dirección a Edchera en misión de reconocimiento. En las
proximidades de Edchera toma contacto con fuerzas enemigas estableciendo
combate que se prolongará durante ese día, retirándose el enemigo al
amparo de la noche y dejando sobre el terreno unos 50 cadáveres; las
bajas en las filas de la Bandera alcanzan los 37 muertos y 50 heridos.
De los caídos, el Brigada Caballero Legionario Francisco Fadrique
Castromonte, Jefe de la 3ª Sección de la 1ª Compañía, y el Caballero
Legionario Juan Maderal Oleaga, proveedor de fusil ametrallador en la
Sección del Brigada Fadrique, serían recompensados con la máxima
condecoración militar en guerra, la Cruz Laureada de San Fernando; estas
son las últimas laureadas ganadas en el campo de batalla por La Legión.
El Brigada Fadrique era de Valladolid y el Legionario Maderal
Oleaga, vizcaíno de Erandio. Pero la historia de Juan Maderal Oleaga no
termina en Edchera. En septiembre de 1968 se inaugura una estatua en su
memoria en una céntrica plaza de su ciudad natal a la que se rotula con
su nombre; era el homenaje de su pueblo a un héroe.
En marzo de 1979 el Presidente de la Hermandad de Antiguos
Caballeros Legionarios de Vizcaya, D. Jose María Maderal Oleaga, era
asesinado por ETA cuando a primera hora de la mañana se dirigía andando
desde su casa al trabajo; era el hermano mayor del último laureado
Legionario y también había servido en las filas de La Legión.
Una madrugada de agosto de 1980 la estatua a Juan Maderal Oleaga
era arrancada de su emplazamiento y arrojada a la ría de Bilbao; no
hubo testigos del hecho a pesar de que esta es de cuerpo entero y tamaño
natural, fundida en bronce, de unos ochocientos kilos y que en las
inmediaciones de la plaza se encuentran las dependencias de la Policía
Municipal de Erandio.
La estatua sería rescatada de la ría años después, perdiendo un
brazo en la operación; quedaría depositada en el acuartelamiento del
Regimiento Garellano, de guarnición en Bilbao, hasta que a la disolución
del citado Regimiento fue trasladada a su actual emplazamiento en la
Base Alvarez de Sotomayor.
Hasta aquí las vicisitudes de dos gudaris legionarios vizcaínos,
los hermanos Maderal Oleaga, uno, el laureado Juan, caído en combate en
Edchera, y otro, Jose María, que le había precedido en las filas de La
Legión, asesinado por tres "bravos gudaris" etarras, encapuchados, a
traición y con el silencio cómplice de una parte de la sociedad; los
Maderal Oleaga procedían de una familia humilde, no eran personalidades
públicas.
Quizás el reconocimiento moral o económico de los Soldados
españoles que participaron en la guerra de Sidi-Ifni deba empezar por la
recuperación en la memoria histórica de un pueblo de casos como los de
los hermanos Maderal Oleaga, a los que se ha pretendido borrar de la
historia arrojando una estatua a una ría y cambiando el nombre de una
plaza; pero la historia no es posible cambiarla, por mucho que se
quiera.
La Legión no olvida a sus caídos; por eso, en la fecha
conmemorativa del Combate de Edchera, 13 de enero, se rinde homenaje a
los caídos en dicho Combate, entre ellos, los laureados Fadrique y
Maderal Oleaga, en un escenario presidido por la estatua de este último,
recuperada un día del fondo de la ría de Bilbao y hoy en la Base de
Viator.
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