Página 2 de 8
Antecedentes
El eximio jurista, muy conocedor de los
problemas coloniales de España, Don José Yanguas Miravete, que fue
Secretario General del África Occidental Española, primero, y luego
sucesivamente de Ifni y del Sahara, en la introducción a su valiosa obra
Antecedentes históricos, organización político-administrativa y legislación de las provincias de Ifni y Sáhara
(Sidi Ifni, 1.960 tomo I y El Aaiún, 1965 tomo II), nos recordaba que
la ocupación de Ifni por el coronel Capaz el 6 de Abril de 1.934 y, de
acuerdo con sus pobladores, tomó posesión de aquellas tierras para
España, su acción no era más que simplemente el cumplimiento del Tratado
hispano-marroquí de 1.860 (concretamente de su artículo 8º), y que el
derecho patrio databa de 1.476 cuando Diego García de Herrera desembarcó
en el puerto de Guarder (¿el actual Agadir?) y construyó rápidamente la
fortaleza de Santa Cruz, que dio en llamarse por los canarios de Mar
Pequeña, acaso por quedar situada en posición estratégica en la porción
atlántica que circunscribe el archipiélago canario y la costa occidental
africana.
Escudo de la 'Provincia' de Ifni.
La ocupación de Ifni no tuvo mayores
inconvenientes, salvo que "aquello no era Santa Cruz de Mar Pequeña", ni
lo que se nos había adjudicado en el proyecto de Tratado en 1.902, ni
lo que establecía en el Convenio de 1.904, ni siquiera lo ya tan
menguado a que había quedado reducida la concesión española con el
Tratado de 1.912..., pero al menos, aunque fuese casi un símbolo,
exteriorizaba la presencia soberana de España en la costa occidental de
África.
Como es bien sabido, Ifni constituía un
enclave en la región del Anti Atlas que, según la interpretación dada al
Tratado de 1.912, comprendía 1.750 kilómetros cuadrados, formado por
una franja costera de 70 kilómetros de longitud por 25 de profundidad,
con un suelo muy montañoso, y cuyas mayores dificultades se encontraban
en su costa, un continuo acantilado que constituía un obstáculo
insuperable para su desarrollo por la doble razón de que su
abas-tecimiento quedaba supeditado al estado del mar, con mucha
frecuencia inaccesible para las embarcaciones menores que transportaban
la carga desde los buques de alto bordo, y de que no era posible
disponer de una flota pesquera propia.
|