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La gestación de una guerra
Una de las primeras consecuencias que trajo el fin de la Segunda Guerra Mundial fue la creación de la organización de Naciones Unidas y el nacimiento del independentismo moderno contra el colonialismo europeo. Los territorios españoles en África no iban a ser una excepción y tras tantos años para poder ocuparlos, España se iba a tener que enfrentar a las ansias separatistas de sus modernas colonias.
La independencia de Marruecos y el nacimiento del Ejército de Liberación
Estando España aún convaleciente del aislamiento internacional, recién levantado por el pacto con Estados Unidos; fueron los franceses los que inicialmente se preocuparon en exclusiva del problema independentista marroquí. Aunque el Partido Istiqlal (Partido por la Independencia), publica el 1944 un manifiesto que se considera la fundación del independentismo marroquí, será a principio de los años 50 cuando la oposición a las naciones europeas empiece a ganar fuerza. La situación empeora cuando en 1953 los franceses destituyen y destierran a Mohamed V, sultán de Marruecos. A raíz de este destierro, se organizan varias bandas armadas que hacen del terrorismo su forma de actuación. Pese a que su acción principal se concentraba contra la zona francesa, el territorio de Ifni –más sensible por estar enclavado en el protectorado francés–, también sufrió alguna manifestación por la independencia e incursiones de grupos armados. Estos grupos se integrarán en 1955 en el llamado Ejército de Liberación Nacional (Yeicht Taharir). Este ejército irregular contará con mandos marroquís curtidos en Indochina y algunos desertores de la Legión Extranjera. Se organizaban en batallones (Rahas) de seis compañías (Mías). En poco tiempo contaban con 2000 hombres equipados con armamento americano y europeo, mucho de este, igual o mejor que con el que contaban los españoles.
Desde un principio, el Yeicht Taharir hizo múltiples infiltraciones en territorio español, con la excusa de que estaban luchando contra los franceses, algo que los españoles, todavía, no veían con malos ojos. Pero en estas incursiones, el Ejército de Liberación aprovechaba para hacer campaña entre las tribus de la zona española, sembrando la discordia que no tardaría en estallar.
El encarnizamiento del conflicto y la presión internacional, llevó a Francia a aceptar la independencia de Marruecos el 2 de marzo de 1956. España aceptó el acuerdo en parte. Entrego la zona norte del protectorado, pero con la excusa de la inestabilidad política de la zona, no entregó el territorio occidental. Ese argumento se basaba en que, conseguida su independencia política, Marruecos no se había conformado y deseaba ahora construir el Gran Marruecos integrando en él a Mauritania y otros territorios. Para ello, volvió a solicitar la neutralidad española en su lucha contra los franceses. Fue en una reunión de un lugarteniente de Mohamed V con el comandante Álvarez-Chas(3), que este se percató de como el Yeicht Taharir se había infiltrado en territorio español y dio la voz de alarma.
España reacciona. Creación de la XIII Bandera de La Legión
El gobierno español había tardado en darse cuenta de lo grave del problema, pero ahora la reacción fue inmediata. Ya antes de la citada reunión, se había enviado a la I Bandera Paracaidista a Sidi Ifni, previo paso por Fuerteventura. La situación de la zona era muy complicada por el hecho de que la población indígena era 20 veces superior a la europea. Hasta entonces las fuerzas españolas en la zona se reducían al Tabor de los Tiradores de Ifni y las fuerzas policiales, donde muchos de sus integrantes eran autóctonos y la confianza en su fidelidad era, cuanto menos, dudosa.
Es por ello, que en junio de 1956, por Orden Comunicada del E.M. se crea la XIII Bandera(4) de La Legión del AOE (Fournier et al., 2003). Se formó en base a una compañía de cada uno de los Tercios (situados por entonces en Taüima, Ceuta, Larache y Villa Sanjurjo). Fijó su residencia en El Aaiún, donde llegó en julio de 1956, estando en diciembre de ese año totalmente organizada en 5 compañías y al mando del comandante Ricardo Rivas Nadal. Desde un primer momento, la XIII de constituyó como bandera independiente y fue destacando compañías hacia el interior.
El 26 de enero de 1957 el general Pardo de Santallana, gobernador del AOE, se traslada al sur, a Villa Cisneros, para comprobar cómo marchan las operaciones en Mauritania. Una vez allí ordena el despliegue de la Legión formando un triángulo en Aguenitm, Tichla y Auserd, con la misión de desarmar a los fugitivos que traspasaban la frontera y enviarlos a Marruecos.
La tensión aumenta. La “guerra de Agosto”
En los últimos meses, la decisión de España de cobrar nuevos impuestos en el Sáhara y filiar a los indígenas con tarjetas de identidad en las que se les calificaba de pastores; había hecho aumentar la oposición de estos hacia el gobierno español por la humillación que les suponía a estos guerreros orgullosos.
Los vuelos de reconocimiento realizados por la aviación española daban cada vez más partes sobre la intrusión de bandas armadas en el territorio español. España reaccionó cambiando su actitud respecto a la relación con Francia, con la que empezó a colaborar. Se sigue reforzando la zona y en julio de 1957 se establece la IV Bandera de La Legión en Villa Cisneros, cuya principal misión será la de reconocer y vigilar el recorrido entre esta localidad y El Aaiún.
El verano de ese año, uno de los más secos en cien años, mostrará a las claras la hostilidad cada vez más abierta del Ejército de Liberación, que empieza a realizar ataques aislados contra algunas patrullas españolas. Es la conocida como “guerra de Agosto”, donde las tropas españolas se van a percatar de lo anticuado de su material –en ocasiones de peor calidad que el de su enemigo–, y de la falta de medios motorizados adecuados para el transporte de tropas de infantería por el desierto. El gobierno, debido a la escasez de medios y efectivos, abandona las posiciones del interior y se centra en la defensa de las principales ciudades del AOE en la costa.
Se avecina la guerra. Llegan nuevas Banderas de La Legión
Por motivos de edad se había sustituido al general Pardo de Santayana por Gómez-Zamalloa. Este en El Aaiún establece un perímetro defensivo de 4 kilómetros con una sección de morteros de la XIII Bandera. La Legión también se encargaría de la vigilancia y defensa del aeródromo, que resultaba vital.
En noviembre llegan refuerzos, entre ellos la II Bandera de La Legión, que quedará de reserva en Villa Bens, para realizar contraataques. La zona de Ifni se verá reforzada con la VI Bandera, tras un breve paso por El Aaiún.
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(3) El comandante dirigía las fuerzas policiales de la AOE y era un gran conocedor de las tribus de la zona y su idiosincrasia.
(4) Esta Bandera ya había sido creada durante la Guerra Civil, pero se disolvió en una reorganización posterior tras la contienda.
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